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Arona 19 de Marzo de 2010
Una oportunidad perdida
Después de aceptar que estamos en plena vorágine,
todos preguntan por todos, los partidos juegan a ser
pitonisas y aceptan de estos quiénes serán los que
piensan que ganarán las Elecciones, las intenciones de voto dan a unos y a otros el valor ante las urnas que tendrá tal o cual partido, y qué calificación tiene el ciudadano de sus políticos y en cuántos puntos valoran su trabajo e incluso su persona en sus relaciones, formas y sociales.
Ya nadie escapa a estas valorizaciones de la opinión pública, a la gran familia política y a las Instituciones por severas que sean o parezcan.

Ahora le ha tocado a la Monarquía, la juventud actual de este país tiene en poca valorización a la Casa Real, en la figura de sus Reyes y su descendencia, o los catalogan como si fuera una revista de colorines o de la prensa rosa del corazón.

Esto, los profesionales y técnicos que la Casa Real  son los que tienen que aupar la "gestión" de aceptación de las nuevas generaciones de lo que en España significa la Monarquía como Institución y del trabajo que hace el Rey que es el Jefe del Estado Español, y que ya en la Constitución Española en el título preliminar, párrafo 1- apartado 3 dice "La forma política del Estado Español es la Monarquía Parlamentaria".

Eso es lo que las nuevas generaciones tienen que saber de base, no solo el que alguien salga al ruedo diciendo que la mayoría de jóvenes no vivieron el 23 F, y no vieron la actuación que hizo el Rey, esto pasa a un plano que no es de base, porque fue un acontecimiento anómalo para frenar nuestra democracia, pero la Constitución es la Carta Magna y a ella nos debemos de aplicar y saber todo su contenido para la mayor grandeza de nuestro régimen parlamentario.

Pero entendemos que la Casa Real ha perdido "fuelle", no ha estado en los sitios que se ha requerido y que por obligación oficial se tenía y se tiene que estar. Ha sido un fallo garrafal el que se ha tenido en estos días con el sepelio del escritor, poeta, dramaturgo, ensayista, guionista y novelista Miguel Delibes. Uno de los grandes literatos de España, de la cultura, considerado como la perfección en este Siglo pasado y actual de la lengua castellana.

Este vallisoletano a dado a la cultura española todo su exquisito talento y su forma peculiar de ver la vida en los diferentes sentidos humanos y sociales.

Pues ya ven, a las honras fúnebres, que en otros Países hubiera sido luto nacional, aquí ni la más alta jerarquía de España que es el Jefe del Estado, y que recae en la figura del Rey, este no fue al sepelio de un gran hombre que era para España en todos los sentidos.

¿Motivos? Que cada una de la familia estaba en un punto cardinal diferente, pero centrándose en el Rey, este estaba en Bahréin con sus amigos los Jeques Árabes, y de paso se dio una vuelta para ver la carrera y estar con Alonso que fue el ganador de esa Fórmula 1.

Nadie de la familia Real acompaño a la familia del finado, en el campo santo ni en los oficios religiosos. Un fallo imperdonable Señor, si los viajes e instancias las paga el contribuyente español, creo en justicia que no tiene excusa el que su majestad no estuviera en Valladolid.

Un cero a su protocolo y para el que le atiende su agenda, pero como dicen los castellanos coetanos del maestro Delibes "Arrieros somos y en el camino nos encontraremos".

Salvador Barnes
Periodista