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Adeje 22 de Julio de 2008
De Luis: "Hay una falsa
sensación de paridad
entre hombres y mujeres
que dificulta lograr
la equidad real"
La directora del Instituto Canario de la Mujer anunció un proyecto de ley autonómica de igualdad
La Directora del Instituto Canario de la Mujer, Isabel de Luis Lorenzo, abrió ayer, lunes 21 de julio de 2008, el curso de la Universidad de Verano de Adeje "Nueva masculinidad: El mito de la fortaleza y dificultades para amar". La ponente advirtió de que actualmente "hay una falsa sensación de igualdad entre hombres y mujeres que está dificultando lograr la verdadera paridad". Esta noción se produce, sobre todo, entre los más jóvenes, por "falta de memoria histórica", lo cual está provocando estancamiento en el logro de nuevos objetivos en el ámbito de la igualdad.
Para la ponente, es evidente que las últimas décadas del siglo XX fueron decisivas para lograr una mayor igualdad entre hombres y mujeres, proceso en el cual el movimiento feminista fue de gran importancia, pero aún resta mucho para lograr una situación de igualdad plenamente satisfactoria. Por ello, De Luis señaló la importancia de leyes estatales como la 1/2004 de protección contra la violencia de género y la 3/2007 de igualdad efectiva entre hombres y mujeres.
También resaltó la legislación autonómica, pues existe desde 2003 un reglamento propio contra la violencia de género, y actualmente el ejecutivo regional prepara un proyecto de ley de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, cuyo objetivo es contextualizar la legislación estatal a la realidad canaria. Este documento legal está en fase de redacción, y se están recibiendo propuestas de diferentes organismos públicos y privados para mejorarlo. La intención de esta nueva ley no será imponer, sino promover la igualdad mediante incentivos de diverso tipo.
El laboral es uno de los ámbitos en los que se han dado más avances y, por ejemplo, en Canarias se ha alcanzado una cota de empleabilidad de la población femenina del 51%, la cuarta de España. Sin embargo, la situación continúa siendo poco favorable: se siguen contratando a menos mujeres que hombres, y cobran hasta un 28% menos por el mismo trabajo. Además, tienen menos oportunidad de promoción en las empresas (sólo un 2%) y, en general, gozan de peores condiciones laborales: contratos parciales o en economía sumergida, acoso, etc.
La situación en el ámbito social no es mejor y, de hecho, la mujer sufre una doble discriminación: en el trabajo y en el hogar. Matizó que los hombres han aceptado a regañadientes compartir tareas, y pocos lo hacen convencidos de la necesidad de un cambio de roles. "En la práctica, se sigue dando un reparto desigual de las responsabilidades familiares claramente en contra de las mujeres".
Políticas de género
En este sentido, la ponente recalcó que las políticas de género y de igualdad deben concebirse tanto para mujeres como para hombres, ya que uno de sus objetivos es renovar el modelo de masculinidad, cambiando el actual, basado en la cultura patriarcal ancestral, por otro en el que ambos sexo se traten de tú a tu.
Esta aproximación, promovida por De Luis cuando asumió su cargo, ha sido criticada por algunos sectores de la vertiente más activa del feminismo, pero la ponente cree que la igualdad efectiva sólo se podrá alcanzar si, además de fomentar medidas que favorezcan a la mujer, se reeduca a los hombres. Por ello, anunció que en 2009, coincidiendo con las celebraciones del 8 de marzo, está previsto organizar un congreso sobre las nuevas masculinidades en Canarias.
Ese cambio del rol masculino es vital para atajar lacras como la violencia de género, a la que se refirió la ponente ampliamente. Recordó las palabras de la mexicana Marisela Ortiz, quien explicaba los asesinatos masivo de mujeres en Ciudad Juárez (México) por la frustración que ha causado a los hombres de esa localidad perder su control sobre unas mujeres que se han incorporado muy bien al mercado laboral y que, en un 60% de los casos, ha decidido criar a sus hijos sin la ayuda masculina.
De Luis recorrido que varios expertos reinciden en la idea de que la violencia es inherente al modelo tradicional de masculinidad: "Los hombres matan a las mujeres, se matan entre ellos y mantiene más conductas de riesgo empujados por su rol sexista". De este modo,
este cambio de rol se revela como una necesidad no sólo para lograr la igualdad de la mujer, sino para conseguir el progreso social.
Isabel De Luis. Dtra. Inst. Canario de la mujer
