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Arona 19 de Febrero de 2013
"Los Abanderados
de la Regeneración"
Ahora otros de los gritos que se oyen
dentro de aquellos que están todo el día metidos en política, y que esquivan los golpes que les pueden dañar, de esos que ahora están en pleno candelero y en mala sintonía con la opinión pública, es sin duda aquellos que dicen “somos los abanderados de la regeneración”.
De toda esa cúpula de cerebritos que siempre quiso demostrar que tenía el Partido Popular, una infinidad de ellos se han quedado en el callejón sin salida, en su momento quisieron ser el ejemplo de lo que debía de ser la política, esa idea neo-liberal que desde tiempos de Aznar se ha tratado de impregnar a todos los cargos públicos del Partido, y más en aquellos que han tenido mucho que ver con la Administración Pública.

Hoy ellos mismos, y me refiero a los que el Partido ha puesto a regañadientes en la calle, a fuerza de que la ciudadanía tuviera casi a diario una continuada protesta hacia estos señores que enmerdaban cada día más el Partido, en su momento todos estos notables del PP fueron los que decían ya desde la segunda legislatura de Zapatero, que España con ese socialismo trasnochado iba a un decadencia absoluta, y que si no se cogían las riendas pronto estaríamos abocados a perecer en una democracia inestable. El PP daba consignas de que sabía cómo regenerar el empleo, y de cómo combatir esa lacra demoledora llamada el paro, que el pueblo tendría que darse cuenta en dónde estaba la idea buena para gobernar un País que está muy deficiente, que no tenemos apoyos internacionales y que cada día entra en España menos inversión.

Fueron un aluvión de posiciones que el Partido Popular iba a arreglar y a tratar de que la población estuviera preparada para empujar todos a una, y de esa forma salir del atolladero en que nos habían dejado las huestes de Zapatero.

Todo pasó demasiado pronto, de la noche a la mañana ya vimos a Rajoy en Moncloa, y el País se dio un compás de espera, de expectativas positivas de esperar el resultado de lo que el Presidente Rajoy había aireado en sus mítines y discursos por toda esta piel de toro de lo que haría al entrar en el Gobierno, y de lo que no haría, para no volver a castigar a impuestos ayudar a las masas en aprietos y tratar de no tocar los impuestos, ni las pensiones, generar empleo, guerra total al paro, estimular al español a que tenga más consumo, ya que esto es el inicio de que todo funcione, y así todo un rosario de medidas que se le darían al español, para que con rapidez, a ser posible, saliéramos de este calamitoso punto en donde estábamos.

Pero con una rapidez que ni el "corre caminos" tiene, todo ha pasado a ser una enorme patraña política de una inmensidad nunca vista, ni en los tiempos de la oprobiosa. Impuestos arriba, todos, sin dejar ninguno tal como estaba, subir todo el transporte sumándole a esto la energía, luz, gasolina, gas, bajada de sueldo a los funcionarios, eliminándoles las pagas, las prestaciones recortadas y caprichosamente anuladas parte de ellas, las jubilaciones siguen en espera, y parte de ellas siguen congeladas, casi han subido un millón y medio más de parados en un año desde que está en el poder Rajoy, el fracaso con los obreros y la patronal, que ha dejado sin apenas diálogo entre los Sindicatos y la CEOE. Los máximos emprendedores de las manifestaciones que se han contado por miles en un año de gobierno, se le han hecho dos huelgas generales. Pues no conforme con todo esto han puesto en la palestra los casos más morbosos y vomitivos de esta seuda democracia, al albergar en sus filas ladrones de alto trono, renegar de ellos, mintiendo que no eran del Partido, y sin embargo hasta hace días seguían cobrando sus abultados sueldos del Partido, Bárcenas y Sepúlveda, que se sepa. Aparte de tener gente Ministrable como Ana Matos que se sabe recibió prebendas del caso Gurtel, y la ciudadanía le exige que dimita, pero la regeneración de Rajoy no pasa por ese vértice.

Sueldos de las mil y una noche, sobres por debajo de la mesa, hoy ya es sabido que es una verdad como un templo de que el landru Bárcenas, se pasee por las calles habiendo hecho una debacle en la consideración que España tenía del Partido, y que hoy ha quedado todo como agua de fregar suelos. Si la política se toma como profesión, como vemos que se la toman muchos, no será posible llegar a ninguna meta aceptable por una sociedad más que harta de aguantar improperios y malas maneras de sus achulados dirigentes, y si en cambio la política debe de ser un honor para aquellos que la practiquen con todo el poder legal que esta tiene y con toda la transparencia que se le exige al administrar y tener el dinero público.

Hay que devolver el poder a los ciudadanos, ya que se lo han quitado las cúpulas y ayatolas de los Partidos Políticos, y las Administraciones, porque de seguir así, esto ya no pinta como una democracia y sí como una dictadura encubierta.

Salvador Barnes
doropress@gmail.com