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Arona 23 de Abril de 2013
¿Quién va a pagar a los Letrados?
De vergüenza colectiva es lo que estamos viviendo, y más
cuando parece que estos escándalos se harán realidad.
Los asuntos más gravosos que están ocurriendo en España
son sin duda un gran insulto para el ciudadano de a pie, porque tiene una ligera sospecha de que todo esto acabará, como así lo parece, en causas del Estado.

Si esto llega a realizarse, y nadie pone el grito en el cielo, se volverá a tener la percepción de que en este País hay dos varas enormemente distanciadas para implantar Justicia, uno de los grandes pilares de nuestra democracia, y eso el pueblo lo nota y lo siente a diario, cuando ve cómo están pretendiendo salir de esos mismos atolladeros en donde su egoísmo anti ciudadano, en donde se han metido ellos solos, están haciendo todo lo posible por salir por encima, o sea, por la puerta grande.
Es verdad, como dice el maestro y colega Enric Sopena, que “lo importante no es si son personajes públicos, sino si son delincuentes o no”. La reflexión es aguda, y es actualmente difícil de resolver por la cantidad de intereses creados que hay entre esa maraña que está imputada o cerca de estarlo, en todos estos atropellos. Pero vemos que después del movimiento del estrellato letrado que se está ubicando y poniéndose en las filas, al lado de la infanta Cristina para defenderla de la presunta imputación en el caso Nóos. De esta forma, y viendo como se está procediendo, se puede adivinar de que esto sin remedio pasará a otro nivel del que se pretendía que estuviera, porque todos hemos visto actuaciones paralelas como las presuntas de la Infanta, en otros personajes de la política o del empresario español, que están imputados y muchos sentenciados y en la cárcel alguno de ellos, y es en esas comparaciones en donde la opinión pública se pierde, ante las actuaciones que se vislumbran por parte de querer quitarle "hierro" al este escabroso y bochornoso caso Nóos.

El elenco público solo pretende que se trate a todos por igual, si sabemos que suena a lírico, pero es una realidad que debemos de defender ya que estamos en un Estado de Derecho y es un deber Constitucional, no por "ser vos quien sois" todo el monte es orégano para su excelencia, se ha cumplido ese plazo de la historia, y ya en el Siglo XXI no se acepta ese vasallaje con olor a feudalismo.

En el caso este que nos ocupa del "affaire" tan desvergonzante y rastrero como lo que parece que el yerno del Rey, Iñaki Urdangarín está metido. El problema se acentúa porque se pretende saber con seguridad para no hacer juicios gratis, si la institución de la Corona estaba vinculada a ese presunto ladrón de guante blanco de Urdangarín, o estaba ajena totalmente a estas actuaciones del consorte de la Infanta Cristina.

La opinión pública ya sabe que este sátrapa iba presentándose en muchas instituciones y grandes Empresas pidiendo sumas millonarias para redondear su negocio, amparándose en la vinculación familiar con la Casa Real Española, y en el nombre del Rey estafar a quien se pusiera por medio, creyéndose los que le daban esas sumas de dinero que estaba la Casa Real como garante de algo que parecía una fantástica causa.

El Rey, como ya es sabido, ha encargado a dos de los más relevantes letrados de este País que se hagan cargo de la defensa de la infanta. El clamor de mucha gente, sea o no monárquica es la pregunta de, si va a tener que pagar la minuta de ese bufete de abogados el erario público. Todo esto sería desfasado como lo que se ha dicho, que las cacerías del Rey las paga el contribuyente. No es verdad, siempre se nos ha dicho que han sido personajes ricos de la Jet internacional los que le han invitado a la caza de osos o elefantes, me es igual, el españolito no quiere que este lujo de los mejores letrados los tenga que pagar el contribuyente, porque entonces sería cuestión de sentirse “cornudos y apaleados”.

Salvador Barnes
doropress@gmail.com