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Arona 25 de Enero de 2013
Se atiende antes al diferente
Puestos a entender, sabemos que somos un País
de servicios, que estamos solo para intercambiar el
sol y nuestras playas por la divisa que se dejan los
extranjeros en nuestro territorio, ya que parece que la mayoría de turistas de otros países repiten el venir a España por su clima (en Canarias todo el año) su forma de entender la vida, fiestas, jolgorios, sin horarios, todo libre, los precios baratos, buena comida y mejor bebida, hasta donde quieran pasarlo bien y estar mejor que en su casa, es algo que apostamos y que es seguro que lo piensan.
Ahora, si después de todo esto, los españoles somos condescendientes, tratamos de ser amables, y les facilitamos una estancia vacacional o residencial, y encima estos se sienten poderosos y tratan al español como tercermundistas, es algo que por ese anillo se piensa pasar. Se hace esta reflexión, por la mala opinión que tienen todos estos que vienen a España a quedarse, buscando trabajo, para tener mejor vida que la que tenían en sus orígenes, y otros huyendo del frío Europeo, y que llegan a estas Islas como dueños y señores del entorno y con un desprecio absoluto al medio en donde viven y al nativo que lo habita.

Que en instituciones públicas, oficinas del gobierno autónomo, Ayuntamientos y otros puntos oficiales, se les tenga que untar de jabón a estos extranjeros es vergonzoso y les damos lo que estos quieren ver en nosotros, seres serviles a su causa que nos es otra que el ser oriundos del llamado euro de primer nivel. Toda Europa, nos ve como los mendigos del Continente y estos vienen aquí sin ninguna educación ni miramientos, tratando de avasallar al que le recibe con todos los mejores modales del mundo, que para nosotros mismos, los españoles quisiéramos que se nos tratara igual.

No es que hayamos caído en el pozo de la envidia, ni mucho menos, si hemos caído en el pozo de la indignación de ver cómo unos extranjeros con un intérprete ponen a caldo a un director de un alto estamento español, le gritan, le tienen mareado durante más de una hora en su despacho, exigiéndole unas prebendas que según estos "guiris" la Comunidad Europea lo tiene contemplado, y este funcionario con buenas palabras y muy educado el hombre les hizo ver por parte del intérprete, que tenían que solicitar algunos documentos mas. El tema de todo esto es que pensamos, ¿por qué estos funcionarios no tratan igual a los españoles?, lo ponen a cualquiera en la calle a la mínima de cambio por no tener una firma, y si alguien habla fuerte diciendo que tiene hijos que mantener o le cuenta sus desventuras, llaman a la seguridad, ¿pero qué mierda es esta?, ¿no habrá alguien por encima de estos arrastrados soplaculos, pelotas de los extranjeros y verdugos de sus propios conciudadanos que les digan y les pongan en la línea de las mejores formas de trato para todos igual?

Porque si vemos, que estamos como en la posguerra española, tú rojo, palos y sin trato, tú azul, comes pollo y buen trato. Ahora es igual con diferentes nombres, tú, "guiri" simpatía, afabilidad, encanto, trato servil, y mi abnegado trabajo, tú, nativo español, vuelva usted mañana, vamos a cerrar, a ver si está al tanto con su número, siempre están pidiendo, y mil gracietas mas por parte de ese "pringao" que en minutos antes se ha derretido con reverencias ante el poder europeo, y encima este le han tratado como un funcionario del tercer mundo.

Si después de la calamidades que al español le están acaeciendo por mil y una forma de no saber salir de esta situación, con los recortes salvajes que este Gobierno implanta a la población, después de la bajada de salarios y eliminación de pagas extras al funcionariado, a este no se le ha dicho que el españolito, el que va a la ventanilla o al despacho de alguien de ellos, no tiene la culpa de las desventuras de estos, que por lo menos tienen los más preciado hoy, el trabajo.

Así que sin ningún derecho se puede avasallar y tratar como agua sucia a aquellos que van a esas dependencias buscando ayuda, y encima se les mancilla, para acto seguido ver que el mismo Judas que te ha atendido mal y de malas maneras, se deshace con pleitesías y reverencias serviles a extranjeros babosos que vienen a pedir lo mismo que un español, pero con la diferencia de que al nativo se le exige pagar sus impuestos para el erario público de su País, y esos vienen aquí, incluso, a operarse gratis en la seguridad social. En qué hemos quedado por nuestra propia dejadez y por nuestro servilismo estúpido.

Salvador Barnes
doropress@gmail.com