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Arona 10 de Diciembre de 2009
Una firma comprometida
Por qué hay que buscarle al Rey heroicidades que no
vienen al caso, más bien entran en lo personal y en la
forma de ser de cada uno. Al Monarca no se le puede
pedir que ejerza de juez de una situación no creada por él,
es la sociedad la que ha entendido querer tener una postura
en el tema del aborto.
El Gobierno Zapatero es el que ha puesto la leña y la cocina en el problema del aborto, todo está para cocer, pero como siempre pasa en España, se busca afanosamente una "cabeza de turco". En este problema D. Juan Carlos debería hacer como hace con las votaciones, no votar. El Rey no vota, entonces por qué se le pide que actúe como lo hizo Balduino de Bélgica abdicando de la corona antes de firmar una ley que iba en contra de su razón, tenemos que entender todos que muy lejos de las razones morales existen otras más poderosas como las políticas y las legales, y estas si son profundas.
El Rey si firma esta ley se pondrá en una situación muy grave y dará pie a que se le tache por una parte de aquellos que ven en esta ley una total irresponsabilidad y un atropello a la vida, pero volviendo al tema de las Elecciones, no está obligado a firmar nada el Rey, así que este aprieto por parte de los grupos católicos, antiabortistas, grupos de prensa afines a la Iglesia, la Cope, Universidades como Francisco de Vitoria o el CEU, lo que le quieren hacer al Monarca es una encerrona que a todos los medios consultados opinan en la poca libertad de maniobra política, moral y no se le puede hacer ni pedirle la abdicación.
Lo que no hay que aceptar ni por un momento es esa forma autoritaria de exigir, porque la situación da muy mala espina y huele a extorsión, cuando un grupo de juristas, políticos, publicistas y miembros del grupo ultracatólico de los Guerrilleros de Cristo digan que están dispuestos a todo y lucharán para que Juan Carlos I no firme la nueva ley del aborto.
Ahora sigue con ese machaqueo de Zapatero y su gobierno socialista en sacar adelante esta reforma que en estos últimos meses han estado trabajando en ella una vez que ya habían pasado los primeros trámites parlamentarios no se han hecho esperar, y está casi para la firma, por mucho que los integristas católicos planeen nuevas estrategias para conseguir el objetivo de paralizar esta ley, y que no tenga objeción de hacerse.
Pero es en el Monarca en el que vemos la gran presión que se le pone por diferentes sectores de la Sociedad, hay muchas iniciativas que están en marcha o preparándose, los laicos más cercanos a Rouco Varela piensan iniciar una campaña de presión hacia el Rey D. Juan Carlos I para que se niegue a firmar la ley del aborto.
Un duro golpe sin duda para la Corona y para el Rey, personalmente haga lo que haga está dentro de una disyuntiva que a nadie dejará satisfecho, ¡Este es el peso de la Corona Señor!.
Salvador Barnes
Periodista
