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Adeje 20 de Julio de 2010
Isabel Hernández Valle: “La solución
de las dificultades de aprendizaje pasa
por una temprana evaluación del problema”
La intervención personalizada es primordial para lograr el éxito a la hora
de resolver las necesidades de cada niño.

Las dificultades específicas de aprendizaje en lectura y escritura es un problema que afecta a numerosos alumnos, cuya educación se puede ver perjudicada por la falta de un diagnóstico de esta situación.

Por este motivo, según explica Isabel Hernández Valle, directora en Psicología y profesora asociada de la Universidad de La Laguna, en el departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación, “el éxito en la resolución de problemas de aprendizaje en el niño pasa por su evaluación temprana”. Asimismo, “es primordial aplicar una intervención personalizada a través de programas específicos para cada alumno, en los que se establezcan los puntos precisos en los que se ve afectado su aprendizaje”.

Existen varios criterios de diagnóstico que, mediante pruebas, establecen las dificultades que los niños pueden encontrar durante su aprendizaje. “Contamos con cuestionarios para la detección temprana de dificultades específicas de aprendizaje, como el CUDEA, en el que se establecen los obstáculos que los niños encuentran en áreas como la lectura, la escritura y el cálculo”, señala Hernández Valle, quien añade que “la respuesta educativa que se está ofreciendo en la actualidad pasa por el refuerzo educativo, tanto en primaria como en secundaria, así como la adaptación curricular tras un informe psicopedagógico en el que quedan establecidos los problemas que encuentra el alumno durante su aprendizaje”.
“Por este motivo, problemas como la dislexia o la disgrafía son dificultades que se pueden tratar mediante una detección temprana y una aplicación correcta de los modelos de intervención, siempre personalizados y basados en un seguimiento al alumno”, concluye Isabel Hernández Valle, quien recuerda que “con anterioridad, primaba más el fracaso que la prevención, lo que dificultaba aún más la solución de estos problemas con los que se encontraba el alumno a la hora de desarrollar su aprendizaje y que suponía un reto mayor para los profesionales”.

Evolución legislativa
Las dificultades específicas de aprendizaje fueron por primera vez reconocidas en España a través de la LOE (Ley Orgánica de Educación) de 2006, que en su artículo 71 y 71.2 establece que “corresponde a las Administraciones educativas asegurar los recursos necesarios para que los alumnos que requieren una atención educativa diferente a la ordinaria, por dificultades específicas de aprendizaje, puedan alcanzar el máximo desarrollo posible de sus capacidades personales”.

“Canarias ha sido la primera Comunidad Autónoma en desarrollar este artículo”, establece Isabel Hernández Valle, que añade que “la normativa canaria establece unas necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE)”.

Éstas se dividen en necesidades educativas especiales, dificultades específicas de aprendizaje, trastorno por déficit de atención o hiperactividad, especiales condiciones personales o de historia escolar, incorporación tardía al sistema educativo y altas capacidades intelectuales.

Fuera de nuestro país se ha establecido durante años el criterio de discrepancia coeficiente intelectual-rendimiento, “que en España se considera como irrelevante, estableciéndose modelos basados en la respuesta a la intervención”.