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Arona 3 de Junio de 2010
Basado en hechos reales:
“Mi Nieto Es Un Mentecato”
La abuela escuchó tras su ventana, a una persona
mayor, diciéndole a un menor, ¡Coge este chocolate
y el domingo me das ciento veinte euros. Como no me traigas el dinero, te doy dos hostias!. El menor responde, ¡Vale!. La abuela me preguntó cuando estaba en la plaza, que era chocolate y respondí que es una droga, llamada realmente hachís.
Es un material fabricado para preparar porros y fumar. Es triste esta noticia,
porque aun viéndolo es absurdo denunciar, porque sin pruebas, no podemos
hacer nada. Hoy la cosa va de pruebas. La Justicia trabaja con pruebas y a las pruebas me remito. La abuela tiene un hijo en una cárcel de la península y un largo historial de tristezas en su inventario de la vida. Estamos hablando en Tenerife y escribe alguien que hace treinta y cinco años, compraba hachís a una abuela en Las Palmas. En este caso, la abuela de El Polvorín, pesaba el hachís, mientras su nieta de ocho años aproximadamente miraba por la ventana, por si venía la policía. La realidad es muy dura y las verdades son revoluciones.
En todos los lugares del mundo, tenemos personas buenas y personas malas. La foto adjunta es una esquina de un pueblo o un barrio cualquiera de Canarias, donde cada tarde, de cada día, hay venta de drogas, donde pueden moverse miles de euros diarios, en unas horas. Todos lo saben en el pueblo, igual que en todos los pueblos, hay esquinas como esta. Sigo diciendo que tenemos esquinas buenas y esquinas malas y personas buenas y personas malas. Está claro, que la policía debe existir, porque hay problemas peores y hace falta un cuerpo de seguridad. Pero hay problemas, que únicamente podemos solventarlos un poco, con la cultura. Por fin, han aprobado un requeté corto metraje, bajo el título, “Mi Nieto Es Un Mentecato”, donde los actores y las actrices, intentarán hacer reír, porque es la única forma de llamar la atención, sin la doctrina del miedo.
La policía puede hacer redadas, todas las veces que quieran, pero sin ánimos de enterrar la moral, podemos jurar por Dios, que jamás podrán terminar con este veneno. El director de la película, es alguien, que junto a más jóvenes, plantaron una plaza completa de marihuana en un pueblo de Canarias, hace treinta y cinco años. El director de la película, es alguien que su mismo profesor de matemáticas hace treinta años, llevaba hachís para algunos alumnos. El director de la película, es alguien que cantó en algunos mítines del Sr. Olarte, en el año 1.991, el último año de Adolfo Suarez, y gozaba la ignorancia de políticos que no tienen ni la más mínima idea, de lo que va la sociedad callejera. Llegamos a pensar que algunos pueden saberlo, pero viran la cara hacia otro lugar. Tal vez, por comodidad, por miedo o por egoísmo. El requeté corto metraje, tiene un coste de millones y millones, y colabora el Ayuntamiento de Arona. Cuando digo millones y millones, hablamos de millones y millones de neuronas y de experiencias. A todos los lectores que quieran saber cuál es el coste económico de la película, solamente tiene que preguntar en dicho Ayuntamiento. Pero preguntar directamente al Alcalde, porque ha sido el único que por fin, apoyó el proyecto, junto a un ejército de cavernícolas dispuestos a pasarlo bien, y ayudar a buscar un futuro mejor. Algunos concejales, pasaron del tema, porque no comprenden que la semilla de una buena sociedad, comienza por la cultura. Ojalá Dios nos ayude, a terminar la película de ocho minutos, antes del día 12 de Junio del año 2.010, por razones de medida. En la Vida debemos organizarnos, para poder caminar sin tropezarnos o tropezándonos menos. Un abrazo.
Juan Santana
