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Arona 10 de Junio de 2010
¡Y ahora qué!
Muchas fanfarrias, globos, risas forzadas, pasquines,
pancartas, toda una gran puesta en escena de una
presentación de una huelga bastante "flaca", que en
principio y final tendría que haber sido un buen revulsivo
para la clase del funcionariado que es en si la primera
víctima de esta política de desguace hecha por un experto chatarrero que está dejando a la sociedad española encima de un campo minado.
Los Sindicatos han dado sus propias versiones de la gente que secundó
la huelga, fueron según versión sindical sobre un 74% de asistencia de
funcionarios, pero automáticamente salen los respondones de turno del Ejecutivo del Gobierno para decir que acaso estaban un 15% de ellos en dicha manifestación.

De cualquier forma, y olvidándose algo de esta guerra de cifras y más en una singular huelga de izquierdas (por lo menos así lo parecía) hecha contra un Gobierno de izquierdas, socialistas ellos y progresistas mas dándoselas todos ellos de ser un Gobierno enormemente social y protector de las clases más desfavorecidas.

Ni Groucho Marx sería tan ocurrente como son estos chicos zapateriles cuando quieren hacer de una puesta en escena grotesca como lo ha intentado Zapatero hacerla en este país y tratando de que los españoles sean acomodaditos y buenos receptores en todos los recortes que ya ha puesto en marcha y que parece que una gran masa de ciudadanos lo está aceptando, si no, ha qué viene esta huelga que ha resultado un semi-fracaso, no filtró en el sector de los funcionarios, porque aquellos que no fueron a trabajar les descontaron más dinero que si hubieran ido al trabajo, resultado todo un puro sainete y un enorme pasteleo.

De esta forma el gobierno se crece, hace la mueca del malvado cuando ha visto que no respondió la masa de funcionarios como los sindicatos e incluso la propaganda ideológica deseaba. En fin, como ha dicho Revilla "este no se mueve del sillón, y acabará la Legislatura".

Ya ven, aquí en España cada uno pretende defender su propia "Taifa" y que funcione bien, sin importarle el Gobierno Central para nada, pero la culpa la han tenido todos esos arribistas que han hecho del "uso un abuso", dándose cuenta que ahora no es el momento para tener de amigos a perdedores como Zapatero, pero así y todo procuran tirar todo el barro posible a ver si algo pega.

Vamos a esperar a ver en qué va a quedar esta última conversación antes de que el Gobierno saque a la luz su "decretazo" sobre este tema tan manido que es el laboral. El tema está muy salpicado de conjeturas que prevén un mal final, estamos en un punto en el cual todos atacan diciendo que hay que reestructurar el mundo del trabajo, los despidos que hay que abaratarlos, las indemnizaciones ponerlas al día, la producción habrá que controlarla, pues si de algo carecemos es de ese don de la productividad, ahora verán como tratarán de compararnos con Alemania y el Reino Unido diciéndonos las grandes restructuraciones sociales que van a hacer de inmediato. Pero lo ambicioso  y veraz de esto es, que estos países en un par de años estarán fuera y moviéndose bien en su propia onda, mientras que nosotros ya llevamos un par de años en un aumento pavoroso de crisis y según los expertos financieros de Europa nos quedan un mínimo de cinco años para estar a la par de los vecinos, así que acabaremos contestando, a quien nos pregunte, que deseamos como cuando se lo dijeron a Groucho Marx.
¿Qué desea el señor?, Mujeres, ¿y usted?

Salvador Barnes
Periodista