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Guía de Isora 20 de Julio de 2010
Quiteria Alayón, nueva
centenaria del municipio
de Guía de Isora
La anciana reunió el pasado sábado
17 de julio en el núcleo isorano de Vera
de Erques a su hija, 4 nietos, 5 bisnietos
y demás familiares para celebrar su 100 cumpleaños.
La vecina del núcleo rural isorano de Vera de Erques, Quiteria Alayón Delgado, se convirtió en los pasados días en la segunda ciudadana de Guía de Isora que cuenta en la actualidad con más de cien años. Para conmemorar tan especial ocasión se reunieron en casa de su hija y yerno en Vera de Erques la totalidad de sus 4 bisnietos, 5 nietos y la única hija con vida de los cuatro que tuvo, Mari Carmen, además de otros familiares. Para la celebración no faltó la tradicional tarta y las velas pero sobre todo las flores, como el ramo que le entregó en nombre del Ayuntamiento de Guía de Isora la concejala de Tercera Edad, Ana Moriano, que estuvo acompañada también por el edil de Deportes, Antonio Álvarez. El ramo venía acompañado de una felicitación de puño y letra del alcalde del municipio, Pedro Martín.
Quitera Alayón nació el 13 de julio de 1910 en Vera de Erques, barrio donde conocería años después al que fuera su marido, Juan Carro Romero. Su hija Mari Carmen nos cuenta que se casó a los 25 años de edad. Como en Vera de Erques no existía por esa época iglesia había que bajar caminado hasta el pueblo vecino de Tejina, a unos 5 kilómetros. Al parecer durante la ceremonia a Quiteria le dio un mareo.
El padrino, José Pino, que vivía junto a la iglesia se ofreció para llevara hasta su casa donde le hicieron “un agüita” para que se recuperara y continuar la boda. Ese hecho hizo que en el pueblo la gente murmurase que la novia se había casado embarazada, circunstancia que quedó desmentida con el paso de los meses.
Quiteria tuvo 4 hijos. El primero nació muerto. Luego tuvo a Mari Carmen y a un hermano gemelo que falleció de pequeño. Según nos cuenta su hermana, el niño nació con seis dedos en uno de los pies y tras practicarle una operación para amputarle el sobrante, enfermó de tétanos y a raíz de ello falleció. Su cuarto hijo, Juan, falleció en diciembre de 2008.
Según su hija su estado de salud es muy bueno para su edad. Hasta la fecha no ha requerido de tratamientos prolongados. En la actualidad sólo toma dos pastillas diarias: una para la circulación y otra para la acidez, a raíz de que le detectaran piedras en la vesícula. Su movilidad es buena, camina sola y apenas requiere algo de ayuda para subir escaleras y además va al baño y se acuesta sin requerir ayuda de nadie. Otra de sus anécdotas es que en su vida jamás ha pisado la consulta de un ginecólogo. “No lo ha necesitado” sentencia su hija Mari Carmen. Desde los 40 años tuvo problemas con su dentadura y ahora luce en su boca una postiza. Tiene afectada algo su visión tras ser operada hace unos años de cataratas. Su principal problema en la actualidad es “su cabeza” ya que ya no recuerda casi nada. Cuando hace dos años falleció su hijo Juan se lo dijeron. Lloró en ese momento, pero después ya no recordó nada. Tampoco recuerda nada de su pasado, salvo algún rezado y un cantar sobre la Segunda Guerra Mundial que al parecer aprendió de un señor mayor del pueblo cuando ella era una niña.
Mari Carmen detalla que su madre “siempre ha sido una mujer muy ágil y dispuesta para el trabajo” y que de joven se dedicó a vender retamas del Teide a la Finca de Fyffes que usaban para producir estiércol. Recuerda que iba con mulas a buscarla al monte, y que cuando estaba nevado dejaba que las bestias abrieran camino para ella detrás apoyar sus pies sobre las pisadas de éstas. Sembró tomates, cultivó cereales y recolectó higos para pasar. Cargó poco a la cabeza, ya que tuvo la suerte de tener bestias de carga. También durante una época de su vida vivió en la zona de El Cedro, en los montes de Adeje, en una finca donde cultivaban papas, tenían cabras y vendía queso. Desde El Cedro también recogía leña que bajaba a vender al pueblo de La Hoya en Adeje, para el horno de pan de Pepa Mariano.
Su nieto Juan sospecha que el secreto de su longevidad está en el vaso de vino tinto que se toma de un trago al final de las comidas. Aunque su hija dice que también le gusta mucho el café, del que toma dos o tres tazas diarias. “Hay días que se olvida que ya tomó café y quiere repetir” confiesa Mari Carmen, que explica que “como de casi todo” y que “ahora es ya como una niña, y le encantan las golosinas, los dulces y hay que controlarla”.
Quiteria se quedó viuda a finales de los setenta y reside en la actualidad con su hija y yerno en Vera de Erques durante julio, agosto y septiembre. Durante el resto del año viven en Santa Cruz por motivos de trabajo, pero vienen a su casa de Vera de Erques casi todos los fines de semana. En invierno, por el frío, suelen venir sólo uno o dos fines de semana al mes.
Comentarios
MUCHAS FELICIDADES A LA SEÑORA Y Q VIVA MUCHOS AÑOS MAS, PERO YO TAN SOLO CON VER A LA MORIANO ME ERIZO COMO UNA GALLINA, LOS PELOS DE PUNTA, Y ENCIMA DON ANTONIO ALVAREZ, VAMOS Q LA SEÑORA NO PUDO TENER UN CUMPLEAÑOS MAS DESAGRADABLE, MANDA NARICES, MANDA BARRIGA.MUCHAS FELICIDADES A DOÑA QUITENIA
jajajajajajajajajajajajajajaja estoy de acuerdo con este comentario
YA Esta el pedrito , haciando campaña pero que sin verguenza .... de su puño y letra . puede ser alguien más demagogo ?¿
Me pregunto porque les molesta a algunos que el alcalde, o sus concejales feliciten a una anciana que cumple 100 años. ¿Dónde está la demagogia? Quizá sea sólo envidia o impotencia. Para lo primero el remdio es ajo y agua. Para lo segundo VIAGRA. Con perdón.
