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Arona 1 de Mayo de 2010
Un chasnero eterno
Con una templanza llena de sabiduría, un verdadero
alarde de datos bibliográficos, acciones únicas de ese
comportamiento de los aborígenes guanches que todavía
quedan en algunos caseríos de este Sur, en vida del Hermano Pedro, se ha dispuesto de un inmenso caudal de estudios históricos y que disertó su autor en la presentación del libro sobre el Hermano Pedro y su familia.
El Historiador D. Nelson Díaz Frías ha sacado de su ocupado tiempo  la historia escondida por legajos de siglos, sacando  en ese busca y rebusca las historias de los acontecimientos canarios desde la Conquista española.

Sin duda que el Hermano Pedro es un referente de Santidad y de todas las ediciones posibles que en su momento el Papa Juan Pablo II hizo subir a los altares a este primer Santo canario, que ya como Embajador de su tiempo fue un prototipo del ser del canario, en su hospitalidad y muy dado a los demás.

El Santo Hermano Pedro fue en su tiempo un adelantado, buscó ir más lejos todavía, para así poder realizar lo que su forma de ser le pedía, la caridad y compasión para las personas que sufrían de enfermedades y toda clase de infortunios. En Guatemala es un figura nacional, un Santo enormemente venerado, el que al pasar por estas tierras fue una bendición para aquellos que le conocieron, y por aquellos que estuvieron bajo sus cuidados.

Una vida tan rica en vida y en acciones hacia los demás es una gran obra digna de ser contada y relatada por esas innumerables citas históricas de lugares, personajes que estuvieron con él, su familia, anécdotas y esas primicias de la personalidad de este Santo tan cercano a todos nosotros, pero tan lejos en saber quién fue realmente y cómo se movió por estas tierras de Chasna.

No hay dudas de que el trabajo de este libro que se ha presentado en Adeje y Vilaflor de Chasna, es una de esas joyas literarias en las cuales disfrutas con su lectura, sólo encuentras  la admiración por alguien que dejó tras de sí una estela de Santidad.

Según el Historiador Nelson Frías, el Hermano Pedro tenía sangre de los aborígenes guanches, de familia media y con posibles, no fue sólo ese cabrero que siempre los maldicientes han querido peyorativamente definirle, sabía perfectamente leer y escribir y como ya hemos apuntado no tuvo ningún temor a saber lo que había allende los mares.

Un Santo que lo vio nacer Vilaflor de Chasna, donde casi todo el Sur pertenecía a estas tierras, el Hermano Pedro anduvo en todos los pueblos de la comarca bajando hasta su cueva, en donde se le reconoce como un Santo nuestro, de nuestro entorno, ahora nos falta un pequeño empujón para que Canarias sepa quién era este Santo  y que la veneración hacia Él sea todo un vestigio de respeto y cariño, con la máxima devoción, ya que su único afán fue el ayudar y socorrer a los pobres y necesitados.

Otro canario de pro es el Historiador y Magistrado Juez Decano de los Juzgados de Arona D. Nelson Díaz Frias, autor de este colosal trabajo de investigación sobre el Hermano Pedro, haciendo con este libro que se conozca más y no acabe uno de asombrase de esa obra humana y social que este Chasnero canario, el Santo Hermano Pedro de Bethencourt realizó.

Salvador Barnes
Periodista