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Tenerife 12 de Abril de 2012
El Gobierno central incrementa las tasas aéreas en la isla entre un 18 y un 26 por ciento
Carlos Alonso considera que, en menos de seis meses, "el PP ha quitado las bonificaciones, suprimido las ventajas de volar a Tenerife Sur y aumentado las tasas".

El Gobierno central ha subido entre un 18,7 y un 26,1  por ciento las tasas aéreas que deben pagar las aerolíneas que operan en Tenerife con Aena por la prestación de determinados servicios, según se desprende del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2012.
El vicepresidente económico del Cabildo y consejero insular de Turismo, Carlos Alonso, recuerda  que, en menos de seis meses, "el Gobierno del PP ha quitado las bonificaciones, ha suprimido las ventajas de volar a Tenerife Sur y ha aumentado las tasas aéreas, por lo que nos ha colocado unos cientos de kilómetros más al sur de España".

Los Presupuestos Generales del Estado incluyen subidas tanto en la tasa de aterrizaje que cobra Aena a las compañías aéreas (2,5% en Tenerife Sur y 2,4% en Tenerife Norte) como en la de pasajeros, que experimenta un incremento del 5 por ciento en ambos aeropuertos, pero sobre todo se incrementa la tasa de seguridad, que alcanza una subida del  66 por ciento.

Por ejemplo, para un vuelo de un A320 estándar procedente de Europa que aterrice en Tenerife Sur, con un 80 por ciento de ocupación,  la compañía aérea debería abonar en concepto de tasas aeroportuarias en torno a unos 2.000 euros de media por la operación, que equivaldría a unos 13,7 euros por pasajero,  lo que supone un incremento del 26,1 por ciento respecto al año anterior. En el supuesto de un vuelo de similares características con la Península, el pago de las tasas rondaría los 1.700 euros (+26,1%) y el coste aproximado por pasajero se estimaría en torno a los 11,6 euros/pasajero.

En el caso del aeropuerto Tenerife Norte, y estimando sobre los mismos supuestos de un vuelo estándar procedente de algún país europeo, el importe de las tasas podría alcanzar los 1.800 euros por operación, ó 12,3 euros por pasajero, una cifra que refleja una subida del 18,8 por ciento. Si el vuelo fuera con la Península, y siempre basado en estimaciones aproximadas, el conjunto de estas tarifas podrían representar una cantidad media de unos 1.500 euros (+18,7%) y un equivalente por pasajero en este supuesto de unos 10,4 euros por persona.

Al incremento de tasas aéreas y la desaparición de las bonificaciones que desde 2009 se aplicaban en Canarias para incrementar la competitividad del sector turístico, se une la pérdida de la ventaja que habían adquirido los aeropuertos de Tenerife Sur y Gran Canaria, de mayor volumen de pasajeros, al equipararse al resto de los aeródromos insulares en relación con las tarifas que aplica Aena. Con esta medida se pretendía impulsar el  papel estratégico de estos dos aeropuertos en relación con la dinamización de la actividad turística unido, como sucede en el resto del archipiélago, a aspectos como la insularidad, la situación ultraperiférica, el difícil contexto económico y del empleo y a una dependencia prácticamente exclusiva del sector servicios y, en particular, de la actividad turística.

Para Carlos Alonso esta situación es especialmente relevante si se tiene en cuenta que un aeropuerto como el de Girona, que por volumen de pasajeros sería similar al de Tenerife Norte, “sí goza de esta ventaja competitiva que hará que su tarifa de pasajeros se reduzca un 39,6 por ciento en vuelos con Europa y un 28,4 por ciento en vuelos internacionales”.

Sobre la repercusión que pudieran tener todas estas medidas sobre el  precio de los billetes, el consejero insular de Turismo piensa que “no sería de extrañar” ya que, a todo ello, se une también el mayor control del mercado que han adquirido ahora las compañías aéreas tras el cese de operaciones de Spanair, preocupadas también  por la disminución de sus márgenes como consecuencia del incremento del coste del carburante. “Está claro que las condiciones se han endurecido tanto para los turistas como para los propios residentes, que también verán reducida la cantidad que el Estado destinará a las bonificaciones a pesar de prometer que mantendrá el 50 por ciento de los descuentos en los precios de los billetes”.