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Canarias 20 de Marzo de 2012
La crisis económica puede afectar
al desarrollo físico e intelectual
de la población infantil
Advierten de los efectos que la crisis puede tener sobre la infancia
y piden a los padres que traten de superar este estado anímico
en beneficio de sus hijos.

La infancia es una etapa clave en el proceso de desarrollo físico e intelectual del ser humano y, por lo tanto, una adecuada alimentación, junto con una estimulación psicoafectiva correcta durante los dos primeros años de vida van a ser determinantes para que éste se lleve a cabo con normalidad.
El jefe del servicio de Pediatría de USP La Colina, Amado Zurita, advierte por ello a los padres y a la sociedad en general sobre la necesidad de adoptar medidas preventivas que reduzcan este riesgo, “siempre dentro de las posibilidades que la coyuntura económica actual permita”.

“Está más que demostrado que una nutrición inadecuada durante los primeros 24 meses de vida limita la maduración neuronal”, indica el pediatra, al tiempo que señala que al final del primer año de vida se alcanza el 70% del peso del cerebro adulto. Sin embargo, añade, la alimentación no lo es todo, pues las situaciones de estrés pueden afectar de forma negativa al otro eslabón fundamental del desarrollo, que son los estímulos sensoriales y afectivos.

La crisis y el desempleo, así como el estrés que ambos están produciendo en la sociedad condicionan el ambiente familiar, por ello el doctor Zurita también se refiere la manera en que esta situación dificulta el apropiado desarrollo del niño. Desde su punto de vista, los padres deben evitar trasmitir a sus hijos sus miedos e incertidumbres y superar este estado anímico, pues de lo contrario pueden generar en ellos problemas emocionales, depresiones y baja autoestima.

El doctor Zurita se refirió a estudios del doctor Fernando Mönckeberg en los que llama la atención sobre cómo la nutrición, y por tanto el desarrollo intelectual del niño, dependen de un factor fijo, como es el potencial genético, y de otros variables, como son los condicionantes sociales, económicos y culturales; y que ambos pueden incidir tanto de forma positiva como negativa.

Generaciones futuras
“A los pediatras nos corresponde informar a médicos, autoridades sanitarias y padres sobre estos riesgos y sobre la necesidad de minimizarlos en lo posible”, subraya el doctor Zurita, para luego dejar claro que, de lo contrario, estaremos contribuyendo a mermar la potencialidad de las generaciones futuras.

Asimismo, considera que incidir sobre esta situación con medidas preventivas implicará un consumo global de recursos públicos muy inferior al que se deberá realizar después, cuando ya se haya producido el daño. “Todo ello sin tener en cuenta, el gran potencial humano que se habrá quedado por el camino”.

En resumen, un aporte energético adecuado según la edad y desarrollo del niño, junto a estímulos psicoafectivos tan simples como abrazar, besar, hablar y disfrutar con nuestros hijos son básicos para su futuro. “Los padres deben evitar además el aislamiento y procurar dedicar a sus hijos el tiempo necesario”, hace hincapié el pediatra, quien recomienda a los padres consultar con un especialista cuando aprecien algún problema de desarrollo en sus hijos.

“Una vez alcanzado el objetivo de un desarrollo nutricional y madurativo adecuado a su edad; a partir de los dos años, los padres han de dirigir sus actuaciones a favorecer su seguridad, prevenir accidentes y fomentar su autoestima, pues ello condicionará su futuro proyecto de vida”, apunta.

El doctor Zurita abunda además en la necesidad de que los médicos traten de acercarse a las condiciones sociales de la familia y no limitarse a las cuestiones estrictas de salud, pues ello les permitirá fortalecer su papel como agentes sanitarios y, al tiempo que detectan enfermedades, prevenir muchas otras. “La crisis no nos puede servir de excusa. El ser humano tiene capacidad para superar las adversidades y por lo tanto no debemos caer en el desánimo y dejarnos arrastrar por la corriente, en situaciones críticas debemos levantar la cabeza más si el futuro de nuestros hijos es lo que está en juego”, concluyó. 

Un completo servicio
El doctor Zurita dirige el nuevo servicio de Pediatría de USP La Colina, que es una de las unidades privadas de atención sanitaria infantil más completas de la Isla y que está compuesta por otros siete pediatras. De hecho, en este equipo se integran profesionales de reconocida experiencia y que están especializados en neurología, gastroenterología, nefrología, neumología, nutrición, endocrinología y cuidados intensivos pediátricos. En concreto, se trata de los pediatras María Elena Fraga Hernández, Carmen Rosa Rodríguez, José León López, José Ramón Alberto Alonso, Mónica Ruiz Pons, Lucía Martín Viota y María José Hernández. Con su puesta en marcha, la dirección de USP La Colina ha dado un paso más en la ampliación y mejora de su Cartera de Servicios para así ofrecer a la población de Tenerife una atención sanitaria de calidad.