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Canarias 19 de Junio de 2008
Calidad Agroalimentaria inicia una campaña para detectar fraudes en
la comercialización
del vino canario
El personal del departamento que dirige Guillermo Diaz Guerra desempeña su labor en todo tipo de establecimientos de las Islas
El Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria –ICCA-, organismo autónomo dependiente de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias, ha iniciado una campaña extraordinaria de inspecciones que tiene por objeto detectar prácticas fraudulentas en la comercialización de vinos de las Islas.
En dichas inspecciones, además de comprobar el cumplimiento de la legislación, se vigilan de forma especial los fraudes sobre el origen de los vinos, lo que implica dar respuesta a una reiterada demanda del sector. El caso más comúnmente denunciado es la venta o servicio de vino en garrafas o embotellado con una determinada etiqueta, pero que ha sido rellenado con otro vino diferente al que consta en ésta.
El Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria, que dirige Guillermo Díaz Guerra, tiene como una de sus prioridades la promoción y defensa del sector vitivinícola, por lo que esta iniciativa, además de dar respuesta a las inquietudes manifestadas por el propio sector, pretende erradicar estas prácticas, garantizar la calidad de los vinos del Archipiélago y proteger los derechos de los consumidores.
La campaña prevé detectar y sancionar esta práctica, que si bien no es generalizada, se realiza esporádicamente y es doblemente perjudicial, por un lado resulta afectado el consumidor, al que se sirve o vende un vino falso, y por otro lado el bodeguero, cuyo prestigio se ve dañado al ser utilizada su marca para vender productos, probablemente de peor calidad.
Se está procediendo a la inspección de todo tipo de establecimientos de las Islas, como bodegas, almacenistas, distribuidores, bares y restaurantes.
Los trabajos son realizados principalmente por los inspectores de calidad del ICCA, si bien está previsto realizar actuaciones conjuntas con inspectores de otros organismos, para lograr mejor coordinación y eficacia en las actuaciones. Ya se ha desplegado un operativo conjunto con la Dirección General de Consumo.
Una de las herramientas en las que se basa este tipo de actuaciones es la toma de muestras y el análisis del vino sospechoso y su comparación con aquel cuyo origen es conocido. Las muestras se someten a tres tipos de análisis, físico-químico, isotópico y organoléptico mediante los que se obtiene un perfil de cada vino.
