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Arona 5 de Septiembre de 2011
Una mañana conociendo al Malpaís
de Rasca
Fotos: Dux Garuti
La Reserva Natural no esconde sus encantos, con solo comenzar a caminar desde la parte este de la costa, un sendero nos abre el paso para iniciar un recorrido lleno de una flora y fauna particulares.

G.C/EDS. Un par de horas antes de que el sol comience a ser más fuerte, a eso de las 9.00 horas, es un buen momento para ponerse en marcha. Agua, bocadillos, una cámara fotográfica y un calzado adecuado son suficientes elementos para disponerse a recorrer el Malpaís de Rasca.

La Reserva Natural no esconde sus encantos, con solo comenzar a caminar desde la parte este de la costa, un sendero nos abre el paso para iniciar un recorrido lleno de una flora y fauna particulares. El tiempo no transcurre, los largos y soleados días de verano se detienen a la vez que nos detenemos a admirar un lagarto, o a preguntarnos qué son esas extrañas plantas que hacen de arcén para no desviarnos del camino.

Es casi imposible apartar la vista del suelo volcánicamente rocoso, pues toda la vegetación anima a sacar muchas imágenes, hasta que un ave que sobrevuela la Reserva buscando su nido nos hace mirar hacia el mar, donde un grupo de buceadores escudriña los fondos marinos del litoral que rodea al Malpaís de Rasca.

El faro construido en 1978 y el antiguo, de 1898, nos permite hacer una parada más larga para comer. El olor de las pequeñas salinas, la brisa y el horizonte, donde se aprecia La Gomera, acompañan el ligero almuerzo; para recuperar fuerza antes de retomar la marcha.

Son tres Kilómetros desde El Fraile hasta el faro, y otros dos hasta El Palm- mar. Más de dos horas para apartarse del ruido, del estrés y de tanto cemento. Hasta que la urbanización, con sus casas y edificios que se comen las montañas, nos recibe recordándonos que nos queda un espacio natural que hay que cuidar y seguir protegiendo.
Comentarios
Abría que consultarle al ayuntamiento de Arona, cuantos servicios de conservacion de esta zona se estan ejecutando y con que periocidad. Seguro nos llevariamos una sorpresa. Antonio y Berto mucha bla, bla, pero no hay resultados.