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Canarias 14 de Diciembre de 2010
Los productos canarios conquistan los paladares internacionales más exigentes
Los quesos y vinos del Archipiélago se abren hueco en mercados como Inglaterra, EEUU o China gracias a su calidad diferenciada y sabor único.
La orografía, los microclimas, y la situación geográfica del Archipiélago confieren numerosas particularidades a los productos agroalimentarios canarios, producciones cuya singularidad y calidad diferenciada los hace merecedores de reconocimiento internacional y los sitúa entre los más premiados en destacados certámenes de todo el mundo.
El World Cheese Awards, una de las citas más importantes de la industria quesera celebrada del 24 al 28 de noviembre en Birmingham (Inglaterra), distinguía la calidad de los 84 quesos canarios presentados a concurso este año con el reconocimiento de 33 medallas, que elevan a 153 el número total de trofeos obtenidos por la producción quesera de las Islas en ocho ediciones de participación ininterrumpida.
Todos los premios que recayeron en la Isla de Lanzarote fueron a parar a la misma entidad, Finca de Uga, que además obtuvo el premio Félix García al Mejor Queso de Canarias, en reconocimiento a la calidad del Queso Untado en Pimentón. Por Islas, Gran Canaria cosechó diecisiete distinciones, seguida de Fuerteventura con ocho-siete con Denominación de Origen Protegida Queso Majorero- Lanzarote con siete y Tenerife con una medalla.
Al éxito cosechado por los productos canarios fuera de nuestras fronteras se suma el prestigio alcanzado en los certámenes celebrados en las Islas, entre los que destaca el Concurso Oficial Agrocanarias 2010, organizado por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente del Gobierno de Canarias a través del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria y que distingue desde hace diez años a los mejores vinos y quesos del Archipiélago.
El máximo galardón de la presente edición, que se entregarán el próximo viernes, 17 de diciembre coincidiendo con el acto de entrega de los Premios Agrarios, Pesqueros y Alimentarios que convoca el Departamento Autonómico, recayó en Rojillo de la Quesería Finca de Uga, elaborado por BTL Lanzarote S.L, que obtuvo también el premio a la Mejor Imagen y Presentación.
La magnífica cabaña ganadera constituida por razas autóctonas, principalmente de cabras y ovejas, permite que cada isla desarrolle al menos un tipo de queso personal y único. La particularidad de poder elaborarse con leche cruda es una de las principales características que distingue a la industria quesera de las Islas de la del resto del mundo, proceso impensable en otras regiones por las distintas enfermedades presentes en el ganado del continente y que obligan al previo tratamiento térmico de la leche.
A esto hay que añadir que a pesar del creciente aumento de las nuevas tecnologías en la producción quesera -que ha conseguido optimizar los niveles de calidad- siguen siendo la técnica y la sabiduría de los maestros queseros y de las pequeñas queserías de muchos municipios de las islas, los que han hecho del queso canario uno de los productos emblemáticos de la gastronomía isleña.
Comercialización
Aproximadamente, 17.000 toneladas de queso son elaboradas al año en el archipiélago, con un consumo anual que supera en dos kilos la media nacional, algo más de 9 kilos por habitante y año. De hecho, Canarias es la comunidad española con mayor producción y consumo de quesos de cabra, siendo el queso semicurado el más vendido -3 kilos por habitante y año-, seguido del queso fresco, con 2,4 kilos por habitante y año.
La producción quesera de Canarias ha venido creciendo en los últimos años de forma paralela a su cabaña ganadera hasta alcanzar en los últimos años las 416.761 cabezas entre ovino (85.448), bovino (18.896) y caprino (312.417), siendo el Archipiélago la tercera comunidad autónoma en importancia en esta última especie.
Denominaciones de Origen
El Archipiélago cuenta con tres Denominaciones de Origen Protegidas: Queso Majorero, Queso Palmero y la recientemente concedida (septiembre de 2010) DOP "Queso de Flor de Guía-Queso de Media Flor de Guía-Queso de Guía". A pesar de su juventud, esta DOP ya conoce las mieles del éxito, al obtener el Queso de Media Flor Lomo Gordo el Premio Agrocanarias de la pasada edición, convirtiéndose así en el Mejor Queso de Canarias en 2009.
Elaborados de forma totalmente artesanal en los municipios grancanarios de Guía, Gáldar y Moya, los quesos de Flor de Guía, Media Flor Guía, y el Queso de Guía constituyen un excelente ejemplo de la singularidad de los quesos canarios
Se elaboran con leche de oveja de raza canaria, aunque pueden también encontrarse mezclas realizadas con leche de vaca e incluso de cabra de las razas locales. Su principal valor radica en ser el único queso de Canarias que utiliza para la coagulación de la leche un elemento vegetal, la flor del cardo, recolectada en la zona. De ahí su nombre "Flor de Guía" y su principal diferencia con la mayor parte de quesos europeos, elaborados con cuajo animal.
