Para que pueda ser publicado su comentario, por favor escriba un nombre de autor
Los siguientes comentarios son opiniones de los internautas, no de eldigitalsur.
No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
eldigitalsur se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere fuera de tema.
No está permitido realizar publicidad a través de los comentarios
Los comentarios enviados no se publican siempre al instante, depende de la hora pueden tardar en publicarse.
Adeje 21 de Julio de 2012
El catedrático Capafons Bonet asegura que para conseguir una buena relación
de pareja es esencial saber escuchar
“Es importante que nuestra pareja se sientan atendida y entendida”.

Juan Capafons Bonet, catedrático de psicología por la Universidad de San Fernando de La Laguna (ULL) y responsable del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de esa institución académica, cerró hoy, viernes, el curso Violencia cero en las relaciones de pareja, incluido dentro del programa de la vigésima edición de los Cursos y Talleres de la Universidad de Verano de Adeje, que promueven el Vicerrectorado de Relaciones Universidad y Sociedad y la Concejalía de Cultura de esta localidad del sur tinerfeño.
Capafons señaló que “la calidad de nuestras relaciones interpersonales, de nuestra relaciones de pareja, depende esencialmente de que sepamos escuchar a los demás. Escuchar, es muy distinto a oír, requiere de un esfuerzo mucho mayor al de hablar”. En ese sentido, lamentó que esta habilidad, que, afortunadamente, se puede aprender no forme parte de nuestra formación escolar.

El catedrático en psicología indicó que saber escuchar no es una cualidad fácil de alcanzar, a pesar de que todos o casi todos conocemos su importancia, pues deseamos, necesitamos, ser escuchados y nos incomoda, frustra o indigna si nuestros comentarios, ideas y opiniones son ignorados o subestimados.

Afortunadamente, reiteró, todos podemos aprender esta habilidad. La excelencia se desarrolla con la práctica. En ese sentido, aportó una serie de elementos, cinco en total, que, en su conjunto, ayudarán a escuchar mejor a quien nos habla y, en consecuencia, a facilitar una mejor convivencia: escuchar, sin interrumpir, lo que nos dicen, aunque no estemos de acuerdo con lo que dice el interlocutor, ya llegará nuestro turno para  defender nuestras ideas; mantener en todo momento contacto ocular con el interlocutor es imprescindible en toda conversación, un buen contacto ocular indica que estamos interesados en la persona y en la conversación, además de permitirnos sentir emociones subyacentes así como evaluar la expresión facial y el lenguaje corporal; verificar que hemos entendido lo que cuentan, repitiendo lo que ha entendido a su interlocutor, para ver si éste concuerda; haga preguntas abiertas sobre el contenido de la información que ha oído, pues con ello invitamos al hablante a dar más información y expandir sus conceptos a la vez de que reforzamos en él/ella la sensación de estar siendo escuchados; empatizar, compartir los sentimientos, es otra habilidad a la hora de escuchar.

En resumen, señaló, es importante que los dos miembros de la pareja se sientan atendidos y entendidos. Trasmitir un buen mensaje y saber escucharlo es el principio de la violencia cero en cualquier relación interpersonal.

Durante su ponencia, que presentó bajo el título Violencia cero: prevención e intervención familiar, el catedrático recordó al alumnado que cualquier relación entre pareja se enfrenta constantemente a un gran número de problemas. La pareja no necesariamente se basa en la felicidad absoluta, entre otras cosas porque ésta no existe. Vivir en pareja o andar con una pareja es en sí mismo una forma de hacerle frente a las situaciones propias de la vida, entre ellas los problemas de relación: sexuales, familiares, económicos,  de aceptación personal o de las otras personas, enfermedades, desempleos, de integración a las familias de origen, etcétera.

La resolución exitosa de cada uno de ellos, insistió, no será posible si existe una mala o nula comunicación, si se establece en la relación de pareja una especie de mal entendido dominio o lucha de poder. En muchos momentos, uno de los miembros de la pareja siente, cree y actúa como ti tuviera la razón o la verdad. Esto se manifiesta a través de juzgar recurrentemente al otro en tono de acusación: “Ya te lo dije”; “Tú siempre me haces lo mismo”. “Nunca estás cuando”. “Si me hicieras casco”. “Todo lo haces mal”. “No puedes con las cosas”,…,

Advirtió que algunos conflictos pueden ocasionarse de manera inconsciente y otros de forma totalmente consciente y aseguró que los efectos emocionales generados por ese mal entendimiento en muchos casos, trasciende de moderados a severos. La prevención y la detección temprana se convierten en aliados para poder erradicar la violencia familiar, máxime cuando dicha violencia parte de la pareja.

La ponencia estuvo acompañada de una serie de ejercicios prácticos, a través de los cuales los alumnos aportaron distintas soluciones para resolver el problema que se les planteaba.