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Arona 4 de Enero de 2010
Si vamos todos en una misma
dirección, salimos
Por fin, y sin ninguna forma peyorativa, decimos que
ya estamos en un año nuevo. Un año que sin parecerlo
todos están en la misma comunión, de que se espera que sea un año de mejoras en todos lo sentidos, sin oír a esos cantos de sirena que siempre auguran lo mejor, el paraíso y la fortuna.
Y ya ven en lo que ha quedado el 2009 en todos esos himnos de grandeza bufa, solo para calmar esa rabia contenida que el ciudadano ha estado tragando y soportando estoicamente las mentiras y los descabellados intentos vanos de intentar (sin hacerlo) de tratar de cambiar en algo la suerte de este país por la mano de un Gobierno totalmente atolondrado y con el estigma todavía a estas alturas de estar combatiendo a ser de izquierdas o de derechas, algo tan pueril y tan ridículo como cuando la casa se está derrumbando que se discuta de qué color se pinta la fachada.
Estos cuenta cuentos han dejado hasta el momento a España al pie de los caballos, y si nadie de ellos propios y lo mal llamados oposición se ponen los "chips" para que este país deje de ser un humilladero público nacional e internacional, de situaciones que nadie ha buscado, un paro de escándalo, infracción a la deriva, la banca cerrada para dar no para recibir, inversión cero, turismo a la baja, productividad bajo mínimos, enfrentamientos (de momento leves) entre la patronal, sindicatos y gobierno, la morosidad en aumento, comedores públicos en crescendo las ayudas sociales, el gran divorcio entre la clase política y el pueblo, todo como ven es una realidad que hubiéramos querido que hubiera sido un sueño, porque de esta mala realidad han perecido muchos ciudadanos al no poder hacer frente a esos grandes problemas que la clase política ha distribuido por la mala razón de un capitalismo ponzoñoso y rastrero que es el que ha llevado al lodo a muchos países, los cuales ya están en posición de remontar, menos España que al ser "diferente" estamos peor que nunca por la sencilla razón, y lo hemos repetido hasta la saciedad, de que no parece interesarles al club de los que oprimen, de que esto vuelva a brillar con luz propia, y por lo que se ve no hacen caso a sociolos y columnistas políticos que opinan que el país está en una fase de humillación. y de esto a la revolución solo hay un escalón.
No queremos pensar que toda la carne la van a poner en el asador por el sumo hecho de que Zapatero está ya como Presidente de la UE durante seis meses, y ya se sabe, cara a la galería hay que estar más guapos e inteligentes que nunca. Y ese puede ser el gran escollo que tengamos el primer semestre de este año 2010, la poca (por no decir nada) atención que se va a tener de nuestros propios problemas que vienen arrollando todos los espacios, por la razón de que al precio que sea, se tiene que ver una recuperación rápida de esta sociedad denominada en su momento la Octava potencia económica y el blasonar de que somos un país de primer orden Mundial.
El freno espectacular que hay que idear para sujetar ese paro galopante, la consideración a las PIMES por la banca que tendrá que seguir a pie juntillas las recomendaciones del Gobierno, o eso o la nacionalización de la banca, así se daría una gran limpieza a esa batallón que campea por España de usureros que están haciendo el agosto con la miseria en la que está entrando España.
La oposición que lo único que le debe de importar en este momento es reflotar el país y no dejarlo naufragar, para luego entrar como el caballo de Santiago. Queremos un consenso de urgencia y que se ponga toda la clase política a trabajar y a pensar en volver a recuperar el puesto que hemos tenido y que tanto ha costado a cuenta de ser un país civilizado, como bien se demostró en la salida de una Dictadura a una Democracia con una transición modélica envidiada por todas las Cancillerías mundiales que vieron cómo se hacían las cosas políticas en un país como España que ahora cuatro "cabestros" quieren defenestrar.
Salvador Barnes
Periodista