La DO "Queso Majorero" fue la primera en territorio español para quesos de cabra en el año 1996, un reconocimiento a la excepcional aptitud lechera de su cabaña ganadera y la tradición de siglos de pastoreo. Los Quesos Majoreros se elaboran en toda la isla, con leche cruda o pasteurizada de cabra, a la que se le puede añadir una pequeña cantidad de leche de oveja. Tienen forma cilíndrica y un característico dibujo en forma de rombos que reproduce la tradicional pleita o molde de palmera trenzada que se utilizaba antiguamente.
El reconocimiento de la calidad del "Queso Palmero" fue obtenido en 2002. La abrupta geografía y abundante vegetación de la Isla Bonita suponen un escenario único para el pastoreo de las cabras palmeras que producen una leche excepcional, ideal para la elaboración del queso por la calidad de sus proteínas.
Los quesos palmeros son los más grandes de toda España, llegando a alcanzar los de mayor tamaño los 15 kilos. Son elaborados con leche cruda en la propia explotación, y como quesos de manada, aquellos de más de 8 kilos que se han elaborado con la leche ordeñada de todo el rebaño.
Producción quesera
Al margen de las tres DOP que existen en Canarias, hay una importante producción quesera en el resto de las Islas. Por ejemplo, en Tenerife, la Quesería de Arico recibió un importante impulso en 2008 al ser elegido su queso curado de cabra con cobertura de pimentón y gofio el Mejor Queso del Mundo, entre más de 1.500 productos de todo el mundo, durante la penúltima edición de los World Cheese Awards, celebrados aquel año en Dublín.
En el Hierro, toda la producción quesera corre a cargo de la Cooperativa de Ganaderos de El Hierro, que cuenta con unos 410 ganaderos de los cuales aproximadamente un 85% son de caprino, 5% de vacuno y 10% de ovino. Una parte muy importante de la producción se ahuma con madera de higuera y tronco de tunera. Sus excelentes resultados le valieron una medalla de plata en la cata mundial del pasado año 2009.
En Lanzarote encontramos importantes queserías como Finca de Uga, El Faro o Montaña Blanca, donde predomina la producción de queso elaborado con leche de cabra de coagulación enzimática, lo que favorece que las vitaminas de la leche se mantengan en el queso, la mezcla resultante de este proceso es prensada pero no cocida, lo que contribuye a preservar sus excelentes propiedades originales.
En la actualidad, hay repartidas en todo el territorio insular alrededor de quinientas queserías inscritas en el Registro General Sanitario de Alimentos. Existen localidades en las que pese a su reducida extensión estas pequeñas explotaciones se cuentan por decenas e incluso centenares. Así, por ejemplo, en el municipio grancanario de Valsequillo existen hasta 60 pequeñas instalaciones.
Otro producto estrella
Junto a los quesos, la producción vitivinícola de Canarias constituye una de las mejores tarjetas de presentación de las Islas que debe a la diversidad de los suelos, al elevado número de horas de sol, al conocimiento de los viticultores y al dinamismo de nuestros enólogos y su perfeccionamiento de los métodos de elaboración, unos caldos con auténtica personalidad y con unas características diferenciales que los convierten en un producto exclusivo y competitivo dentro de un sector que reclama sabores diferenciados.
Los vinos isleños se han lanzado a la conquista de los paladares internacionales y ya se encuentran presentes en ciudades como Los Ángeles, San Francisco, Chicago o Nueva York, en Estados Unidos, país de destino del último envío conjunto de vinos canarios-10.000 botellas- realizado por bodegueros de las Islas en colaboración con la empresa pública Gestión del Medio Rural de Canarias (GMR Canarias), Promoción Exterior de Canarias (Proexca), las Cámaras de Comercio, y el Consorcio de Exportación Vitivinícola de Canarias.
Al éxito de esta iniciativa, se suman los contactos mantenidos con potenciales clientes de otros mercados de destino como China, Costa Rica o Suecia, que podrían abrir nuevas fronteras al vino de Canarias.
El viñedo es el primer cultivo en extensión en el Archipiélago, con más de diez mil hectáreas de terreno, de las cuales casi tres cuartas partes se dedica a la producción de vino de calidad. Canarias produce unos 25 millones de kilos de uva de los cuales casi 20 se destinan a vino con Denominación de Origen, con un valor de 70 millones de euros. En las Islas existen en la actualidad diez Denominaciones de Origen y 263 bodegas que elaboran un producto único premiado en certámenes nacionales e internacionales.
Nuestra uva y nuestro vino han sido los primeros productos en situar al Archipiélago en los libros de historia. Numerosas son las citas sobre el vino canario que incluyen en sus obras escritores como Shakespeare, Góngora o Walter Scout. Jefferson, el almirante Nelson o el rey español Carlos III, brindaban habitualmente con malvasía canario, entonces denominado "Canary".
En las Islas se cultivan más de un centenar de variedades de uva centenarias que forman parte de la rica biodiversidad de Canarias, y de gran pureza ya que han conseguido mantenerse al margen de enfermedades tan perjudiciales para este cultivo como la filoxera, que a principios del siglo pasado afectó a toda la producción vitivinícola del continente europeo.
La vid desempeña un importante papel de mantenimiento de los ecosistemas en zonas montañosas, evitando la erosión y otorgando además una gran belleza al paisaje. En numerosas zonas, el viñedo es, además, un cultivo ecológico, que requiere de escasos tratamientos químicos.
