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Arona 13 de Julio de 2010
Mi 47 cumpleaños
No pensé que llegara a los cuarenta y siete años,
pero he llegado vivo y coleando. Cumplo años el 11
de julio. Dos días antes recibo un sms al móvil donde
leo, "Mi hermana Mónica, acaba de fallecer". Estaba con una amiga y rompo a llorar como nunca. Menos mal que ella estaba allí, para abrazarnos y apretarnos cómo dos cavernícolas enlatados.
Hace tres semanas, esperaba este triste acontecimiento y a las seis y media de la mañana, fui al Hospital de La Candelaria. Todavía era oscuro y entré hasta la sexta planta, donde no había ni seguritas. Justo cuando abro la puerta de la habitación de Mónica, ella estaba sentándose en la cama, como si estuviera esperándome.
Nos saludamos, nos miramos y sonreímos. Luego confesé mis grandes errores, para que los llevara al mundo del más allá. El sábado día 10 a las cuatro de la tarde, fue la misa y el entierro en el tanatorio. Su hermano y amigo mío Pepo, el fundador de la murga Los Trasnochados, tocó conmigo en la misa de despedida. Aguantamos sin llorar, pero cuando terminamos de tocar, rompimos a llorar y descargamos la tristeza. Por la noche tocó reflexión, en mi último día del año cuarenta y seis.
El domingo, día de mi cumpleaños pude ir al único lugar donde fui invitado. Fue en El Manchón, un Centro Hípico, donde Pedro el propietario, Meco y todos los que estaban allí, se portaron cómo amigos de toda la vida. Estuve cantando con mi guitarra encima de un caballo y algunos decían que estaban alucinando, porque el caballo estaba muy relajado. La música amansa a los animales. Luego vimos el partido de España con mucha energía y no me gusta el fútbol. Gané la porra y pagué las copas. Tuve un final y principio de año, lleno de emociones.
El año pasado lo pasé en Dublin, paseando solo pero con el Ché impreso en la camiseta, y este año con la despedida de mi amiga Mónica impresa en mi cerebro. La vida sigue y debemos aprovechar cada segundo. La riqueza está en los amigos. Esta carta es corta, pero espero que ayude a reflexionar positivamente, donde muchos llegarán a la conclusión, que a veces hacemos el tonto, preocupándonos por tonterías...
Juan Santana
Comentarios
Felicidad Amigo. Willy
