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Canarias 30 de Noviembre de 2010
“AEI-Cluster Ricam” reclama
una regulación propia del sistema eléctrico canario
Para el “cluster”, la nueva legislación estatal es un duro golpe para las energías renovables y da al traste con la esperanza de complementar las rentas de los agricultores canarios al excluir la posibilidad de que se puedan instalar paneles solares en los invernaderos.
Ricam, el “Cluster” de Energías Renovables, Medio Ambiente y Recursos Hídricos de Canarias, apoyado por las Federaciones del Metal y Nuevas Tecnologías de Canarias, Femete y Femepa, asegura que los vaivenes y especulaciones que en el último año han sufrido las energías renovables en España han provocado una paralización casi total de la actividad y la inversión. Canarias no ha sido una excepción, aunque con particularidades importantes.
El Boletín Oficial del Estado publicaba la semana pasada la anunciada modificación de la normativa que ha supuesto la reducción generalizada de primas para la fotovoltaica, así como la eliminación de la percepción de las mismas a partir del año 26 contado desde su puesta en funcionamiento. Además, no se podrán realizar instalaciones sobre cubierta de invernaderos, hecho que va a suponer un serio contratiempo para los agricultores que confiaban en esta medida para la supervivencia de sus explotaciones.
En este sentido, Ricam califica de “grave” la situación en la que se deja al campo canario, “dado que, si bien el consumo eléctrico de la agricultura, en general, no es elevado, los invernaderos son superficies ideales para la instalaciones de paneles fotovoltaicos, ya que su ubicación es idónea y el impacto medioambiental y paisajístico es prácticamente nulo en un territorio con un alto porcentaje de su suelo protegido”. Para Ricam, “este cambio de legislación es una muestra más de que la realidad del territorio peninsular no puede seguir siendo trasladada a las Islas sin reconocer sus particularidades. El propio Plan Energético de Canarias (Pecan) prevé que en 2015 habremos alcanzado un 30%, cifra que parece complicada, habida cuenta del nivel en que nos encontramos”.
Por si fuera poco, Ricam en su estudio “Análisis de los sobrecostes de generación en los sistemas eléctricos insulares y extrapeninsulares” publicado este año, estima que Canarias soporta un coste extra de aproximadamente 800 millones de euros cada año por generar electricidad mediante derivados del petróleo. “Esto sin contar los costes de adquisición de derechos de emisión y los medioambientales. En dicho estudio, se muestra claramente que la energía eólica cuesta la mitad que producir electricidad con diésel o fuel, y que la fotovoltaica está a la par. Con estos datos, y en un escenario mundial en el que las energías renovables están reduciendo mes a mes los gastos de instalación y aumentando su eficiencia, resulta cada vez más injustificado no avanzar decididamente hacia un nuevo modelo energético para las Islas”.
Por ello, Ricam ha propuesto al Gobierno de Canarias “el desarrollo de un marco normativo diferenciado para el Archipiélago que pasaría por una nueva planificación que ponga en el centro a las energías renovables como fuente principal, dentro de un plan con objetivos ambiciosos. Para Ricam, una de las apuestas principales debe estar en el segmento residencial, permitiendo que las viviendas puedan consumir la energía que producen, cosa que actualmente está prohibido, y verter el excedente o cubrir las deficiencias mediante la conexión a la red”.
