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Sur 28 de Diciembre de 2011
En busca del Niño
Foto: Dux Garuti
Un estudio denominado, “Tesis - loterías, retando a la probabilidad”, del estadista Manuel Ruiz Camacho, define la lotería como “un impuesto indirecto que nos hace muy felices”.
G.C/EDS. La suerte podría tocar dos veces en Granadilla de Abona, o por lo menos eso creen los vecinos que ahora van en busca del Niño, sorteo que se realiza el próximo 6 de Enero. Ya que al municipio granadillero llegó algún dinerito del quinto premio con el número 34.001 dotado con 60.000 euros a la serie vendido en la administración ubicada en la calle El Calvario, 26 de Granadilla de Abona, las colas en este establecimiento para comprar los décimos se hacen eternas.
Y es que acaso en estos tiempos de crisis ¿la lotería es la última esperanza? Según la experta en economía, Beyda Martínez, “más del 85% de las personas que siendo pobres se ganan la lotería, quedan nuevamente pobres en menos de tres años, y lo peor de todo, muchas quedan con deudas que antes de ganarse la lotería no tenían”, pero probablemente los nuevos ganadores del pasado sorteo del Gordo de Navidad piensen mucho en cómo ahorrar este dinero.
Un psicólogo, de la Universidad de Málaga, José Luis Zaccagnini, expone en un estudio las “contraindicaciones” de ganarse la lotería. “Envidia, acoso económico de empresas que quieren vender productos o servicios, desprestigio en niveles económicos, incluso la soledad pueden afectar la vida de una persona que se acaba de ganar la lotería. De momento en Tenerife, y en Canarias en general, los agraciados con el Gordo ven un alivio en sus economías, historias hay variadas. El verdadero reto, dice, “consiste paradójicamente en controlar nuestra vida después del gran terremoto: hacernos ricos de la noche a la mañana”.
Un estudio denominado, “Tesis - loterías, retando a la probabilidad”, del estadista de la UMA, Manuel Ruiz Camacho, define la lotería como “un impuesto indirecto que nos hace muy felices”. Ya que mientras tengamos un boleto o un décimo esperando el sorteo, nuestro estado de ánimo cambia positivamente porque fantaseamos más. “Aumentan nuestras emociones positivas cuando jugamos”, afirma.
Ruiz Camacho expone que el desarrollo matemático ha conseguido domar la incertidumbre de lo azaroso por medio de la estadística para demostrar científicamente lo que ya todos sabíamos, “que es muy improbable, pero no imposible, que nos toque la lotería”. Sin embargo, y aún en tiempos de crisis, un año más seguimos soportando colas en las administraciones y compartiendo décimos con familiares. “Nos hemos preguntado qué hay detrás de esta afición a los sorteos: ¿algo más que el aparente anhelo de convertirnos en millonarios?”.
Si hay algo más, o no, lo importante es saber jugar, no decepcionarse si no se gana, y sobretodo, ser las mismas buenas personas que éramos antes del gran premio.
“Tesis - loterías, retando a la probabilidad”
