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Canarias 29 de Junio de 2012
Uno de cada cuatro canarios se “olvida” de cepillarse los dientes durante las vacaciones de verano
A la poca higiene bucal en esta época del año se le suman otros factores de riesgo como el aumento de temperaturas que afecta directamente a la hidratación de las mucosas.

El verano es sinónimo de descanso y de ruptura de las rutinas que nos acompañan durante todo el año. Algunas de ellas, especialmente las relativas a nuestra salud, tienen que seguir manteniéndose pero nos cuesta mucho hacerlo.
A muchos ciudadanos, en la época estival, se les olvida cepillarse los dientes; concretamente, “uno de cada cuatro canarios deja de lavarse los dientes total o parcialmente, precisamente en el momento donde tomamos más bebidas azucaradas y comemos más helados”, según afirma Pablo Ramírez, vicepresidente del Colegio de Dentistas de Las Palmas, que ha participado en una rueda de prensa hoy para advertir de los peligros para la salud oral de la época estival.

Esta falta de limpieza bucal, sigue explicando Ramírez, se debe a “distintos factores como el cambio de costumbres, la modificación de los hábitos de vigilia y sueño o el olvido del cepillo de dientes cuando salimos de casa”. De entre los grupos de población que más descuidan estos hábitos destacan los jóvenes frente a los adultos, y los hombres frente a las mujeres. Para prevenir problemas de higiene bucodental en verano y también mostrar la correcta forma de cepillado (una de las principales consultas que reciben a diario los dentistas), el Colegio de Dentistas de Las Palmas ha preparado una serie de recomendaciones, que estarán disponibles en su página web oficial, coelp.es, junto al vídeo del correcto cepillado dental.

Riesgo en vacaciones
Para el vicepresidente del Colegio de Dentistas de Las Palmas, "la época de vacaciones es una de las de mayor riesgo reporta, ya que es muy propicia para el abandono temporal de los hábitos de higiene diaria por la alteración de los horarios, el olvido del cepillo o la imposibilidad de lavarse los dientes cuando pasamos el día fuera de casa. Si a esta circunstancia añadimos el abuso de productos azucarados, el aumento en el consumo de tóxicos como café, tabaco y alcohol y una alimentación desequilibrada, estamos favoreciendo la proliferación de microorganismos en la boca".

Además, a esta escasa higiene se pueden sumar otros factores de riesgo, como el incremento de las temperaturas. Esta circunstancia puede derivar en cuadros de deshidratación, con un efecto directo sobre la salud de la boca. "Cuando una persona se deshidrata, disminuye su capacidad de salivación. Del mismo modo, la saliva pierde parte de su capacidad como desinfectante local, dando lugar a procesos de gingivitis y periodontitis y, en casos extremos, aftas y sequedad oral con sobreinfección por hongos", comenta el propio Ramírez. No obstante, los dentistas también destacan que aquellas personas que sufren algún tipo de enfermedades, como gingivitis o enfermedades periodontales, siguen cuidando la higiene bucal en verano ya que conocen los riesgos que puede producir.

Como consecuencia de la falta de cepillado se produce un aumento de enfermedades, según Ramírez. "Cada día formamos la placa dental compuesta por detritus de comida que se infectan por la bacterias contenidas en la boca o por aquellas que provienen de los alimentos -explica-. Esta placa dental debe de eliminarse cada día, si la dejamos, se extiende por todos los dientes se puede producir una inflamación dental que puede derivar en gingivitis, enfermedades periodontales e incluso en la pérdida de alguna pieza dental". La permanencia prolongada de esta placa, añade el vicepresidente de la entidad “conllevará la aparición de sarro, manchas bucales y mal aliento. La placa produce un descenso del nivel de PH de los dientes que hace que el esmalte dental sea más vulnerable a los ataques de bacterias externas, es decir, se pueden producir caries”.

Claves para una higiene total
Por otra parte, la directora de la Escuela de Higiene Dental, Purificación Ramírez, explica que para realizar un buen cepillado es preciso “limpiarlos al menos dos veces al día, en la mañana y en la noche”. Asimismo, “es necesario que se utilice un cepillo suave y pequeño para que pueda alcanzar todas las zonas de la dentadura”. La directora del centro especializado también insiste en recordar que “se deben cepillar no sólo los dientes, sino también la lengua y el interior de las mejillas”.

En ocasiones, los ciudadanos se olvidan de que para completar su higiene bucodental deben utilizar un buen locutorio e hilo dental. “Debemos usarlo al menos una vez al día”, explica Ramírez, que añade que “existen muchas técnicas para hacer un buen uso de hilo dental. Una de las más fáciles consiste en cortar un pedazo de hilo de aproximadamente de 30 centímetros y hacerle un nudo al final uniendo los dos extremos para formar un círculo. Esto te será de ayuda al momento de pasar el hilo entre los dientes y evitar que te lastimes las encías tratando de alcanzar los lugares más lejanos”.

Recomendaciones para el verano
No te olvides del cepillo de dientes. Cuidar de nuestra boca es el primer paso para tener una buena salud y lucir una sonrisa bonita. Se debe cepillar los dientes siempre que se ingiera algún alimento.
No abuses del azúcar. La alimentación es un factor clave en la formación de caries. Durante el verano se suele abusar de productos azucarados.
Mantén una dieta equilibrada. Para tener unos dientes y encías sanos hay que mantener una dieta equilibrada. Consume los cinco grupos básicos de alimentos y sustituye aquellos alimentos perjudiciales.
Cuidado con los alimentos y bebidas muy frías. Es habitual tomar productos fríos para hacer frente al calor. Sin embargo, pueden incrementar la sensibilidad dental, principalmente en aquellas personas que padecen esta molestia.
Reduce el consumo de aperitivos. Hay ciertos alimentos que tomamos como tentempiés -galletas o patatas fritas- que por sus características pasan más tiempo dentro de la boca lo que implica un mayor contacto con los dientes durante un tiempo más prolongado que dañan nuestro esmalte dental.
Evita el alcohol, bebidas colorantes y el tabaco. Para conseguir una sonrisa radiante hay que limitar el consumo de sustancias que pueden dañar y amarillear el esmalte, como tabaco, alcohol, café o chocolate. Además, el consumo de tabaco disminuye el flujo salival, contribuye a la aparición de manchas e incluso se incrementa el riesgo de padecer caries, gingivitis y cáncer.
Hidrátate. La boca pierde agua al igual que el resto del cuerpo. Una boca deshidratada es más propensa a la aparición de infecciones e inflamaciones.
Protégete del sol. Los rayos del sol son peligrosos para la piel y también para los labios. Por eso, utiliza una crema protectora siempre que estés expuesto al sol.
Que los dientes no perjudiquen tus vacaciones. Antes de partir de viaje, acude a una revisión al odontólogo para que evalúe el estado de salud de tu boca y prevenir posibles problemas.
Ojo con los deportes. Durante el verano es frecuente practicar más deporte al aire libre o actividades acuáticas, por lo que es frecuente la fractura de dientes. En caso de algún traumatismo dental, acude urgentemente al odontólogo.