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Canarias 21 de Enero de 2011
La Sinfónica de Viena llega
a los escenarios del 27 Festival
de Música de Canarias
Ofrecerán dos atractivos programas sinfónicos con obras de Mozart, Brahms, Schubert y Mahler, los días 22 y 23, en el Auditorio de Tenerife y 24 y 25, en el Alfredo Kraus.
La orquesta Sinfónica de Viena regresa a los escenarios del Festival de Música de Canarias, bajo la dirección de su director Titular, el maestro italiano Fabio Luisi. La formación austríaca que atraviesa un momento de gran vitalidad y energía al frente de la batuta de Luisi, ofrecerá al público del Certamen dos conciertos en cada una de las sedes, el Auditorio de Tenerife (22 y 23 de enero) y el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria (24 y 25).

Primer Programa
Para su primer concierto la Sinfónica de Viena y Luisi ejecutarán dos sinfonías  geniales que fueron las últimas escritas por sus autores: La Sinfonía nº 41 `Júpiter´ de Mozart y la Sinfonía nº 4 de Brahms. En ellas sus autores regresan a las formas consagradas de la tradición, dejando en sus partituras las huellas clasicistas que marcarán los lenguajes futuros.

La Sinfonía nº 41 `Júpiter´ de Mozart, escrita en 1788, ha sido etiquetada, según el crítico García Alcalde,  de manera contradictoria: conservadora, revolucionaria, afirmativa, retrospectiva, experimental o testamentaria. “Si es verdad que recupera destellos de obras anteriores y que se cierra con un colosal homenaje a los maestros del contrapunto, no lo es menos que ese hipotético conservadurismo se comporta revolucionariamente”.

Nadie discute la genialidad de la sinfonía Júpiter, y para muchos arranca de ella, no de la Heroica de Beethoven, el concepto de la sinfonía moderna.  Para García Alcalde, Mozart construye fugadamente una grandiosa estructura de sonata, alcanzando con sintaxis transparente la fusión del gran arte del pasado y la forma más representativa de su propio momento histórico.

Para el autor del programa de mano de este concierto, “Es la afirmación de un genio que, en la cima de su poder, asocia oficio e invención para definirse y proyectar su luz sobre otros doscientos años de desarrollo de la sinfonía”.

JOHANNES BRAHMS. Cuarta Sinfonía en mi menor, op.98
Frau Fellinger, patrona de la casa de Mürzzuschlag (Estiria), donde Brahms veraneaba en 1885, pasó a la historia por un hecho singular: el rescate de las llamas del manuscrito recién terminado de la Cuarta Sinfonía. Había salvado la obra maestra antes que cualquier otro bien, garantizando así el conocimiento de la más grande y perfecta de las sinfonías de Brahms.

Para García Alcalde, “si se hace excepción del tercer movimiento, Scherzo, último en el orden de escritura, la Op.98 ilustra de manera concluyente la voluntad de recuperar las rigurosas estructuras y, con ellas, la noble expresividad del Clasicismo. Es opinión común que se trata de la más clásica de sus obras sinfónicas, si bien, para ser justos, habría que añadir que lo es sin merma de un apasionado acento romántico que proyecta a la perfección lo que en esta poética significa el genio brahmsiano”.

Curiosamente, el temor de los iniciados, que dejaba perplejo al compositor, contrastó con la entusiasta acogida del público en el estreno de Meiningen el 25 de octubre de 1885 y en las giras inmediatas con el propio Brahms y Bülow alternándose en el podio.  Para el crítico, lo más elocuente es el abandono de todo descriptivismo, sugerencia de ambiente o fondo programático, para ocupar en exclusiva el espacio de la música absoluta. La plena madurez de Brahms confluye con el crepúsculo de su vida, pero esta sinfonía tiene poco o nada de "otoñal" si se aísla de circunstancias biográficas. La monumentalidad y la energía de unos tratamientos nunca antes conocidos y, en definitiva, el arte brahmsiano cierra una época y abre el no menos potente sinfonismo postromántico y expresionista.

Fabio Luisi, director
Fabio Luisi nació en Génova en 1959. Comenzó sus estudios de piano a la edad de cuatro años y recibió su diploma de piano en 1978 en el Conservatorio Nicolò Paganini donde estudió con el profesor Memi Schiavina. Durante su estancia en Francia se dio a conocer junto con el pianista italiano Aldo Ciccolini, que había invitado a Fabio a estudiar con él en París. Continuó sus estudios de piano en Italia con Antoni Bacchelli y mientras trabajaba con Leyla Gencer como acompañante de ópera y con Rudolfo Celletti, despertó seriamente su interés por la dirección musical.

