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Arona 30 de Diciembre de 2009
Una cruzada cansina
y fuera de lugar
De verdad es que parece que no podíamos acabar el año
con más folclore y nos aferramos a buscar otra manifestación
multitudinaria representada por la Iglesia Católica y bajo el lema de la "Familia". Pobre Madrid la vara que le dan, ya es el paño de lágrimas de todas las manifestaciones más o menos entendibles, muchas de ellas que se hacen en esta Villa, otras simplemente son tener ganas de rizar el rizo, el querer llevar al límite cualquier cosa que suene o que pueda ser bajo el prisma católico un pecado.

Me refiero a esa manifestación del domingo 27, toda una comunión de creyentes de la Iglesia Católica, Asociaciones Católicas, ojos de la Iglesia que evangeliza unos actos y unos comportamientos que no acepta y que sean diferentes a sus creencias. Llevamos desde el comienzo de este Siglo XXI diversas matraquillas por parte del Episcopado Español de actos que para la Santa Madre son pecado, incluso mortal, a ellos han aflorado diversas condenas al pecador hereje en darle la excomunión.

Ahora han puesto en una inmensa coctelera tres temas candentes de máxima actualidad para "ellos" que creen que tienen entre ellos similitud, pero en verdad están muy lejos estos temas los unos con los otros, la homosexualidad, el divorcio y el aborto. No me quiero repetir otra vez con las condenas que hace el Cardenal Rouco Varela de estos "tres grandes pecados", que el Cardenal unifica y lo mete todo en el mismo saco de la tenebrosidad.
De estas tres "aberraciones" para el sentir de aquellos que se dan golpes de pecho a la voz de ese mantra que dice "por mi culpa, por mi gran culpa", habrá que decirles y enumerarles por partes estas debacles morales.

Seguimos viendo cómo rebuscan y no toleran todavía el Divorcio (increíble), ahora, si es la nulidad del matrimonio ese es otro cante, cosas tan absurdas como estas hacen que no nos paremos a levantar crítica, pero como me queda papel lo escribo. Después de que un matrimonio tiene varios hijos, con más de quince años de casados, mover mil papeles, pagar minutas de letrados civiles y eclesiásticos y de dar sabrosas limosnas a la "causa", la Santa Rota y con un tiempo relativamente corto le certifica la nulidad matrimonial, ese Santo Sacramento que según la Iglesia es indisoluble hasta "que la muerte nos separe".

Así que con "pasta" y amiguetes más o menos influyentes en el seno de la Santa Madre Iglesia, esta le da licencia para que ejerzan otra vez de solteros, esta nulidad si vale, y la que se da ante la Ley en un Juzgado es mala, fariseos, cínicos, hipócritas, mercaderes de la moneda, que sólo les mueve el afán estúpido de prohibir para buen recaudo de ustedes, ese es el santo y seña que ejercen sus Reverendísimas.

Con el aborto están en un continuo debate, discusiones bizantinas, desde hace tiempo que todo esto lo trae una larga procesión de acontecimientos que la Iglesia ha estado siempre pendiente como el "martillo de herejes". Se han condenado todos los métodos que se han ideado para evitar quedarse embarazada, el Ogino Krauss, el Preservativo, la Píldora anticonceptiva, el Diu, la Píldora del día después, todo esto digno de la mejor hoguera de la Inquisición, todo esto para no desembocar en el aborto.

El clero pone un gran muro ante la sociedad y la creencia social que ustedes la manipulan a su buen criterio y entendimiento que es el perdura miento de su forma de atacar a la tolerancia, a la fe y a la libertad del ser humano, la mayor expresión del hombre-mujer, la libertad.

En cuanto a esa caridad mal llevada por ustedes y que la Iglesia despliega dentro del colectivo de homosexuales, en este momento es mucho más dañino que lo critiquen abiertamente, condenándolo como enfermedad del espíritu y que se manifiesta en la degeneración corporal, deberían de estar callados sin decir nada tan aberrante como lo que están diciendo.

Si son enfermos, ustedes dentro de su seno eclesiástico tienen a muchos de ellos enfermos, y algunos dirigentes de la Iglesia Católica arrastrando una enfermedad degenerativa y vomitiva para el género humano.

"Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra". Feliz Año Nuevo, (nos lo merecemos todos)

Salvador Barnes
Periodista