Arona 27 de Noviembre de 2008
Igual con uno más, ni se nota
Es bochornoso lo que hay que tragar con todos aquellos que
en sus años de vacas gordas (que creemos que han sido
siempre), han estado jactándose de las ganancias que han tenido en sus empresas, llámense bancos, el sector del automóvil y la gran burbuja inmobiliaria que todavía colea, entre otras " joyas de la corona", sin que hayamos visto el final de esta historia.
En el tema de los bancos, hemos visto las salidas rimbombantes de los presidentes de estas entidades dando los datos de los cientos de millones de euros que su entidad bancaria había ganado en tal o cual ejercicio, pero ahora hay que tapar ese agujero negro que nos han dejado estos que hace poco "daban el dinero", hoy tienen que esperar que el contribuyente les de esa inyección multimillonaria para mantenerse a flote.
Se han apuntado también a esta "tómbola" las empresas del automóvil, cuando había que hacer cola para adquirir un vehículo, el que iba con el "prevé" muchos concesionarios le ponían mil y una pega para hacer una operación de venta, ahora también piden para reflotar sus empresas, para tapar ese otro agujero negro que está dejando el sector por la falta de ventas. Y seguimos con las "ayudas", si es posible aun más extrañas y más complicadas.
El Presidente de Sacyr, Luis Rivero, amenaza con entrar en suspensión de pagos si no vende un paquete importante de su empresa para pagar "pufos". La empresa Lukoil, de origen ruso, están interesados en la compra del 30% de las acciones de la empresa española Repsol. Estas empresas Sacyr, empresa inmobiliaria y de la construcción y la empresa petrolera Repsol actualmente tienen una deuda de tres Billones de pesetas.
Resultando que ahora está dividido el sector de los "apagadeudas", cantidad de altos cargos políticos de todo el espectro de la política española, se oponen a que una empresa rusa tenga capital en una empresa española como esta de Repsol.
Pero rascando algo más la noticia de esta postura numantina de algunos, entramos a desconocer quiénes han sido los intermediarios de este fabuloso negocio, incluimos también a comisionistas, que de realizar esta operación, sería el gran braguetazo del siglo para ellos.
Por eso en la Europa comunitaria esta "movida" de estos futuros negocios al más alto nivel financiero que hoy popula por Europa, produce recelos y opiniones del más amplio sentido alarmante temiendo que se convierta en un gran escándalo.
Han entrado a saco en todas las Instituciones del Estado, esto es algo que algún grupo quiere hacer y no se van a amilanar ni a frenarse hasta poderlo lograr. Hasta la Casa Real ha recibido las embestidas de determinadas informaciones que decían que el Rey tenía sumo interés de que la empresa Lukoil estuviera de accionista de la petrolera Repsol. La propia Casa ha tenido que desmentir rápidamente con una nota oficial, negando que el Rey haya tenido ninguna conversación con Vladimir Putin para que pudiera facilitar la entrada de los rusos en empresas españolas.
Zapatero va como Pilatos, se quiere lavar las manos, pero cuenta con la oposición feroz como la de Felipe González como expresidente del Gobierno de España, hasta la mayoría de los barones socialistas que piden que sea el Gobierno quien tenga que intervenir en esta aportación de compra.
Hasta hace pocos días todo eran parabienes por la forma positiva que se estaba llevando la futura compra, comisionistas, vendedores e intermediarios por una parte, y por otra los acreedores de Sacyr (el Santander, Caja de Madrid, Citigroup y Calyon) que estaban negociando el préstamo con los rusos.
Ya habían cambiado las condiciones hasta el extremo que raya toda esta "mele" en un fracaso estrepitoso y confuso, invitando a que se vuelva a intentar lo mismo pero con otros criterios.
Salvador Barnes
Periodista