Más tarde se trasladó a Graz, donde estudió con Milan Horvat en el Conservatorio de Música. En 1983 se graduó con la “distinción más alta” y se le entregó su diploma como director. En 1984 debutó como director en Martina Franca, Italia, dirigiendo el Requiem de D. Cimarosa y en la Ópera de Graz dirigiendo Viva la Mamma de G. Donizetti; sus años allí le permitieron ampliar notablemente su repertorio.

Desde que emprendió su carrera internacional en 1987, podemos citar los siguientes hitos en su carrera: Staatstheater en Stuttgart (1987), Staatstheater de Mannheim (1987), Hessischer Rundfunk Sinfonie Orchester en Fráncfort (1988), Deutsche Oper de Berlín (1988), Ópera de Burdeos (1988), Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks (1989) y Gewandhausorchester Leipzig (1989). Ese mismo año debutó en la Bayerische Staatsoper de Múnich y en la Staatsoper de Viena y desde entonces, ha actuado con frecuencia como director invitado en ambos teatros.

En 1990 fundó la Grazer Symphoniker y permaneció como su director artístico hasta 1995. Ese mismo año fue nombrado director artístico y director principal de la Tonkünstler-Orchester de Viena, puestos que mantuvo hasta 2000. Con esta orquesta dirigió más de doscientos cincuenta conciertos, muchos de los cuales tuvieron lugar en el Salón Dorado de la Musikverein de Viena. Su gira en Japón con la orquesta fue tal éxito que desde entonces actúa allí habitualmente.

Actualmente Fabio Luisi trabaja habitualmente con orquestas de la talla de la Orchestre de Paris, Orchestra dell’Accademia Nazionale di Santa Cecilia de Roma, Kungliga Filharmonikerna de Estocolmo, Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks, Berliner Symphoniker, Filarmónica de Tokio, Filarmónica de Osaka, Orchestra del Maggio Musicale Fiorentino, Staatskapelle Berlin, Wiener Symphoniker, Münchner Philharmoniker, Dallas Symphony Orchestra, New York Philharmonic, Melbourne Symphony Orchestra, Orquesta Sinfónica de la Nhk de Tokio, Orchestre National de Radio France en París y Staatskapelle Dresden, así como con teatros de ópera y festivales como la Staatsoper de Viena, Bayerische Staatsoper de Múnich, Deutsche Oper y Staatsoper unter den Linden de Berlín, Staatsoper de Hamburgo, Opéra de la Bastille en París, Lyric Opera en Chicago, San Francisco Opera, Teatro de San Carlo en Nápoles, Teatro Carlo Felice en Génova, Teatro Comunale en Florencia, Festival de Bregenz, Festival de Lucerna y Festival de Gstaad.

Orquesta Sinfónica de Viena
Director principal: Fabio Luisi
Primer director invitado: Yakov Kreizberg
Directores de honor: Georges Prêtre y Wolfgang Sawallisch
“La Orquesta Sinfónica de Viena es como el agua de alta montaña de Viena”: proporciona a una gran ciudad el alimento básico más importante, de gran calidad, a un precio asequible y en una cantidad que alcanza realmente a todas las personas. Se ha cuidado esta calidad de manera consecuente desde 1900 y se ha exportado a todo el mundo a modo de publicidad y denominación de origen de esta ciudad musical. La Wiener Symphoniker es la orquesta de conciertos de Viena y la embajadora de la cultura, por lo que es responsable de la parte más significativa de la vida musical sinfónica. Las actividades de la Orquesta son múltiples, por lo cual, el vínculo entre la cultura musical vienesa tradicional y las nuevas formas musicales y de presentación constituye el aspecto más relevante. Por ello, en el Ayuntamiento de Viena, la temporada se anuncia con una fastuosa noche de baile, como “la Noche de la Orquesta Sinfónica de Viena”. Otra innovación la constituye el Ciclo de conciertos comentados, “El otro Concierto”, donde la música se transmite de una manera chistosa e inteligente. En la temporada 2007-2008, la Orquesta sinfónica de Viena cubrió más de ciento sesenta estrenos de conciertos y óperas, así como cincuenta conciertos de cámara y talleres. Desde 1980 existe también el gran ámbito de los Acontecimientos privados con un total de cuatro ciclos. A esto se añade unas intensas giras, que la Orquesta realiza regularmente por Europa, así como por otros continentes. Desde 1946, la Wiener Symphoniker cubre, en calidad de “Orquesta Residente”, la mayor parte de las producciones de ópera y conciertos en los Festivales de Bregenz. Como nuevo reto desde comienzos de 2006, es responsable de una parte importante de las producciones del Theater an der Wien, que desde ese momento es dirigido de nuevo como teatro de ópera