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Arona 18 de Noviembre de 2008
Ahora otro G-22
Recordando esa frase que dice "al Cesar lo que es del Cesar",
aportamos a este comentario que el Presidente Zapatero fue en
la cumbre del G-20, el más optimista, el más simpático y uno de los más críticos junto al Presidente del Brasil, Lula Da Silva, que juntos se hicieron eco de todos los países latinoamericanos, criticando los excesos del modelo político y económico, aparte de la falta de controles como norma de conducta.
Aquellos que creían que Zapatero por estar invitado a la cumbre casi en el último minuto, iba a resarcirse haciendo un discurso ideológico para tratar de enfrentar a la socialdemocracia frente al neoliberalismo imperante de los Estados Unidos desde Regan hasta Bush, desconocían a fondo el formato que tenía esta cumbre, sólo se daban intervenciones de nueve minutos, así que poco se podía hacer o decir para contentar a todas aquellas bases que deseaban oír las críticas, a ser posible intoxicadas hacia la opinión pública, donde tanta expectación se creó este fin de semana.

Con la postura política del Sr. Obama en esta cumbre del G-20 se ha desatado toda clase de críticas por su comportamiento hacia la cumbre, los hay que opinan que no ha querido tener el más mínimo protagonismo por mor del corporativismo y el no querer restar  importancia al todavía Presidente Bush, anfitrión de la cumbre.

Sin embargo, el que no recibiera en exclusiva a Sarzoky, ya que en caso de haberlo recibido sólo a él, hubiera sido un soberano desplante para todos los jefes de Gobierno que asistieron a la cumbre, que se hubieran preguntado "por qué a Sarkozy sí y a nosotros no".

Se supone, según los columnistas americanos, que en la próxima cumbre de Marzo, el G-22, que tendrá como anfitrión Londres, los objetivos a debatir serán casi los mismos que en esta cumbre pasada, es de destacar que las perspectivas que se ven en la recuperación económica son notablemente mejores que hace unas semanas, no es sólo el optimismo de Zapatero que tiene después de asistir a "SU" cumbre, que sea dicho de paso se la ha trabajado mucho para estar en ella, es también la opinión que se percibe en otros mandatarios que asistieron a este evento internacional.

Zapatero, hay que decirlo, estuvo políticamente correcto, se enorgulleció del control y el sistema de supervisión que tiene España, incidiendo en su discurso los excesos de mercado de quienes han querido manejarlo sin control.

Se ha desvelado en muy poco tiempo ese "affaire" de esa inyección que dio el Tesoro Norteamericano y aprobado por el Congreso de 700.000 millones de dolares. Se repartieron entre accionistas y para pagar blindajes y retribuciones a los ejecutivos de las entidades con problemas de solvencia. Les ha importado un bledo el que se pueda salvar la economía, ni las PYMES, ni nada, unos verdaderos cacos de guante blanco.

Un fracaso de esa primera etapa es el que ha tenido el ya caduco Bush de pretender arreglar este desaguisado financiero, proporcionando esa suma fabulosa que se la han repartido esos que nunca están dispuestos a renunciar a los grandes beneficios que da un sistema desregulado.

Salvador Barnes
Periodista