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Canarias 15 de Mayo de 2011
Los infartos matutinos son más mortales
Según los expertos, los infartos son más mortales en mujeres que en hombres.
Según Andrés Iñiguez Romo, jefe de servicio de cardiología del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo, los infartos que se producen por la mañana tienen peor pronóstico que los ocurren a otras horas del día. Un infarto de miocardio ocurre cuando se bloquean los vasos sanguíneos que irrigan al corazón lo cual impide que llegue oxígeno suficiente a ese órgano, la consecuencia son daños permanentes o muerte del tejido cardíaco. Por eso, según este experto, “Independientemente del momento del día, cuanto más rápido se trate a alguien que está padeciendo un infarto, menor será el daño que sufrirá. Por eso, es esencial que cualquier persona que experimente síntomas de un infarto de miocardio llame a los servicios de emergencia de inmediato”.

Hace unos meses, según informa la Web de la Fundación Española del Corazón, científicos del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC) demostraron que la hora en que se producen los infartos influye en el daño que se ocasiona en el músculo cardiaco. Este estudio, publicado en la revista Heart, evaluó a 811 pacientes para desvelar que el tamaño del área infartada es mayor en aquellos individuos que habían sufrido un infarto entre las 6 de la mañana y las 12 del mediodía. La investigación descubrió que los infartos que ocurren entre las 6.00 am y el mediodía parecen producir la muerte de un área 20% mayor de tejido cardíaco, que los ocurridos a cualquier otra hora. Los expertos creen que los ciclos naturales del organismo de vigilia y sueño podrían explicar estas diferencias, pero es necesario llevar a cabo más estudios para confirmarlo.

Desde hace tiempo se sabe que el ritmo cardíaco influye en varios procesos cardiovasculares como la presión sanguínea, el ritmo cardíaco o la incidencia de los ataques cardíacos, que tienen tendencia a producirse más bien cuando la persona se despierta. Iñiguez Romo explica que la frecuencia ritmo circadiano “parece mayor a primeras horas de la mañana o de la madrugada, pues se sabe que luego baja su frecuencia”.

Andrés Iñiguez detalla que el infarto se produce por cambios “fundamentalmente en el tono simpático o parasimpático, en la actividad de agregación plaquetaria en la adineración  de caletecolaminas. De manera que, cualquier situación que cambia el tono simpático o parasimpático, cambia las condiciones hemodinámicas del sujeto y éste pasa de tener una tensión sistólica máxima de 90 a 140”. Estos cambios en placas ateromatosas, sigue el cardiólogo, “que están ya predispuestas a romperse puede ser el disparador que, de alguna manera, provoque que se acaben rompiendo”. Estos cambios de estrés y esa rotura de la placa genera un mecanismo de agregación plaquetaria y, al final, de trombosis que es lo que bloquea la arteria, apunta el cardiólogo.

Para el jefe de servicio de cardiología del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo, “el mensaje más importante que se debe transmitir al ciudadano en el ámbito del infarto es a dos niveles: primero, identificar el tipo de dolor y luego saber lo que ese dolor puede significar”.

De esta forma que, una persona que tenga dolor del tipo agresivo, como un peso en el centro del pecho que, lo más frecuente, es que se le irradie y vaya hacia el hombro o brazo izquierdo, un dolor que persiste al menos durante 15 ó 20 minutos, el paciente tiene que pensar que se trata de una angina de pecho prolongada y que, tal vez, pudiera ser un infarto.

En estos casos hay que actuar de la siguiente forma: acudir urgentemente al punto de asistencia sanitaria más cercano y hacerse un electrocardiograma que demuestre las alteraciones típicas que se producen en el infarto en las diferentes deliberaciones del electrocardiograma. Si el paciente no va precozmente,  el infarto puede o bien pasar desapercibido o lo que es peor, tener una muerte súbita por infarto. El tiempo es músculo, cada minuto de retraso en tratarlo hay una cantidad de músculo de corazón que se puede morir que se convierte en una cicatriz y que reduce la capacidad de bombear sangre del corazón y aumenta las posibilidades de que el paciente pueda morirse.

