Para que pueda ser publicado su comentario, por favor escriba un nombre de autor
Página
principal
Los siguientes comentarios son opiniones de los internautas, no de eldigitalsur.
No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
eldigitalsur se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere fuera de tema.
No está permitido realizar publicidad a través de los comentarios
Los comentarios enviados no se publican siempre al instante, depende de la hora pueden tardar en publicarse.
Canarias 26 de Marzo de 2010
IUC intentó cambiar la propuesta de CC sobre las salinas tradicionales
El diputado de IU Gaspar Llamazares expresó su “simpatía” por el “objetivo de preservar las salinas tradicionales del Archipiélago”.
Izquierda Unida votó a favor de la toma en consideración de la propuesta de Coalición Canaria sobre las salinas del Archipiélago, que fue rechazada el martes en el Congreso de los Diputados por 178 votos contra 165. Izquierda Unida quiso darle una oportunidad en la fase de enmiendas, pero al ser rechazada ello no será posible. IU pretendía que la propuesta se ciñera a la cuestión de preservar las salinas tradicionales.
El diputado de IU Gaspar Llamazares expresó su “simpatía” por el “objetivo de preservar las salinas tradicionales del Archipiélago”, y su “perplejidad ante el propósito genérico de impulsar una nueva regulación de la producción y la comercialización de la sal en toda España”. “Porque”, añadió Llamazares, “si bien la exposición de motivos tiene como eje principal la legítima defensa y protección de las salinas tradicionales canarias, el articulado se centra en la formulación de un nuevo estatuto jurídico para la sal comestible, sea cual fuere su procedencia, lo que parece más discutible y, en todo caso, merecedor de un estudio normativo mucho más profundo, no sólo en el ámbito legislativo español, sino en el marco del mercado único de la Unión Europea”.
Llamazares expresó su apoyo “a la preservación y desarrollo de las salinas artesanales, un legado patrimonial que merece su protección y conservación para las generaciones venideras del Archipiélago, una actividad cuya progresiva desaparición supone la pérdida de un patrimonio ambiental, cultural, histórico y humano”. “Por ello”, explicó el diputado de IU, “hubiera sido deseable que esta iniciativa parlamentaria tuviera por objetivo la revalorización de las salinas canarias, la promoción de su producto de alta calidad gastronómica, la transmisión del saber-hacer tradicional de los salineros a las nuevas generaciones, la recuperación del recurso paisajístico y ambiental”.
Sin embargo, según Llamazares “la administración canaria facilita la importación de sal de Gran Bretaña y no aprecia un recurso local de alta calidad como es la de las salinas tradicionales, por una cuestión de precio de mercado. En Canarias llegaron a existir más de 50 salinas y hoy apenas llegan a una decena. Lamentablemente, la mayoría de ellas están abandonadas o han desaparecido”.
Llamazares consideró que la propuesta de Coalición Canaria estaba mal planteada porque “pretender reformar el régimen de producción y comercialización de la sal en toda España – lo que equivaldría a modificarlo en toda Europa- es un paso que no se puede dar sin una reflexión a fondo no sólo en el ámbito legislativo y reglamentario, sino a través de un estudio en profundidad del impacto industrial y comercial de cualquier medida que se quiera desarrollar, sobre todo cuando se plantea un riguroso régimen de sanciones y regular los aspectos técnicos de la extracción. No olvidemos que la sal tiene origen no sólo en Canarias, donde su producción es mínima, sino en Cantabria, Valencia, Andalucía, Cataluña, Aragón y otras Comunidades Autónomas, con una producción total de más de 4 millones de toneladas anuales”.
En conclusión, el diputado de Izquierda Unida explicó que habría respaldado “un texto centrado en el apoyo a las salinas tradicionales canarias, pero no podemos apoyar un texto de carácter general, cuyo impacto podría tener graves consecuencias para el conjunto de la industria salinera española y cuya legalidad sería discutible en el ámbito del mercado único europeo”.
