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Arona 13 de Agosto de 2008
El pueblo del Valle
San Lorenzo regresa
después de 85 años
al lugar donde se erigió
la primitiva ermita
del núcleo 
La última celebración tuvo lugar en el año 1923

El pasado sábado día 9, los vecinos del Valle de San Lorenzo en el marco de sus fiestas en honor a Nuestra Señora de la Encarnación y San Lorenzo Mártir, regresaron después de 85 años a La Fuente, lugar donde se erigió, en el año 1622, la ermita de San Lorenzo que fue traslada a su emplazamiento actual en 1923, momento en el que tuvo lugar la última celebración. Un día de profunda alegría para los valleros que junto con varios representantes municipales, participaron en la peregrinación y posterior eucaristía en el ‘Sitio de la Fuente’, hasta el cual, desde la parroquia, los vecinos portaron estandartes con las imágenes  de la Virgen de la Encarnación y San Lorenzo Mártir.

El responsable de la Parroquia del núcleo, el párroco Eduardo Rodríguez Rodríguez, manifestó que esta iniciativa,  propiciada por la citada parroquia, y que coincide con el declarado por la Diócesis como ‘Año de la Parroquia’, pretende ser el primer paso para recuperar el “Sitio histórico de la Fuente” donde estuvo enclavada la primitiva ermita de San Lorenzo Mártir. Agrega, que “ tras 85 años los vecinos del pueblo se congregan en el mismo lugar que nuestros antepasados comenzaron a celebrar la fe en el año 1622, hasta septiembre del año 1923, cuando, piedra a piedra, trasladaron la primitiva ermita, sus enseres e imágenes al lugar de su actual enclave”.

Asimismo, el párroco explicó al comienzo de la celebración de la Eucaristía, que “ gracias a un vecino, que en su momento recogió y guardó, al ser derribada, las maderas que formaban la cruz que señalaba el lugar donde estuvo la antigua ermita, hoy ésta puede presidir la misa como en épocas de antaño, invitándonos a renovarnos en la fe”. Además, agregó que de aquellos tiempos también se cuenta con un cáliz con el que ese día se celebró la eucaristía.

Finalmente, desde el consistorio se resalta “ la importancia de recuperar y transmitir manifestaciones como ésta, ya en ellas se funden todos los elementos constitutivos de nuestra historia más noble y de nuestra idiosincrasia,  a la vez que proyectan la riqueza del conjunto de expresiones  colectivas que emanan de la fe y la cultura, basadas en la tradición”.