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Canarias 18 de Septiembre de 2012
Durante las vacaciones la población
se relaja en los cuidados del corazón
Los expertos insisten en recuperar los buenos hábitos de vida
en cuanto a ejercicio físico y alimentación.

El inicio del curso, como arranque de un nuevo ciclo, es una oportunidad excelente para recuperar los buenos hábitos alimentarios y cambios favorables en el estilo de vida. Todo para cuidar nuestro corazón. Los expertos recomiendan a la población en general recuperar los buenos hábitos dietéticos con la vuelta al trabajo, que se van abandonando durante el verano, y recuperar la práctica de ejercicio para disfrutar de una buena salud física y mental.
Estas recomendaciones son especialmente importantes en el caso de la población que padece colesterol. Gran parte de la población mayor de 35 años tiene el colesterol alto, en Canarias estas cifras pueden ser aún mayores. Una dieta baja en colesterol produce una disminución de los niveles de colesterol total y de colesterol LDL que puede llegar hasta el 15%. Sin embargo, el período de vacaciones y la pérdida de las rutinas adquiridas durante el año, han podido llevar a una despreocupación en los hábitos de alimentación. Alimentos ricos en grasas saturadas perjudican la salud cardiovascular y pueden conllevar un incremento en los índices del colesterol LDL, popularmente conocido como colesterol malo.

El doctor Carlos Culebras, presidente de la Sociedad Canaria de Cardiología, insiste en que otro grave problema es el descuido en los tratamientos en personas con patologías cardíacas. "Muchos  pacientes toman numerosas pastillas y por un largo espacio de tiempo. Al final, este hábito puede ser abandonado o descuidar la toma regular de las mismas". Esto puede provocar, a juicio del especialista, que el paciente pierda la adherencia al tratamiento, que a su vez provocará "un empeoramiento de la calidad de vida, escaso control de su enfermedad,  aumento de probabilidades de recaídas, aparición de efectos secundarios, aumento del riesgo de muerte, crecimiento de la resistencia de la patología a los fármacos e incremento del gasto sanitario", concluye el doctor.

Para la World Heart Federation (WHF), la dieta es fundamental para mantener un corazón sano durante toda la vida. Aumentar el consumo de fruta, hortalizas frescas, verduras y legumbres; reducir la ingesta de azúcar y de sal; evitar el consumo de grasas saturadas; preparar los alimentos cocidos, al horno, al vapor o a la parrilla son sus recomendaciones más básicas.

Test con médicos y enfermeros
En el menú diario también debe incluirse el consumo de una leche fermentada con esteroles vegetales añadidos, con un beneficio en la reducción del colesterol LDL. Los esteroles vegetales, también llamados fitoesteroles, son compuestos naturales con una estructura similar al colesterol. Se encuentran en diferentes porcentajes en algunos alimentos como verduras, frutas, frutos secos, etc.; pero en las leches fermentadas se añade la cantidad justa para un consumo más placentero y agradable.

Un test realizado en Canarias, entre médicos y enfermeros con colesterol demostró cómo el consumo de este tipo de leches fermentadas provocó una disminución de colesterol en sangre en aquellas personas que tomaron el producto con regularidad. Además, en este estudio se observó que el consumo de leches fermentadas es complementario y sumatorio al propio efecto incluso de los fármacos para la reducción del colesterol. Los propios médicos y enfermeros que fueron objeto de este test aconsejan seguir las pautas de consumo diario de este tipo de productos y tener una dieta y ejercicio físico adecuado a la edad de cada persona.

Este test también se realizó exactamente igual en la Península pero con pacientes con altos índices de colesterol y que tomaban fármacos con regularidad. En el mismo se llegaron exactamente a las mismas conclusiones de reducción de colesterol en aquellos individuos que diariamente tomaban leches fermentadas con esteroles vegetales.

Los esteroles vegetales han demostrado en multitud de estudios clínicos su eficacia en la reducción de la absorción intestinal de colesterol y, por lo tanto, de sus niveles en sangre. A su vez, está sobradamente establecida la relación entre elevados niveles de colesterol en sangre y la incidencia de enfermedades isquémicas del corazón, como la angina de pecho o el infarto agudo de miocardio. También existe una gran evidencia científica que avala la relación entre la reducción del colesterol en sangre, especialmente la fracción más aterógena, el colesterol-LDL, también conocido como “colesterol malo”, y la reducción de la mortalidad por cardiopatía isquémica.