Milagros Luis Brito explica que “es una pieza única, muy relevante dentro de lo que es el patrimonio musical de Canarias.
El alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, acompañó ayer a la Consejera de Educación y Cultura del Gobierno de Canarias, Milagros Luis Brito, en su visita al, recientemente restaurado, órgano de la Parroquia de Santa Úrsula, y en cuya recuperación han intervenido ambas administraciones. Tanto el Alcalde como la Consejera han coincidido en la apreciación de que se trata de una pieza “única en Canarias” teoría que ha sido refrendada por la Presidenta de la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel, Rosario Álvarez Martínez, impulsora de la recuperación del órgano. La restauración del órgano de Adeje ha sido posible gracias a la implicación de tres administraciones, Ayuntamiento de Adeje, Cabildo y Gobierno de Canarias, en un proyecto que ha ascendido a 66.000 euros y del que ha sido responsable el organero alemán Bartelt Immer en Norden, Alemania, junto con otros restauradores especializados en talla, pintura o diseño de celosías como Regine Hawellek o Fernanda Guitián, ésta última perteneciente al Taller tinerfeño Cúrcuma.
El alcalde de Adeje ha comentado durante la visita de hoy que “es una recuperación muy importante de una pieza singular, según los expertos es única en Canarias, que fue donada en el siglo XVIII por el marqués, traída de Alemania, y en desuso desde hacía mucho tiempo. Como adejero y como alcalde es una enorme satisfacción poder oír el sonido de una pieza que apreciábamos y además con esa solemnidad que tiene el órgano y con un organista de lujo como es el organista de la Catedral de La Almudena en Madrid”.
Por su parte, Milagros Luis Brito ha explicado que “es una pieza única, muy relevante dentro de lo que es el patrimonio musical de Canarias. Esta es una obra que lleva décadas de recorrido hasta que finalmente ha podido ser restaurado en plenitud para poder disfrutarlo. Ha sido posible gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento y la Consejería. La pieza además del valor organológico e histórico tiene unas características como obra material que aconsejaban que se realizara una rehabilitación de la caja porque además las pinturas son magníficas. Es una de esas actuaciones largas en el tiempo que ha sido posible gracias a la colaboración institucional”.
UN POCO DE HISTORIA
El órgano de Adeje fue encargado y donado por Domingo de Herrera Ayala y Rojas Ponte, onceno Conde de La Gomera y sexto Marqués de Adeje, quien asimismo mandó traer otro instrumento similar para el convento franciscano de Ntra. Sra. de Guadalupe y San Pablo de la Villa, hoy lamentablemente desaparecido. Para ambos encargó una rica y ostentosa decoración tallada, dorada y pintada, que es única en el panorama organístico de Canarias, comentó Álvarez Martínez, quien también dijo que “el marqués de Adeje debía conocer muy bien a sus gentes cuando realizó esta labor de mecenazgo con las iglesias de su predio, porque trató por todos los medios a su alcance de que los instrumentos no desaparecieran y de que los frailes los tañeran en el culto, sabiendo que esto contribuiría no sólo a cumplir con su función, sino también a su conservación”.
Una vez fallecido el Marqués, los frailes conventuales disminuyeron en número, la Iglesia sufrió uno de los mayores embates de su historia con la desamortización, los bienes eclesiásticos fueron llevados de aquí para allá, los órganos perdieron la importancia que tuvieron en el culto durante el Barroco, se deterioraron y en la isla no había quien los reparara o quien se atreviera a trasladarse al lejano sur, del que un fraile le comentaba al marqués en una carta: “aquí estamos como en el limbo, sin saber qué mundos corren, ni cosa de novedades. Dios nos asista y dé gracia para aprender a morir”. Todo esto y mucho más contribuyó a la desaparición de uno de los instrumentos donados y al deterioro crónico del otro.
Y es hoy, ya en pleno siglo XXI, cuando se cumplen doscientos cuarenta y cinco años del gesto generoso del marqués de Adeje y de la primera misa celebrada en abril de 1766 en la que intervino el órgano por primera vez en este templo, cuando uno de los instrumentos donados por él va a volver a sonar con todo su esplendor para un público muy diferente del de aquellos tiempos.
La Catedrática Rosario Álvarez Martínez comenta “estoy segura de que nunca este instrumento llegó a mostrar su riqueza tímbrica como lo hará en esta noche del 14 de mayo de 2011 en manos del excelente organista Roberto Fresco. De manera que podemos decir sin temor a equivocarnos que será hoy la primera vez que el órgano exhiba todas las posibilidades sonoras de las que fue dotado por su anónimo constructor”.
