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Adeje 4 de Junio de 2012
300 mil canarios padecen obesidad y solo el 10% se somete a cirugía para evitar el síndrome metabólico
El 30% de los niños canarios tiene sobrepeso y la mayoría no se somete a tratamiento alguno.

El XXV Congreso de la Sociedad Canaria de Cardiología que se celebró en Adeje, tuvo entre sus temáticas a tratar la cirugía bariátrica. Estas intervenciones están indicadas para el tratamiento de la obesidad mórbida. Esta patología es un grave problema en Canarias, ya que la Comunidad Autónoma posee un índice de obesidad infantil preocupante, alcanzando el 30%. Asimismo, en adultos, la cifra es un poco menor, el 15%. La atención temprana a estas personas podría rebajar significativamente el gasto sanitario.
El doctor José Ramírez, cardiólogo del Hospital Universitario Doctor Negrín, dedicará su intervención en el Congreso a disertar sobre esta temática. “La cirugía bariátrica es aquella que pretende paliar los efectos de la obesidad en el paciente y que busca que pierda peso y se mantenga así. La efectividad de estas intervenciones rondan entre el 80 y el 90%, en el porcentaje restante no conseguimos el objetivo que nos planteamos, que es que pierdan al menos el 75% del exceso de peso que poseen”, indica el especialista.

Lo cierto es que solo el 10% de las personas que lo necesitan se someten a estas intervenciones. “Sobre todo por temor a la operación”, matiza Ramírez. Sin embargo, “la más agresiva es solo un tipo de estas intervenciones, que es el baypass biliopancreático. Con este tipo lo que pretendemos es obtener un efecto hormonal además de físico. Se trata de que el paciente no absorba toda la comida. Es decir, que si ingiere 1.500 calorías, solo absorba 600”. A parte de ésta, existen otras intervenciones menos agresivas, aunque sus resultados varían según el caso.

Enfermedad incurable
El doctor Ramírez deja claro que “la obesidad no se cura y su origen hasta el momento es desconocido. Se trata de una reacción del organismo que se empeña en acumular grasa para usarla en otro momento como energía. Es una perversión biológica, dado que en la actualidad no precisamos de esa acumulación de energía porque no existen épocas de escasez como podía ocurrir en la antigüedad. Por eso se cree que esta patología posee un fuerte componente genético”, explica el doctor.

Por ese motivo, por ser una enfermedad incurable, “debemos conseguir que el paciente pierda peso al tiempo que luchamos contra su propio organismo que se empeña en acumular esas grasas. Las cirugías bariátricas logran poner freno al síndrome metabólico, que provoca hipertensión, diabetes, enfermedad cardiovascular, artrosis (por la sobrecarga en los huesos) y finalmente, la muerte, por eso se denomina obesidad mórbida, este último término significa eso”.

Estos síntomas y problemas asociados a la obesidad pueden mejorar si el paciente se acerca a los índices normales de masa corporal, que se sitúan entre 18 y 25. “Nuestro objetivo es que se establezca por debajo de 30. De este modo el paciente estará más delgado, mejorará su condición física y tenderán a desaparecer las patologías descritas con anterioridad”, matiza el doctor.

Las intervenciones bariátricas se agrupan en distintos tipos, según la técnica utilizada. El doctor José Ramírez detalla que “existen las restrictivas, como la consistente en la colocación de una anilla en el estómago. El problema de este método es que precisa de una gran colaboración del paciente, ya que aunque se sacie pronto, continúa teniendo hambre. En este caso el porcentaje de éxito no supera el 60%”. Por otro lado, también se encuentran “las operaciones que usan dos técnicas, tanto aquellas basadas en controlar la hormona del apetito, como las restrictivas, este es el caso de la Gastrectomía Vertical, o también conocida como manga. Se reduce gran parte del estómago y con él, la hormona que genera el apetito”. Esta operación es mínimamente invasiva, ya que se usa lamparoscopia.

El balón gástrico, un método ineficaz
Otro método es el balón gástrico, “aunque este no es recomendable, el propio Ministerio de Sanidad ha desaconsejado su uso, dado que no puede estar dentro del organismo más de 6 meses y produce un efecto contraproducente. Este elemento cuando se extrae comprobamos que ha provocado el efecto contrario del deseado y el estómago se queda más grande aún. Por eso, al paciente le costará aún más saciarse en el futuro”, detalla el cardiólogo.

En la actualidad se están utilizando nuevas técnicas, como los marcapasos gástricos. José Ramírez afirma que “con la colocación de un pequeño dispositivo se logra dar estímulos eléctricos a los nervios abdominales para que se sacie antes. Este método también precisa de la colaboración del paciente para que cambie sus hábitos alimenticios y practique más deporte”.

Por último, el especialista recomienda aplicar estas intervenciones en todos los centros públicos y anima a las personas con obesidad mórbida a someterse a estas cirugías si se lo recomienda su médico. Aunque son operaciones muy costosas, “lo cierto es que estamos invirtiendo en la propia sostenibilidad del Sistema Sanitario Público, ya que estas personas no sufrirán tantas enfermedades cardiovasculares, renales, oncológicas y otras asociadas a la obesidad en el futuro”.