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Arona 20 de Marzo de 2010
Castillos de naipes
Ya se oye, aunque lejos todavía, el ronroneo de aquellos
que les gustaría quedarse, de los que quieren retomar de
nuevo el poder, de los que nunca estuvieron y que al
hablarles tantas maravillas que tiene el poder y viendo cómo han prosperado económicamente los que están, pues es normal que quieran probar a ver si tienen suerte, y también a los que sueñan en ser la llave del gobierno que se haya establecido por un pacto.
A todos ellos que parece que no, pero en estas Elecciones que se aproximan es por donde se están oyendo esos murmullos que estamos empezando a oír. Son tantos los que se presentan a la palestra política Municipal a ver si sale la carambola de que su partido sea el ganador o simplemente sea la llave de un buen pacto entre diferentes partidos, el remedio de esta democracia Made in Spain.
Sobre 350 más o menos políticos de todo este Sur de ocho Municipios son los que estarán en las diferentes formaciones de las planchas, ya casi confeccionadas aunque sea sólo en la mente de algunos, y en otros partidos se haya discutido y aceptado ya alguna formación con otros que se presentan.
Esto de las Elecciones Municipales es todo un mundo hacia el servilismo y de pleitesías, y de ordeno y mando por aquellos que todos saben quién será el cabeza de lista, el futuro Alcalde (a), así que a partir de ese momento en que los demás de la plancha ya lo empiecen a ver claro, es todo un trabajo de apoyo y de dejarse ver al máximo, haya que demostrar que se quiere mucho al partido y lo incondicional que uno es ante el número uno de la plancha, hay que tratarle con algodón, sonreírle, decirle que es el mejor a cada momento, que es el que está mejor preparado, reírle los chistes malos, y darle en cuando en cuando un chicle por el tema de que le "canta el aliento" y eso es malo para la muchedumbre que le escucha, y que para la alfombra de turno no debe permitir que su jefe se entere, no sea de que no le dé un buen número en la plancha y resulte que no sale porque le ha dado uno que no le llega.
Todo un verdadero castillo de naipes es el que se monta en todo este extraño y falso mundo de la política de elecciones Municipales, que mientras se está en campaña todos son risas abrazos, piropos y todos amiguitos para siempre, y luego si no salen ganadores la mayoría de ellos dejarán de hablarse, aparte de los trajes que les cortarán al que se presentaba por el número 1, y lo tratarán de inepto e inútil, diciendo que la gente ya lo decía, que con ese ni a misa, y si gana, a partir de ese momento se controlará a los amiguitos de plancha, no sea que alguien se pase de listo, porque no hay que olvidar que todos se conocen a fondo y saben los defectos y virtudes de cada uno, y claro quien llega al poder no le gusta que nadie, y mas sabiendo que no vale, le venga a mover el sillón o le haga sombra.
Que diferencia, las primeras legislaturas de la transición eran otro tema, se trabajaba por la ilusión de cambiarlo todo porque el ambiente todavía olía a rancho cuartelero y a procesión con cirios, así que como posesos el que sentía una doctrina política la seguía y la defendía sin ningún afán de situarse socialmente, y su único norte era que su país, su municipio caminase bajo el nuevo régimen de la democracia.
Llevamos casi ocho Legislaturas y sin exagerar las Elecciones no han sido un portento de sapiencia ni de sencillez política como las primeras que se hicieron.
En lo que se refiere a la política municipal han habido más sombras que luces, se ha enmarañado mucho en muchos sitios, y porque alguno no ha querido tirara de la manta por si se constipaba . Así que pronto asistiremos a un nuevo espectáculo dantesco y ramplón y perfecto tío vivo que deseamos sea todo lo limpio y profesional que exija el momento.
¡Pasen señores pasen, y ocupen sus sillas que en breves meses empezará esa función , sitúense los que puedan y los demás a tragar cuatro años más!
Salvador Barnes
Periodista
