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Arona 12 de Diciembre de 2012
Soltando lastre
Sigue ese baile maldito que recae en las provincias
de Ceuta y Melilla, aparte de ese gran escándalo para
el pueblo español que es el Sahara. Siempre cuando viene la celebración de la Constitución, parece que hayan bigas de esa construcción llamada Estado, que se resquebraja, es como si se quisiera aligerar de peso a todo un País como España, que lo que siempre se ha tenido en sospecha, de que haya más enemigos de esta Nación dentro que fuera de ella.
Cuanto más alto es el cargo menos rubor tienen en inducir por las conversaciones que tienen en errores garrafales, sin estudiar cómo es su cometido en no caer en por sus propias palabras en una inducción al confusionismo político, como así ha sido, en una entrevista que le dio el Embajador de España en Marruecos Enrique Navarro a un periodista de un medio.

El periodista la pregunta al Embajador por la situación del Sahara, Ceuta y Melilla que en este momento tiene España con Marruecos. La salida por la tangente es notable y a su vea ridícula, por el motivo de que está ya dando por hacho que todo el que ha luchado y sigue luchando el pueblo saharaui, no ha servido de nada, solo para contabilizar víctimas de esa guerra tapada que tienen enfrentados a un Goliat y a un David, como Marruecos con el Sahara.

El Embajador no se corta en decir que la situación ya no es la misma que tenía el Sahara en el 75, hoy el Estado Soberano de Marruecos, se ha gastado fortunas, ha cambiado la forma social y política, ha cambiado su población, y esto son elementos que se tienen que tener en cuenta a la hora de ir a reclamar o simplemente a sentarse a consensuar el problema del Sahara.

O sea Embajador, ya lo da usted por hecho de que huelga el seguir ese conflicto que según usted ya no tiene nada que hacer, el poderoso ha invertido su dinero y ha cambiado la forma de ser y de pensar del saharaui. Con mis respetos, no creo que lo que usted ha dicho sea lo correcto, más bien una forma de salirse del tiesto y quedar bien con el Monarca alauita.

Pero sigue nuestro Embajador soltando carrete, ahora con las provincias de Ceuta y Melilla, pero para todos los que siguen la política de estas Ciudades, han visto que son muy graves, casi más que lo que dijo del Sahara.

Le preguntan si siguen habiendo entre España y Marruecos en la naturaleza jurídica. ¿De qué manera se pueden encarar estas discrepancias en estas relaciones bilaterales?. La diplomacia hispano-marroquí, no puede desconocer que la "naturaleza jurídica" de Ceuta y Melilla, no ofrece duda para nadie. En sus declaraciones a prensa, el señor Navarro, dice que la Constitución Española puede ser cuestionada por otro Estado, esto es de alucine, una cosa es el lenguaje político y otro el lenguaje jurídico. En esto Enrique Navarro ha aceptado la tesis del desaparecido Rey Hassam II, con esa cédula de reflexión que se tuvo, hispano-marroquí, una idea que en su momento fue más que nefasta, y que no olvidamos que fue aceptada por el entonces Presidente de España, Felipe González con un pacto secreto que se hizo, poco antes de ser defenestrado políticamente por José María Aznar. El embajador no ve otra forma que el dialogo, si así piensa es que acepte de que sea discutible para otro Estado, y no ofrezca duda a nadie que esto sea una intromisión en los asuntos internos.

Después de leer todo este desaguisado que el diplomático español y Embajador de España en Marruecos, la pregunta que se nos viene a la boca es, ¿quién paga a este Embajador?, igual es que le está pagando Marruecos y aquí en España no nos hemos enterado por mor de esos recortes que hace Rajoy, porque después de saber cómo piensa este funcionario es para rasgarse las vestiduras. No ha sido correcto en su juramento que en su día hizo sobre en acatamiento y la lealtad a la Constitución Española, y sin embargo la pone en entre dicho.

El Ministro Marfallo y el Presidente Rajoy están totalmente enterados de estas entrevistas que dio el Embajador a ese medio, pero es lo que viene a pasar siempre, y es una vergüenza que se tenga que repetir, estamos siempre vendidos a alguien, no paramos de hacer pifias y de querer ser los mas simpáticos y los diplomáticos del mundo, y sin embargo no dejamos de hacer pifias y de ser la comidilla internacional por las malas políticas que nos marcamos ante las Cancillerías extranjeras.

Pero lo extraño de este caso está todavía por ver y por supuesto resolver, ¿Estarán de acuerdo Margallo y Rajoy de lo que su Embajador ha dicho?, habrá que esperar porque sin duda alguien también cercano a todos esos que defienden la integridad territorial de España, y la causa internacional de derecho del Sahara, puede salir con alguno que otra patochada de último cuño, y nos quedaremos como tantas veces nos hemos quedado, con cara de póker.

Salvador Barnes
doropress@gmail.com