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Adeje 23 de Mayo de 2013
Se encierra con sus hijos en casa
para protegerlos de la madre
En los juzgados de Arona, “nadie se hace cargo de la denuncia”, tanto el juzgado número 3 de familia como el número 7 de violencia, se van trasladando alternativamente el caso sin darle ningún curso hasta la fecha.
Ante la inacción de la justicia, un padre separado lleva encerrado más de dos semanas en su casa en Tenerife con sus dos hijos gemelos. Daniel Pérez Cañas, de 37 años de edad, padre de dos hijos gemelos de 9 años, lleva más de dos semanas encerrado con ellos en su casa ante el temor de que puedan ser entregados a su madre a la que acusa de maltratadora.
En el año 2005, alarmado por el abandono de cuidados a los que presuntamente eran sometidos los niños por la madre, acude a servicios sociales para pedir ayuda. La madre, al enterarse de esta circunstancia, lo denuncia por malos tratos en el juzgado de Violencia número 1 de Arona. A consecuencia de ello, Daniel pasa por los calabozos, se le imposibilita el contacto con sus hijos y queda sujeto a una orden de alejamiento. Pasado tres meses de la citada denuncia, la policía nacional descubre a la madre incurriendo en abandono de menores, lo que ocasiona que se le otorgue la custodia al padre y que de credibilidad frente a la citada denuncia de malos tratos, aunque no es hasta cinco años después cuando se le absuelve definitivamente.
A pesar de ostentar la custodia de los niños, en noviembre de 2010 decide darle a la madre una segunda oportunidad y le ofrece la custodia compartida de los menores, por periodos de 6 meses, aunque el convenio regulador expresa específicamente que los niños no podrán moverse de la Isla de Tenerife sin el consentimiento del padre. “Por razones personales y familiares”, deciden trasladarse todos temporalmente a Ponferrada, de donde es originaria la madre, y seguir ejerciendo la custodia compartida. Sin embargo, “la madre no se hace cargo de los niños durante sus periodos de custodia, dejándolos a cargo de una amiga y marchándose a vivir a Zamora, que dista 196Km de Ponferrada, visitando a los niños algunos fines de semana, en los que eran sometidos a maltrato”, según relata Daniel.
El día 14 de febrero de 2013, después de 14 días esperando a que la madre apareciera para hacerse cargo de los niños, decide denunciar el incumplimiento de Convenio por parte de la madre, así como los presuntos malos tratos a que son sometidos los niños, notificando al juzgado el regreso a Tenerife, donde los niños deben estar radicados según el Convenio Regulador.
En los juzgados de Arona, “nadie se hace cargo de la denuncia”, tanto el juzgado número 3 de familia como el número 7 de violencia, se van trasladando alternativamente el caso sin darle ningún curso hasta la fecha. Mientras tanto, la madre ha denunciado el incumplimiento del convenio regulador y el juez de Ponferrada, con fecha de 26 de abril ordena el traslado inmediato de los niños con la madre para que se cumpla el convenio regulador.
Debido a las circunstancias vividas por los niños, “que ya no quieren estar con la madre”, y ante la posibilidad de que la policía acuda al colegio a buscarlos para trasladarlos a Ponferrada, Daniel toma la decisión de encerrarse con ellos en su casa y acudir a los medios de comunicación, para solicitar a los juzgados de Arona que tramiten los procedimientos por él presentados en beneficio de los menores. El padre solicita también la exploración de los menores para que se le de credibilidad a sus denuncias de maltrato. “El exceso de protección hacia las mujeres ocasiona la indefensión de los niños cuando la maltratadora es una mujer, aquí estoy yo con mis hijos, esperando todavía, después de tres meses, a que decidan cuál es el tribunal que va a llevar los asuntos de mis hijos. Todavía no tenemos ni punto de partida”, declara.
Daniel cuenta con la Asociación "Justicia sin Género-Avilegen Canarias" que quiere denunciar su caso “para proteger a sus hijos de maltrato”.
Comentarios
Ánimo Daniel, no abandones esta lucha, quizás sea la más importante de tu vida. Por sobre todas las cosas ama a tus hijos, dales todo el cariño que puedas otorgar y recibe de ellos la fuerza más grande que te permitirá seguir luchando: ¡su felicidad!, su bienestar y por supuesto su cariño. Esta vida muchisímas veces no es nada justa y nos da donde más nos duele, que no es precisamente nuestras carnes sino las de otros que amamos, pero esta vida es una, que te quede claro, es sólo una, una para vivirla y otorgarnos el derecho de luchar por que sea la mejor posible. Con todo mi cariño por esta causa y por esos preciosos niños. Alguien que no les conoce, pero siente mucho las injusticias de este mundo. Una amiga.
¡Mucha Fuerza!
