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Tenerife 6 de Enero de 2010
Las farmacias afectadas por sentencia del tribunal afirman que “somos titulares de una oficina de farmacia concedida por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias con carácter definitivo desde la resolución del citado concurso”
La comisión gestora de los titulares de oficina de farmacia de la provincia de Santa Cruz de Tenerife afectados por la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, por la que se declara la nulidad del concurso del año 2001, en cuanto que representan al 80% de los perjudicados, consideran que “somos titulares de una oficina de farmacia concedida por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias con carácter definitivo desde la resolución del citado concurso”.
A los titulares de farmacias no se les ha comunicado ninguna circunstancia extraordinaria ni singular, que por parte de la Administración justifique un cambio de su situación. Además, con la introducción de la disposición adicional en la conocida como Ley de Turismo, aprobada por el Parlamento de Canarias el pasado 29 de diciembre, “sólo se pretende transformar nuestro derecho en mera expectativa, al conferirnos una simple autorización provisional, y justificando todo ello en que tiene que dar cumplimiento a una sentencia judicial”.
Con esta solución la Consejería no brinda una opción definitiva para solventar
los pleitos pendientes, todo lo contrario, “viene a generar y potenciar un mayor
número de litigios, al tiempo que compromete las arcas públicas canarias,
ya que las indemnizaciones que pudieran correspondernos saldrán del erario público”.
Esta situación caótica “que ni compartimos, ni defendemos, ni justificamos, a diferencia de lo que opina el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife, del que formamos parte y del cual no hemos tenido el apoyo que en la situación actual sería de esperar de un Colegio Oficial que nos representa”.
Por último, los afectados manifiestan que “nosotros no somos culpables de esta situación, nos hemos limitado a cumplir estrictamente las bases del concurso, siguiendo todos los requisitos exigidos, dejando lo puestos de trabajo que teníamos y nos hemos puesto al frente de una oficina de farmacia que la Administración nos concedió con carácter definitivo y que ahora nos quiere cerrar por un error suyo”.