EL ÓRGANO
El órgano de la parroquia de Adeje es un órgano positivo, cuya caja de un solo cuerpo de fachada, de buena madera de pino pintada de color rojizo oscuro, mide 3’45 metros de alto por 1’37 y 0’72 de fondo. Sus líneas son sobrias y presenta en el centro un torreón semicircular más elevado, donde están dispuestos los siete tubos más graves del Prinzipal de 4’. Este torreón determina una división tripartita de la fachada, con planibandas de menor altura flanqueándolo, con 10 tubos cada una. Las esquinas achaflanadas del cuerpo superior están rematadas por una cornisa con dos pisos de molduras, al igual que en el torreón central, cornisas que crean la ilusión de dos torreones laterales. En estas esquinas achaflanadas hay dos adornos que animan su visión: uno flameante y dorado en la parte superior y otro en forma de voluta plana en la inferior pintado del mismo color de la caja.
Lo más llamativo de esta fachada, que es similar a la de otros órganos germanos existentes en Canarias que llegaron también en la década de los sesenta, como el que se conserva en la iglesia de Valleseco en Gran Canaria, son los tres florones tallados que fueron mandados a confeccionar por el Marqués. Estos son realmente llamativos y constituyen un motivo artístico singular en toda la organería de las Islas. Coronan estos florones, tanto el torreón central a mayor altura como las esquinas de la caja que imitan asimismo torreones, y que con estos adornos se acentúa más su parecido. Están constituidos por finas tallas recubiertas de panes de oro con motivos vegetales, rocallas y una venera como remate superior del central. En éste rodean al escudo de armas del donante pintado con brillantes colores. Otros adornos flameantes cabalgan sobre las estrechas cornisas curvas de las planibandas que llevan un sentido ascendente, todo dentro del gusto rococó. Por debajo de estas tallas, una banda de fondo verde oscuro, que recorre todo el perfil superior de la fachada, lleva la siguiente inscripción en letras doradas: Diólo Dn. Domingo de Herrera Ayala y Rojas Ponte Xuárez de Castilla, onzeno conde la Gomera. Año 1765.
Además de estos florones ornamentales el conde y marqués mandó ponerle unas puertas muy decoradas para proteger la tubería del polvo y de los robos, puertas cuyos paneles se adaptan perfectamente a las curvas de la fachada del instrumento -incluso conforman los falsos torreones de los extremos-, por lo que se puede presumir que fueron hechas por el mismo carpintero que realizó la caja. Estas puertas llevan una bellísima decoración pintada por ambas caras, con temática diferente. En el exterior imitan los tubos de una fachada, con sus celosías en la zona inferior y unos cortinajes rojos con guardamalletas talladas y doradas en la superior; mientras que en el interior, y sobre un fondo verde oscuro, se despliega un gran bodegón, con cestas de frutos sobre una mesa cubierta por un paño rojo y un par de jarrones azules con flores flanqueándola. Una cenefa dorada con motivos vegetales y hojas de acanto recorre el borde superior de este interior rico en colorido, que posee una alta calidad artística. Su autor, al igual que el de las tallas, debió ser alemán.
En el centro del pedestal se abre la ventana del teclado, que es casi rectangular, con las esquinas superiores rebajadas, ligeramente inclinada hacia atrás para hacer de atril y desmontable, al igual que la de los otros órganos germanos de Tenerife. El teclado tiene 51 notas (Do 1-re 5) y estaba prácticamente destrozado, al haberle arrancado todas las uñas de las notas diatónicas, que eran de madera de boj oscurecido. Ahora se ha reparado con maderas de color, al igual que los tacos con taraceas que lo flanquean.
Asimismo, se han elaborado los tiradores de los registros torneados, a los que le faltaban las cabezas y las etiquetas con sus nombres. Toda la mecánica de registros y de notas ha tenido que ser reparada con sumo cuidado, dado que estaba en un estado de deterioro lamentable. Como es lógico, también se ha intervenido en el secreto y en el arca del viento, reponiendo las pieles y reparando válvulas, guías y resortes. Su interior está recubierto de la cola rojiza típica de la organería del norte del Alemania.
La tubería del instrumento había desaparecido en el pasado, excepto dos tubos de madera del Gedackt, que han sido reutilizados. Los 227 tubos restantes han sido elaborados de nuevo, siguiendo las pautas de la organería germana del siglo XVIII. Los panderetes donde encaja esta tubería sobre el secreto también han sido repuestos.
Composición tímbrica del órgano
Gedackt 8 pies (madera)
Prinzipal 4 pies
Quinte 3 pies
Octave 2 pies
Terz 1 3/5 pies (solamente discante)
Los registros son todos partidos, algo poco frecuente en la organería germana, estando la partición entre el Si b y el Si natural, lo que es auténticamente insólito en este tipo de teclados partidos. El temperamento utilizado par su afinación es el Valotti. El fuelle, que asimismo estaba en pésimas condiciones también ha sido reparado con buenas pieles y maderas, y se le ha dotado de un motor-ventilador silencioso dentro de su caja.
En suma, se ha recuperado un buen instrumento musical que servirá para difundir la mejor música de órgano del Renacimiento y del Barroco, además de intervenir en el culto, siendo asimismo una pieza artística de notable interés. “La Villa de Adeje puede sentirse orgullosa de contar con este órgano, que desde ahora será objeto de interés por los amantes de la Música, del Arte y de la Cultura en general” sentenció Rosario Álvarez Martínez.