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Arona 2 de Junio de 2010
Cantar mata la rabia...
Cuando cantamos, hacemos teatro, pintamos
o trabajamos el arte, matamos la rabia. Soltamos
por la boca frases de amor o revoluciones. A través
del arte nos comunicamos con el mundo, nos comunicamos con los espíritus, porque hablan las almas y hablamos con Dios o el Demonio.
Algunos somos afortunados de poder estar solos y pensar, porque
somos muy pocos los cavernícolas que tenemos este privilegio de poder
pensar, bien o mal. Llegan las vacaciones y muchos trabajadores merecen
salir un rato de su rutina, viajando a cualquier parte del mundo, para tener
otro paisaje, con otra cultura. Otros están todo el año, viviendo bien o viviendo
en el buen sentido de la palabra. De una forma u otra, viven una filosofía de vida, donde tienen un concepto claro, que la comida es el foco de la vida y lo demás son producto de la imaginación. Queremos ser felices y somos felices de cualquier manera, a cualquier precio. Somos felices amargando la vida al prójimo o haciendo todo lo contrario. La vida es como cada uno imagine. Cada uno marca su camino y sufrimos por cosas, que parecen tonterías, pero son realidades invisibles que están ahí.

La madre que está triste, porque su hijo no llama. La novia o el novio, que está preocupado porque no sabe dónde está o con quién está su pareja. Saber estar contigo es una profesión mental, que debemos adquirir. La soledad física, acompañada de la madre naturaleza, es algo tan armonioso, que debemos procurar llegar de alguna manera, para poder conseguir que la vida sea más placentera. No cabe duda, que el amor es lo más grande. El amor universal, el platónico y todo el amor en sí. Comer es un placer y sobre todo cuando tienes ganas. Caminar dan ganas de comer, pero tiene algo más fructífero y es que cansa el cuerpo, abre la mente y los músculos termina fortaleciéndose, para poder cargarte de energía positiva. La negatividad producida por las frustraciones, el estrés,  la bebida o las drogas, te convierten en un animal por encima de la irracionalidad, porque incluso los animales, tienen amor y regalan amor a quiénes les dan amor.

Echo de menos la tranquilidad y soy el culpable. Poco a poco, tengo que volver a encontrar la paz. La muerte es la libertad de muchos. Invito a todos los lectores a que caminen y sientan el aire de la naturaleza. Sientan el sonido de las olas del mar. Disfruten de los poco pájaros que quedan en las montañas, cuando creen que eres un depredador y luchan para que te alejes de sus nidos. Todo esto y mucho más, es hablar con la naturaleza. Con la poca naturaleza que nos queda. La vida es una mierda, pero tiene partes que valen la pena disfrutar. Como un abrazo y un buen beso de alguien que de verdad te quiera. La vida es levantarse por la mañana y aprovechar bien el día, porque jamás debemos olvidar, que los días se van y no volverán. Igual que nosotros.

Juan Santana