Para que pueda ser publicado su comentario, por favor escriba un nombre de autor
Los siguientes comentarios son opiniones de los internautas, no de eldigitalsur.
No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
eldigitalsur se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere fuera de tema.
No está permitido realizar publicidad a través de los comentarios
Los comentarios enviados no se publican siempre al instante, depende de la hora pueden tardar en publicarse.
Tenerife 2 de Abril de 2012
IUC acusa a Doménech de “practicar franquismo”
La lógica de Doménech “implica que si los estudiantes de AMEC le acusan de ser autoritario podrá expedientarlos y sancionarlos, porque él no se ve a sí mismo como tal”

Ramón Trujillo, coordinador de Izquierda Unida Canaria (IUC) en Tenerife, rechaza la aplicación de un reglamento de 1954, por parte de la Universidad de La Laguna, para sancionar a once estudiantes de Asamblea del Movimiento Estudiantil Canario (AMEC), “porque eso es como sancionar a estudiantes alemanes con un reglamento de Hitler.
Aplicar una normativa franquista es practicar franquismo y eso es lo que
hace un rector que, además, quiere imponer coactivamente su opinión a unos estudiantes que criticaron la tramitación de unas becas y no se retractan de sus críticas. Lo que debiera hacer el rector es derogar el reglamento y abstenerse de sancionar”.

El rector ha decidido sancionar a nueve estudiantes del grupo claustral de AMEC privándoles de una de las convocatorias de examen a que tienen derecho y a otros dos les ha privado de dos convocatorias. Para Trujillo, la lógica de Doménech “implica que si los estudiantes de AMEC le acusan de ser autoritario podrá expedientarlos y sancionarlos, porque él no se ve a sí mismo como tal y, por lo tanto, entendiendo que su concepto de “autoritario” tiene el estatus de verdad objetiva e inapelable, mentiría quien le atribuyera esa característica”.

Trujillo afirma que “toda crítica puede considerarse que lesiona la buena imagen de quien la recibe y que, por lo tanto, debiera ser objeto de sanción. Pero tal postura es más propia del fundamentalismo religioso que de una cultura democrática y tolerante que entiende que la crítica contra personas e instituciones, acertada o equivocada, no implica faltar el respeto ni a unas ni a otras”.