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Arona 22 de Julio de 2010
Anónimos con clase
y clases de anónimos
Los anónimos son personas que esconden su verdadero
nombre por el motivo que quieran, pero según los casos
pasan a ser anónimos con clase o clases de anónimos. Los anónimos con clase son los que dicen cualquier opinión positiva o productiva. Luego por timidez o porque les da la real gana, esconden su nombre. Las clases de anónimos, son aquellos que opinan con rabia y dañinamente y el diablo brilla por su presencia.

Las clases de anónimos son aquellos provocadores que firman con nombre ficticio, para esconder su maldad o bondad y después recoger los frutos, que son las opiniones de los lectores, y que conste que he pasado por este último pecado. ¿Estamos aprendiendo a ser personas? Si algún lector o escritor está en poder de la verdad, debería hablar con tranquilidad y dar su nombre, porque si no entraría en la gran lista de cobardes que abundan en esta Tierra de ignorantes, y que conste que he pasado por este último pecado.

Algunos preguntarán si me creo un perfecto y debo responder que no, incluso soy el más imperfecto. Pero todo tiene un por qué y un por cuánto. El por qué, es porque he sido educado en una sociedad mentirosa con un padre que por su educación también mintió y tengo el virus taladrado en mis venas, deseando limpiarme para ser un ser perfecto cómo algunos de los anónimos. Alguno firma como la Pasionaria y sin embargo descubro que es un hombre, porque tengo la mala suerte de haber sido educado con mentirosos y farsantes, que son los que me han enseñado a descubrirlos. Solo daré una pista, para que La Pasionaria si es algo inteligente, sonría y diga para sus adentros, “el hijo p., que enterado es”.
La pista para demostrar que se quién es, es decirle que su nombre es un adjetivo que llamaban a Jesús el Nazareno, y aquí freno. Luego están los anónimos con educación y cultura, que también brillan por su presencia siendo aquellos que hablan con respeto deseando desvelar algo importante porque quieren ayudar positivamente, cosa que agradezco con toda mi alma. Adultos somos aquellos que vemos las cosas cómo los abuelos, cuando ven que los nietos son unos traviesos y sin embargo sonríen, porque por ahí pasaron ellos. Si quieres ser feliz, mírate al espejo y repite cada día, “Estoy vivo y tengo que demostrarlo”.

Necesito ayuda, porque todos la necesitamos. Tengo amigos y soy rico. El sol alumbra mi camino y seguiré adelante. No importa el día que muera porque descansaré de tantos imbéciles que saben todo y sin embargo no saben nada, porque son una manada de vividores presumiendo de sudar soñando que son trabajadores y el único que trabaja es su asquerosa lengua”. Quiero terminar confesándoles que dónde mejor he trabajado en mi corta vida es con estiércol de vaca también llamado materia orgánica, entremezclándolo con la tierra para que los naranjeros regalen súper frutas.

Muchos no entenderán esto, porque no saben ni conocen la tierra. Algunos no saben ni sabrán jamás cómo es el sonido de los pájaros cuando quieren comer. Muchos no saben cómo es el canto del mirlo ni verán jamás cómo hacen el nido a menos de un metro, porque hay confianza. Estamos enredados en cemento y alquitrán. No soy ecologista, porque terminaría con una depresión y estoy convencido de que vamos cuesta abajo hacia el progreso. Aquellos que llevan pegatinas en sus coches, con la gilipollada de No al puerto de Granadilla, son otros ignorantes que no tienen ni idea, que el mundo es más grande.

Tenemos hambre y guerras en el mundo, pero como está lejos no existe y no ponen pegatinas diciendo NO al Hambre, No a la Guerra. Son unas ovejas igual que soy yo. Después de leer esto, descarguen e insulten un poco igual que yo hice con ustedes, porque pienso despedirme escribiendo que muchos de los que caminan al lado de nosotros son unos capullos, ignorantes, incultos y montón de adjetivos que no quiero nombrar. Tienen la basura delante y les da igual. ¿Por qué? Porque somos todos igualitos, ¿Oyeron? No me cansaré de escribirlo.

A todos nos gusta el mejor coche, la mejor casa, sentarnos en las terrazas de cualquier bar a relajarnos tomando algo y criticando al prójimo porque nos creemos los sabios. En fin…creo que he descargado bastante. Mañana seré más positivo, teniendo cuidado que tenga que soplar y multen. ¿De que estábamos hablando?..¡Ah!, de los anónimos. Soy Juan Santana, fruto de un polvo bien echado, por un hombre y una mujer y que gracias a Dios no fui abortado, para poder tocar las pelotas a los idiotas, que en vez de enseñar a vivir con amor, están enseñando a odiar y a sacar nuestro diablo que nos defiende y castiga con sus lengüetazos y su rabo. La vida es larga y dura, sobre todo por la mañana antes de ir a mear.

Juan Santana
Comentarios
Sr. Santana, totalmente de acuerdo, los anónimos además de todo lo que usted dice, bajo mi punto de vista son auténticos terroristas y ya va siendo hora de que todos los diarios digitales no permitan publicar ningún comentario de nadie que no se haya identificado previamente. Yo estoy en varios foros en los cuales nos hacen darnos de alta, con el nombre, DNI y dirección, tanto de correo como de domicilio; por supuesto que cuando se deja un comentario solo sale el Nick que uno se asigna.Yo creo que de una vez por todas tenemos que tener unas normas o mejor aun si cabe una ley que haga referencia a este tema, si esto fuese así, con toda la seguridad que todo sería más fluido en los diarios, se tendría más respeto por supuesto y también con toda la seguridad que muchas más personas escribirían sus opiniones sin ningún temor.Lo único que se está ganando con dejar escribir comentarios anónimos, es que los que todavía creemos en estos medios para tener debates y dejar opiniones, apenas colaboremos.En mi caso (y usted me conoce muy bien), en este mismo diario todos los días entraba a debatir pero llego un momentos que ya no merece la pena, porque en lugar de debatir, eran todo insultos y siempre venían de los anónimos.Entre todos debemos de hacer algo porque estos debates no decaigan y la única solución es hacer lo que hoy está haciendo o por lo menos lo intenta el Diario de Avisos, creo que hay alguno más pero no lo sé (hablo de las islas por supuesto), también en la Península ya hay varios diarios digitales que no te publican nada si previamente no te has dado de alta.Muchas gracias por dejarme expresarme Sr. Santana, y muchos saluditos a todas las personas que van de frente y siempre dando la cara (sean de la opinión que sean pero son honestos y honrados y eso es lo que nos diferencia).Guillermo Cristóbal Gutiérrez