Google
email me
Envía tu comentario
Adeje 19 de Julio de 2008
Valladares: "No conozco a ningún canario que se haya contagiado de un inmigrante"
Basilio Valladares, profesor titular del Departamento de Parasitología, Ecología y Genética participó ayer en el curso que él mismo dirige en la Universidad de Verano de Adeje "La investigación de enfermedades tropicales y los movimientos migratorios". Su intervención abordó los parasitismos de importación en Canarias y, en relación a la posibilidad de que las personas llegadas en cayuco puedan contagiar a la población residente, fue tajante: "Yo no conozco a ningún canario que se haya contagiado de un inmigrante".

El ponente lleva trabajando esta materia desde 1996, y actualmente dirige el Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, ubicado en la Universidad de La Laguna, y por ello dispone de datos actualizados de la entrada de enfermedades foráneas en las islas. Según afirma, los porcentajes del parasitismo de importación en Canarias son más o menos similares a los de otras regiones nacionales con inmigración. "Todos los especialistas coincidimos en lo mismo: los españoles no están sintiendo en su salud ese tipo de males".

Valladares confirma que, si bien es cierto que los inmigrantes traen enfermedades, hasta ahora se controlan bien: "Se diagnostican, se tratan, se curan y no se permite que haya propagación. Ni aquí ni en Barcelona, Madrid u otras ciudades donde se están recibiendo inmigrantes". El especialista reflexiona, además, que el contagio es bidireccional: "Conozco a inmigrantes a los que aquí les han contagiado de SIDA o tuberculosis".

Los inmigrantes llegados en patera no son la única fuente de llegada de parásitos a Canarias. Un foco muy importante son los turistas, que pueden producir tantos o más problemas. Puede ocurrir que un canario que viaja al extranjero contraiga una enfermedad exótica como la malaria. Pero nunca ha llegado a darse casos de propagación en las islas porque, nuevamente, el control sanitario es eficiente.

El turismo ha sido la causa de que un parásito denominado Crystoporidium se haya establecido en Canarias. "Hemos hecho

estudios filogenéticos para ver de dónde proviene, y resulta que, de todos los casos que hemos encontrado en humanos en población canaria, sólo uno proviene de África. La mayor parte proviene de Europa del este, y uno de Estado Unidos, en donde este parásito sólo se encuentra en un animal silvestre. Esto quiere decir que o bien alguien introdujo un ejemplar aquí, o bien un turista americano trajo su enfermedad".

En cuanto a los casos de parásitos procedentes de inmigrantes, Valladares determina dos etapas: la de la llegada masiva de cayucos de los últimos años, y una anterior, que es menor en número y de la que se han estudiado unos cien casos, en la que los inmigrantes africanos llegaban por avión para estudiar en la Universidad de La Laguna o en el Seminario Diocesano de la misma ciudad. Curiosamente, los estudios demuestran que la proporción de parasitación era muy superior en estos últimos casos que en los llegados en patera.

Esto se debe a varias razones. Una es que algunos inmigrantes ilegales, conscientes de que si solicitan asilo político se les realizará pruebas médicas, se toman algún antiparasitario. Otra causa es que los individuos que realizan el peligroso viaje en cayuco suelen tener una buena condición física, pues de otro modo no sobrevivirían al viaje.

Los estudios filogénicos también pueden ser útiles para identificar correctamente a los inmigrantes. Cada lugar tiene sus parásitos y las personas traen los de su zona. "A veces me pasan los análisis de uno de estos inmigrantes, y me dicen que uno de ellos afirma provenir de Argel. Pero cuando analizo sus pruebas, compruebo que está afectado por un parásito que no es de ese lugar".

El experto también recuerda que Canarias posee sus propios parásitos, tanto en animales como en personas, aunque e están  controlados con relativa seguridad. Han disminuido los de transmisión hídrica porque la calidad del agua es mejor, las aguas residuales se depuran y están prohibidos los pozos negros. Y las de origen animal son menos frecuentes pirque la cantidad d animales en las islas en menor.