Andrés Iñiguez se lamenta de que la tasa de enfermedad cardiovascular y de infarto haya aumentado en España en los últimos años. Lo que sí ha disminuido en las últimas décadas ha sido la mortalidad total por infarto o por enfermedades cardiovasculares.“ Pero el número total de enfermos está creciendo y eso es señal de que las medidas de prevención no están siendo lo suficientemente efectivas”. En España, se producen 600.000 ingresos hospitalarios por enfermedades cardiovasculares al año. Al mismo tiempo, tenemos 20.000 muertes anuales por infarto (Lo que da una tasa de 440 por millón de habitantes).
Los infartos, más mortales entre mujeres que entre hombres.

La mortalidad por enfermedad cardiovascular, la primera causa de muerte entre las mujeres, es mayor que entre los hombres. Según la Fundación del Corazón de la Sociedad Española de Cardiología, las mujeres tienen un 50% de posibilidades de morir en su primer infarto; los hombres, el 30%. Los cardiólogos que participan en el XXIV Congreso de la Sociedad Canaria de Cardiología explican que las mujeres llegan más tarde a nuestros servicios. El cardiólogo Luis Rodríguez Padial detalla que los problemas coronarios aparecen más tarde en ellas, diez años después que en ellos, y además suele haber múltiples factores de riesgo. A veces eso enmascara el problema vascular y cuando llega al hospital está muy avanzado, más que en ellos. En ocasiones son ellas las que minusvaloran el dolor alarmante y lo achacan a otras causas. El problema es que el tiempo de reacción es clave para salvar su vida y tanta confusión lo dilata mucho más que en los hombres. Se diagnostican más tarde y por eso mueren más. El problema es que no asociamos problemas de corazón con mujer, apunta Luis Rodríguez Padial.
Sólo el 5% de embarazadas tienen problemas cardiacos importantes

Una mujer sana tolera, en general, los cambios que experimenta su organismo durante todo el embarazo. No obstante, los mismos cambios pueden provocar descompensaciones en el corazón de una gestante con antecedentes de cardiopatía. Si el riesgo es muy elevado para la madre, los expertos recomiendan interrumpirlo. Si este riesgo es aceptable, como ocurre en la mayoría de casos, se debe realizar un seguimiento escrupuloso durante todo el proceso y el posparto inmediato.

El embarazo supone una sobrecarga de trabajo para todo el sistema cardiaco de las mujeres, que suele notar dificultad para respirar e incluso taquicardias. Según Luis Rodríguez Padial, “globalmente los problemas que con más frecuencia presenta la mujer son de poca importancia como la taquicardia y las dificultades para respirar, pero está claro que hay una serie de problemas importantes que requieren seguimiento”.

Según este especialista,  “solo un 5% de las embarazadas tienen problemas cardiacos de consideración”. Los problemas de sobrecarga del corazón, apunta Rodríguez Padial, desaparecen tras el embarazo. Ocurre lo mismo con la hipertensión, que suele desaparecer salvo las embarazadas que ya lo tenían y cuya situación empeora durante el embarazo. No obstante, detalla este cardiólogo, aunque desaparezca hay que estar muy atentos porque en un segundo embarazo el riesgo puede ser incluso mayor y algunas pacientes pueden ser hipertensas para siempre. Otro problema es la glucemia estacional, que también suele desaparecer pero, eso sí,  indica una tendencia a desarrollar diabetes en el futuro. Por último, en cuanto a la miocardiopatía periparto que  aparece al final de la gestación o en el puerperio, tras el parto se normaliza el corazón, “aunque sabemos que tiene riesgo a desarrollar el problema pues en un alto porcentaje el corazón de estas mujeres se queda afectado para siempre, e incluso desaconsejamos el segundo embarazo”.