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Arona 18 de Enero de 2010
Siguen con el erre que erre
Hay que tener y demostrar mucha perseverancia
en querer defender una postura que una mayoría
aplastante no la quiere. La designación del reciente
nombrado Obispo de San Sebastián, José Ignacio Murilla, como todos sabemos ha sido más una piedra de escándalo que un agradable nombramiento, ya que el 77 por cien de los sacerdotes quipuzcuanos rechazaron al Obispo.
Aunque este decía que “yo no me siento rechazado”, pero añadió, "tengo que emplear muchos esfuerzos en las relaciones personales", en eso Monseñor no va desencaminado por su poco tacto en decir las cosas y proyectarlas.
En este escaso tiempo que está ejerciendo de Obispo en San Sebastián, Monseñor Munilla no ha cerrado la caja de los truenos, al revés, la ha estado aireando y ha hecho unas declaraciones muy duras a los medios, aunque rápidamente ha salido diciendo que es la prensa la que ha mal interpretado lo que este había dicho, y fue lo siguiente. El Obispo asegura que "existen males mayores que el que está sufriendo el pueblo de Haití tras el devastador terremoto que asoló Puerto Príncipe hace unos días".
De verdad que si te pones a pensar en la "acertada barbaridad" que ha dicho el Obispo es de puro desmayo, la espiritualidad de Munilla está por encima de todo porque para él el verdadero asolamiento está en la poco espiritualidad que tenemos en este país, no en esa catástrofe que se ha llevado de un tirón cien mil personas dejando en el caos el dolor y la extrema desgracia de dejar sufriendo al ser humano en esa Isla caribeña. Eso para Monseñor queda en segundo plano.
Para el Obispo, la sociedad (en este caso la española) tiene diferentes defectos y dicho por su Ilustrísima "deberíamos de llorar". Es verdad Reverendísima que deberíamos de llorar después de oír a gente como usted, alto mandatario de la Iglesia decir cosas que dejan descolocados a la gente, se llora por no poder casi sobrevivir, porque le van a quitar la casa los del banco, por estar en el paro tantos años, por no tener la ilusión que da la vida, por no poder sacar adelante a los hijos, por eso sí se llora no por la espiritualidad que usted predica, sin dar ese ejemplo cristiano de amor al que sufre. Por eso si se pueden hacer las barbaridades más bárbaras, por la defensa de la vida, lo demás qué quiere que le diga, a la parroquia le interesa mas bien poco, tiene igual que le excomulguen o que le lleven de procesión, en un país como España, hoy aconfesional se sigue mareando y dándole al erre que erre con el implantar todavía el miedo y la duda hacia el pueblo llano, que le repito no está para esas "gansadas" que son monsergas de "beatas". Estamos viviendo actualmente ( y que quede así) para escapar de la ventisca que nos está cayendo, no para aceptar consejos de la Iglesia Católica.
Como todo parece que vale en estas cosas, permítannos decir que si ustedes bajan a las cabañas los demás podamos subir a los palacios en donde "bien viven" sus Ilustrísima. Le diré que con el tema del aborto, es algo que ya está resuelto en este país, no sigan más dando la "vara" y excomulgando a todo aquel que le haga una mueca a este tema, y traten de ser más coherentes en la opinión actual que tiene la sociedad.
Queremos tener pastores que reúnan ovejas, si, pero no aceptamos ya los pastores que reúnen ovejas al grito de que"viene el lobo y os comerá", no, así se va directamente al desprecio mas absoluto, que es lo que actualmente parte de la sociedad española siente hacia ustedes por no querer o no saber entender que estamos en otros siglos en los que sus Beatísimas mandaban, y aunque se piense del Obispo Munilla que su nombramiento ha sido un error y que es "muy, muy conservador" es la forma de pensar de los que todavía se sienten creyentes aunque las amenazas con el infierno y la condenación eterna y todas esas películas inunden el difícil que hacer a diario que tiene este país. Con mis respetos
Salvador Barnes
Periodista
