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Canarias 29 de Septiembre de 2010
Canarias insiste en reclamar
la compensación del total del coste
del transporte de mercancías agrarias
Los productores ven imposible repercutir en los precios las variaciones
que se producen en los costes de comercialización.
La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias, Pilar Merino, manifestó ayer en el Parlamento de Canarias que el incremento del coste de los fletes en el transporte marítimo de las Islas aconseja un incremento en la subvención al transporte a la productos agrarios hasta cubrir la totalidad del coste de su traslado a Cádiz, como admite la Unión Europea, y que se incluya entre estos productos al plátano.
El sector ha reivindicado desde el establecimiento de una ayuda que cubra el 100% de los costes efectivos de transporte, incluidos todos los conceptos y no restringido al flete y las tarifas portuarias, haciendo realidad el principio de continuidad territorial con la Península que figura en la exposición de motivos del propio Real Decreto.
El Real Decreto 170/2009, de 13 de febrero, sobre compensación al transporte marítimo y aéreo de mercancías incluidas en el anexo I del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, con origen o destino en las Islas, establece una ayuda de estado que, en el caso de los productos agrícolas con destino a puertos europeos no españoles, consiste en “una compensación de hasta el 50 por 100 del coste del transporte, limitada dicha compensación, en todo caso, al coste del flete teórico entre Canarias y Cádiz”.
A los productores de las Islas les resulta imposible repercutir en los precios al consumo cualquier variación que se produzca en los costes de producción, transporte y comercialización, sobre todo si tenemos en cuenta la actual coyuntura de los mercados.
El tomate canario debe competir directamente con las producciones de tomate marroquí que se introducen en los mercados comunitarios en régimen preferencial y el plátano de Canarias se encuentra en una posición cada vez más comprometida de bajada de precios y pérdida de mercados debido a la firma de los acuerdos que se han producido este año con los productores de Latinoamérica por la que se ha realiza una bajada progresiva de los aranceles.
Se registra igualmente una falta de flexibilidad en la comercialización, puesto que, al hacerse necesaria la contratación en común de los barcos, el calendario de envíos no puede ajustarse a las condiciones del mercado, y serias dificultades en el mantenimiento de la cadena de frío, lo que favorece el desarrollo de enfermedades que aparecen en destino.
En Canarias no existe ninguna línea regular marítima que dé cobertura a las necesidades específicas del sector tomatero o el platanero. Los buques deben ser rápidos para disminuir el tiempo del trayecto, tener la adecuada tecnología en el sistema de frío para conservar el producto y además una capacidad de carga apropiada al ritmo de la producción y a la demanda del mercado.
Sector del tomate
La producción de tomates se expide principalmente mediante buques frigoríficos paletizados, contratados conjuntamente por las federaciones de exportadores de productos hortofrutícolas de las provincias de Las Palmas (FEDEX) y Santa Cruz de Tenerife (ACETO), con destino exclusivamente a los puertos de Southampton y Rotterdam.
Los costes totales de comercialización del tomate canario de exportación desde la salida del almacén de empaquetado hasta el punto de venta, si tomamos como referencia la campaña 2007/2008, ascienden a casi 28 euros por kilogramo, según las estimaciones de las FEDEX y ACETO.
El transporte de los tomates producidos en Canarias hasta los puntos de venta en los mercados europeos de destino implica un largo proceso desde que sale del almacén de empaquetado.
Lo que para la producción peninsular dura entre 12 y 14 horas, se convierte en 6 días para nuestras producciones, abarcando varias operaciones que encarecen tremendamente un producto de la más alta calidad. No sólo debe trasladarse el producto del almacén al muelle, donde se almacena en cámaras frigoríficas, sino cargarlo y estibarlo en los barcos, para luego, en destino, mantenerlos refrigerado para su posterior distribución.
La lejanía de los mercados de destino y los altos costes inducen debilidades asociadas a la fase de comercialización, como el elevado coste del transporte, que reduce la competitividad del producto en destino, al que debe añadirse en el caso de la isla de Fuerteventura, la denominada doble insularidad, pues sus producciones se envían previamente a Gran Canaria para posteriormente dirigirlas a destino.
Al principio y al final de la campaña, no existe volumen suficiente para que los buques frigoríficos paletizados naveguen con un nivel de carga rentable, por lo que, a fin de cumplir con algunos contratos, es preciso acudir al envío de los tomates mediante “trailers” o contenedores, utilizando los buques que estén ocasionalmente disponibles.
