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Arona 5 de Noviembre de 2013
Para qué espían, si ya
han salido todos del armario
Que a nadie le guste que los demás sepan
de sus interioridades y sigan hurgando en
su vida privada, es un hecho inaceptable, y es más, no creo que a nadie le seduzcan que le violen su intimidad. Todo este "petrolero" lo han montado aquellos llamados padres de la democracia en este Planeta, ya que han vuelto a practicar otro de los oficios más antiguos del mundo como es el espionaje.

Pero en el mundo que nos ha tocado vivir, el ser espía, ya ha dejado de calar en las gentes como algo romántico, y ya no vende el que alguien sepa que eres un espía, al revés, le da la risa floja, el tiempo de la "Mata Hari" ya pasó, es historia para novelas rancias, hoy se va de sofisticado, buena información a cargo de muchos medios, tableta, Internet, móvil y mil procedimientos más que recusados. "Seguimos opinando que sería mejor ocupar otro verbo más moderno con el lenguaje del momento cuando se habla de espionaje, que pasará a decirse fisgonear, tipo portera de corrala, y con ese componente de presumir que lo sabes todo del interfecto al que espías para así tenerlo más controlado.
Pero las verdades que creíamos que este "trabajo" están ya de "mode". Los últimos "cipayos" del espionaje a nivel mundial se creyó que al acabar la "guerra fría" y el derrumbamiento del muro de Berlín, era ya una anécdota que todos supimos, que desde la 1ª Guerra Mundial, este personaje del "espía" era todo un romántico, dado a las aventuras peligrosas, más o menos así nos lo pintó y puso en las pantallas la industria de Hollywood, en todas sus películas que hablan de este género, como desde aquel "Tercer Hombre" de Orson Wells, se multiplicaron las historias de espionajes.

Pero es que por lo que vemos, siguen con este rollo macabro, aquellos que son el faro y los vigías de la democracia mundial. La verdad es que se meten a veces en charcos que son para correrles a gorrazos por lerdos.

Tanta CIA, FBI y otros múltiples colaboradores de alto nivel profesional que los Estados Unidos mueven y tienen, ahora con este (no sé si llamarle escándalo o vulgaridad en lo acontecido). Han hecho un ridículo espantoso, aunque a sabiendas de que todo el mundo lo sabe y los han cogido infraganti, pero no parece que les haya importado mucho de que esto se supiera. Al gigante norteamericano estas cosas no le afectan lo mas mínimo, simplemente en decir desde la Casa Blanca " I´m Sorry", vuelven las cosas a su sitio y punto pelota. El desaliento cunde cuando aquel que se siente espiado se resigna, y entra rápidamente a querer engañarse a él mismo pensando " Si todos se espían de todos".

Todos sabemos que los teléfonos se pinchan, se otean ordenadores de aquellos que tienen trabajos en los círculos del poder, o que tienen informaciones privilegiadas. Más vale hablar de lo que sea, por eso no caerán gobiernos ni cerrarán fábricas, es preferible hablar abiertamente, sin tapujos, no sentirte que estas observado.

Hemos entrado en un pasotismo de primer grado. Tenemos igual que nos oigan o no, a ver si alguien de los que nos espían algún día se apiada de nosotros y nos paga las deudas, que es de lo que más hablamos. Pero esto trae y entramos en el sistema simpático, tú espías a mi Gobierno, y mi gobierno me espía a mí, y yo al vecino y así hasta el último eslabón de la cadena.

Hay muchos trabajos que están afectados por el espionaje para combatir el terrorismo, pero aparte de estas élites que si lo exponen todo, de qué sirve saber nada mas de nadie, si ya están todos fuera del armario, y como complemento comen en los comedores sociales, y otros viven de okupas al dejarles en la calle los desahucios. ¡Hay que ser sádicos, para espiar también a esa población!

Salvador Barnes
doropress@gmail.com