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Canarias 12 de Octubre de 2012
Las consultas dermatológicas
aumentan un 20 por ciento tras el verano por el contagio de hongos en las uñas

La época estival es especialmente proclive para la aparición de onicomicosis: hongos en las uñas de pies y manos o en diferentes partes de la piel como ingles o pliegues, que producen infección.
Estos microorganismos afectan al 20 por ciento de la población entre 40 y 60 años y además de una incomodidad estética, son un problema médico por el dolor, las molestias o las alergias que pueden llegar a producir. Suponen también el 50 por ciento de las alteraciones ungueales que se registran en las consultas dermatológicas, sobre todo los dermatofitos, comúnmente conocidos como tiñas.

Se trata de parásitos de origen vegetal que se alimentan de la queratina –proteínas de la piel- o de restos celulares y que en cuestión de poco tiempo producen infestaciones que pueden incluso llegar a ser de carácter bacteriano. También suelen venir acompañadas de fisuras en la piel, picor o enrojecimiento según la zona en la que hayan aparecido. El tratamiento y sintomatología varía en función del tipo de hongos contraído.

La principal causa de contagio es el contacto directo con espacios en condiciones de humedad y calor elevadas y de especial concurrencia de personas; el sudor, un calzado inapropiado, no secar de forma adecuada entre los pliegues de los dedos o por heridas que se producen al hacer deporte. Si bien la aparición de hongos en las uñas también puede ser síntoma de otras patologías como la diabetes, la tensión alta o la mala circulación.

En cualquier caso, erradicarlos se ha convertido en un reto médico importante para los dermatólogos por la dificultad que presenta y el elevado impacto en la sociedad, así como el alto índice de contagio, especialmente en verano. Sin embargo, por norma general, no es hasta pasadas las vacaciones cuando las personas que padecen estas infecciones deciden acudir al dermatólogo para su diagnóstico. Produciéndose entonces un incremento del 20% de las consultas por este motivo y un consiguiente aumento en la dificultad del tratamiento si no se ha abordado con suficiente antelación.

El láser es el tratamiento más eficaz contra los hongos
Los dermatólogos insisten en que la mejor medida para evitar el contagio de los hongos es la prevención. Conviene usar zapatillas o zapatos protectores si se va a hacer uso de espacios públicos con especial humedad y calor como vestuarios o duchas; no compartir el calzado, calcetines ni las toallas para evitar contagiarse unos a otros. También es importante secar correctamente las zonas con pliegues y usar cremas hidratantes que hacen más resistente la piel ante agresiones externas.

Y en caso de sufrir contagio de hongos, en la Clínica Dermatológica Ivalia Dermis contamos con la más avanzada tecnología para erradicarlos en pocas sesiones y con una efectividad que alcanza casi el cien por cien. Un tratamiento láser de apenas 15-30 minutos por sesión y que no produce dolor ni otros efectos secundarios que sí podía producir la medicación aplicada hasta hace poco tiempo para este tipo de infecciones. Sobre todo en pacientes con intolerancia a algunos fármacos.

Con una intensidad y temperatura controlada, la luz del láser actúa de forma selectiva atravesando la porción de uña afectada, sin tocar el tejido sano que la rodea ni la raíz y permitiendo, por tanto, que ésta pueda seguir creciendo mientras el paciente la corta normalmente. Además, el láser esteriliza la uña y mata las esporas del hongo hasta eliminar por completo su aspecto desagradable en un plazo aproximado entre cuatro y cinco meses.

Esta novedosa técnica aplicada contra los hongos resuelve el problema prácticamente sin dolor para los pacientes, suplantando los prolongados y costosos tratamientos que hasta hace pocas fechas se presentaban como única solución. Productos que se aplicaban en la zona afectada o medicaciones recetadas incluso durante 6 meses, que dificultaban la continuidad del mismo por parte de los afectados y que en muchos casos suponía interrumpir la actividad cotidiana.