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Tenerife 4 de Julio de 2012
Canarias tiene 23.500 millones de euros para invertir a corto plazo a pesar de la crisis financiera
En 2010 los canarios batieron su récord histórico de ahorro con más
de 26.128 millones de euros. No obstante, la crudeza de la recesión
ha provocado que un año después el ahorro haya disminuido 2.628 millones de euros.

Cada vez más conservador y defensivo, huye de los mercados más variables, se refugia en plazos cortos y con escasa cultura financiera.  Ese es el perfil de los ahorradores e inversionistas canarios que, a pesar de la crudeza del entorno económico y la escalofriante tasa de paro, lograron el año pasado un ahorro financiero de 23.500 millones de euros, aunque fue en 2010 cuando batieron su récord histórico con más de 26.128 millones de euros.
Un ahorro que fue protagonista del Foro “Cómo proteger su capital en Entornos de Incertidumbres", organizado por la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Santa Cruz de Tenerife y que contó con la participación del economista y asesor financiero, EAFI, Francisco J. Concepción Perera, y de la vicepresidenta de la Cámara, Ángeles Palmero.

Durante su exposición, Francisco Concepción, que es uno de los 74 profesionales en toda España que ha obtenido de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el Registro como Empresa de Servicio de Inversión, indicó que las turbulencias que azotan al sector financiero y la volatilidad de los mercados han orientado el ahorro y las inversiones de empresas y familias canarias a posiciones que priorizan la liquidez y el corto plazo, optando por activos de reparto como los depósitos a plazos más que por la capitalización.

Asimismo, señaló que el agravamiento de la recesión ha desembocado en una merma de la “riqueza” de las familias de la Islas. De hecho, en tan solo un año, el ahorro financiero en Canarias descendió más de 2.628 millones de euros. A esto se suma, el hecho de que “las familias canarias no suelen planificar sus necesidades futuras porque no tienen una cultura financiera sólida,  a diferencia de lo que ocurre con una gran parte de los hogares y empresas de países anglosajones y del norte de Europa”, tal y como apunto Francisco Concepción durante su ponencia en la Cámara de Comercio.

De hecho, a pesar del enorme volumen de datos económicos, este especialista en inversión financiera llamó la atención precisamente sobre “el déficit de información que tienen los empresarios canarios a la hora de gestionar su capital”. A su juicio “el bombardeo de información sobre la situación de los mercados, provoca un estado de pesimismo y confusión que desemboca en una pérdida de oportunidad de optimizar sus excedentes económicos”.

Precisamente, la vicepresidenta de la Cámara de Comercio se refirió al estado anímico del sector empresarial señalando que  “las noticias negativas sobre el estado de la economía en España y las finanzas en la zona Euro han generado un entorno de incertidumbre, de miedo  y pesimismo en el conjunto de la sociedad española”.   Una situación que – a juicio de Ángeles Palmero-  se vive “con especial crudeza en las Islas, azotadas por una elevadísima tasa de paro y condicionadas por un recorte brutal de la inversión pública y una presión fiscal insoportable”.

No obstante, Francisco Concepción opinó que “la crisis, desde una vertiente más positiva, ha abierto grandes oportunidades para hacer crecer el dinero de los canarios”. En este sentido, defiende que “hoy más que nunca se requiere una planificación y una gestión más activa de la cartera de inversión”.  Por eso, aboga por la implantación de una mayor cultura financiera en el empresariado de la Isla, que debe asesorarse y formarse de tal manera que pueda evaluar bien las propuestas, entender los activos donde está invirtiendo y ser conscientes de los riesgos porque siempre hay oportunidades de inversión”.  Añadió además, que “conviene ser cauteloso en cada movimiento para escoger siempre de forma muy selectiva la mejor opción de inversión”.

En cuanto a la evolución del contexto económico, Francisco Concepción, señaló “que los últimos acontecimientos como el compromiso firme de las instituciones europeas por salvaguardar el euro y colaborar para que todos los países miembros salgan adelante invitan hacia una visión más optimista sobre el futuro, aunque la prudencia se impone en coyunturas como ésta”.