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Arona 8 de Abril de 2013
¿Tienen miedo escénico?
En la melé que tiene España en la actualidad,
en donde no haya esquina de este País en que
no esté en ebullición sobre algún tema candente
sobre corrupción, el caso de la imputación de la
infanta Cristina en el "affaire" Noos, hará de espoleta para que políticamente en España se acabe ese bipartidismo que tenemos.

Los dos grande Partidos se están resquebrajando a marchas forzadas, y por muchos apuntalamientos que se les hagan, las grietas ya son muy profundas, de esta forma, la ciudadanía ya empieza a no contar con ellos, ni en el presente, y menos aún en el futuro políticamente, ya nadie se fía de estos Partidos, al ver ese enroque que han hecho en torno y en defensa de esa institución Monárquica.
Es una postura política que nadie sabe por dónde cogerla, y menos llegar a
entender esa pleitesía, en este caso de la imputación de la infanta Cristina
en el caso Noos, no se puede coger ni con pinzas de cirujano. Un País como este, que está gobernado desde la transición a la democracia por estos dos Partidos, que han ido relevándose del poder en España. Y es ahora, el mismo ciudadano que ve que la Monarquía se encuentra en las horas más bajas por sus malas actuaciones, estando peor cuestionada por su propio pueblo, que siempre vio a esta institución como garante de unas libertades y con un excelente arbitraje justo, transparente y limpios de sospechas, y más aún, el no tener nunca la mas mínima sospecha de corrupciones ni engaños. Pero ahora nada es igual.
Esto hace que el ciudadano trate de buscar nuevos horizontes para la sociedad en partidos y políticos que estén muy lejos de lo que actualmente tenemos aquí, corrupciones, miseria, deslealtades, traiciones, abusos de poder, desmanes y lo peor, porque nos atañe a todos, esa "desvirtuación de la democracia" que estos señores tratan de imponer, enseñoreando con sus conductas que se han hecho baladí, que el ciudadano no crea en esa "casta" política, en ese bipartidismo, que ha dejado muy tocado el sentir político en la vida española.

El pueblo ya no se fía de ningún proyecto político, y menos que venga del Gobierno, o de la oposición con mucha reserva, no acaba de entender el pueblo el porqué esa defensa cerrada a ultranza que se está haciendo de la Institución Monárquica.

Sería más honrado que alguien dijera, “todo esto, está perdonado, pelillos a la mar”, para eso está el pueblo, para pagar los devaneos de los poderosos, y se acabó. El País ganaría en salud lo primero, porque esa mala leche que tiene el "respetable" no la tendría, sabríamos a qué atenernos, de esta forma vamos ciegos, y lo más importante, ganaríamos muchos millones de euros, porque al no haber ninguna causa de estos corruptibles, que duran una eternidad, no habrían esa facturas copiosa que tiene que pagar el contribuyente por los juicios.

Porque es que lo parece, es que quieren dar el carpetazo a todo, hoy por mí, y mañana por ti. Las desigualdades en la Justicia no se deben de tolerar en lo más mínimo, "somos todos iguales ante la Justicia", frase que hasta los niños de parvulario la han oído en estas semanas mil veces, pero tendremos que pensar que esto es solo una quimera, en cuanto sale algún Magistrado que no se deja embelesar por los cantos de sirena, y sigue la navegación entre borrascas, pronto tratan de hundirlo, o sencillamente lo remolcan a un puerto con calma chicha.

Todo lo que le pueda pasar a esa institución Monárquica, se lo han labrado ellos. Parece que no han tenido en cuenta que estamos en un momento en que la tecnología es más que punta en todas las redes sociales de comunicación, y que no se puede esconder nada como si estuviéramos en la corte del Rey Fabila. Se ha metido la mano en dinero público, se ha puesto de excusa a la Corona para hacer negocios ilícitos, se imputa a un miembro de la Casa Real.  ¿Qué hay que hacer entonces?, a quién se dirige el pueblo, a quién le pide amparo cuando ve que su propio Soberano naufraga entre devaneos y se le tiene en sospechas familiares.

El problema está servido, y con una incógnita de que se llegue a arreglar. Pero si se debe de saber que ya el pueblo español ante tanta barbarie política y corrupta, entra ya en el nivel 0 de la tolerancia.

Salvador Barnes
doropress@gmail.com