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Canarias 6 de Mayo de 2008
El reciclaje de medicamentos aumenta
un 17,37% en Canarias en 2007
En los 609 Puntos SIGRE del Archipiélago se recogieron el pasado año 2,50 kilos de media mensual por cada mil habitantes

Los ciudadanos de Canarias están cada vez más concienciados de la necesidad de desprenderse correctamente de los restos de medicamentos y de sus envases a través de los Puntos SIGRE de la farmacia para que sean correctamente reciclados. Así lo demuestran los últimos datos de recogida ofrecidos por SIGRE que sitúan el crecimiento de la colaboración ciudadana en el reciclado de medicamentos en Canarias por encima de la media nacional, y de los que se desprenden que durante el pasado año, en los 609 Puntos SIGRE de las farmacias del Archipiélago, se recogieron 2,50 kilos de media mensual por cada 1.000 habitantes, lo que ha supuesto un incremento del 17,37 por ciento con respecto al ejercicio anterior. A nivel nacional, el aumento experimentado en este mismo ratio de recogida mensual por habitante ha sido del 15,24 por ciento.

El consejero de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Gobierno de Canarias, Domingo Berriel; el director general de SIGRE, Juan Carlos Mampaso; y la vicepresidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife, Pilar Polegre, informaron hoy del reciclaje de fármacos en Canarias en un acto que tuvo lugar en Tenerife, en el que también estuvieron presentes el viceconsejero de Medio Ambiente y el director general de Calidad Ambiental, Cándido Padrón y Emilio Atiénzar, respectivamente.

Por provincias, en las 317 farmacias de Las Palmas el pasado año se recogieron 2,64 kilos de media mensual por cada 1.000 habitantes, mientras que en las 292 farmacias de Santa Cruz de Tenerife la recogida fue de 2,36 kilos de media al mes por cada 1.000 habitantes.

Más allá del claro beneficio medioambiental que supone el reciclado de medicamentos, la creciente actividad de SIGRE, que comenzó en Canarias en marzo de 2003, está también contribuyendo a modificar las conductas ciudadanas y evitar la acumulación de restos de medicamentos en los botiquines caseros. Esta práctica contribuye así a frenar la automedicación incontrolada y disminuye los riesgos derivados del uso de medicamentos en mal estado.

Cómo reciclar bien los medicamentos
El ciudadano, además de estar cada vez más sensibilizado con la necesidad de reciclar los medicamentos, colabora de una forma más eficaz llevando al contenedor blanco de su farmacia las cajas de cartón, los frascos de vidrio o los blísters de pastillas aunque estén vacíos.

La utilización del Punto SIGRE es cada vez mayor. Según el último estudio de opinión realizado, en los últimos doce meses, 6 de cada 10 encuestados han depositado medicamentos en el contenedor blanco de su farmacia.


Sobre SIGRE y el tratamiento de residuos de medicamentos
SIGRE es una entidad sin ánimo de lucro creada por iniciativa de la industria farmacéutica, con la colaboración de la distribución y de las farmacias, con el fin de ofrecer a todos los ciudadanos un sistema cómodo y seguro a través del cual pueden desprenderse de los envases y restos de medicamentos que ya no necesitan o que estén caducados. Se evita así que estos residuos acaben en la basura o tirados por el desagüe, con consecuencias negativas sobre el delicado equilibrio de nuestros ecosistemas.

Una vez recogidos en los contenedores blancos de las farmacias, los restos de medicamentos y sus envases son trasladados a la Planta de Selección y Clasificación diseñada y construida exclusivamente para la actividad de SIGRE y que es pionera en su género en Europa. Esta planta permite clasificar los distintos tipos de medicamentos recogidos para ofrecerles el tratamiento medioambiental más adecuado.

Para ello, en una primera fase se separan para su reciclado los materiales de los envases --papel, vidrio, plástico, etc.-- que pueden ser aprovechados nuevamente como materia prima. Sirva como ejemplo que con el reciclado del papel y cartón de los envases recogidos se ha evitado la tala de más de 12.000 árboles cuya función en la transformación del CO2 en oxígeno ha contribuido a paliar el cambio climático.

Por su parte, los envases no-reciclables y los restos de fármacos son destruidos siguiendo los criterios de tratamiento establecidos en la normativa de residuos, valorizándolos para generar energía eléctrica. De esta forma, se logra un beneficio medioambiental añadido en el momento de su eliminación y produciendo en su conjunto un destacable beneficio para el medio ambiente y para la sociedad en general.