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Arona 28 de Noviembre de 2009
Unas vallas para el recuerdo cruel
Cada día vemos más personajes de esos que siempre
hemos leído en la literatura universal y que nos parecía
de ficción, pero con el tiempo vas dándote cuenta que
el autor ya en su momento era un privilegiado cerebro
porque iba por delante de su tiempo muchos años.
Sujetos como este han existido en todos los siglos, avaros, rufianes, usureros entre otras lindezas que el mismo pueblo, en su mayoría víctimas de estos seres sin escrúpulos, les ha puesto nombres despectivos.
Hoy afloran como el tomillo, sin que nadie les ponga un freno o simplemente les de un toque de atención por el gran desgaste moral que le dan a la pobre persona que caiga en sus redes por mor de la desesperación que en su momento puede estar viviendo esta persona. Nos referimos a los prestamistas, muchos usureros, cobrando unos intereses de mareo y que por lo que tenemos entendido y sabemos en estos tiempos de crisis obligada en que nos vemos todos, por políticas torticeras y por inútiles gestores que hemos tenido la desgracia de votar, hoy vemos el resultado que han dado, y ha sido poner a una gran cantidad de ciudadanos honrados, cumplidores y trabajadores (hoy en el paro) en los brazos de los usureros prestamistas.
Normalmente la gente tiene una idea de lo que son estos "señores", aunque el ciudadano siempre a preferido a los bancos, que a veces incurren en usura pero de todo hay en la viña. Pero ahora que nadie da ni los buenos días, hay que pagar hipoteca, colegios, ropa, comida, luz,agua, gas y así para aburrir las necesidades en que nos vemos atrapados, ahora en este momento que casi nadie escapa a esta hecatombe, aparece como el caballo de Santiago, el prestamista. En ese momento se huye de él, pero después la gente reflexiona y opta por arriesgarse a sabiendas que el suicidio es eminente.
La administración pública tendría que saber paliar estos estados agónicos en que mucha gente se encuentra y retirar las vallas publicitarias que recuerdan a aquel que todo lo perdió por considerar que estas posturas del préstamo eran las mejores. Hoy se ven reflejados en esas SUBASTAS de inmuebles provenientes de los embargos y de los usureros prestamistas, que se anuncian sin ningún recato.
Eso es un machaqueo innecesario, un escarnio a la desgracia ajena, y la gente está ya hasta el gorro de que la vapuleen a cada momento, "SUBASTA, no deje de perder esta ocasión precios tirados"
Una verdadera lacra que como ser humano me entra vergüenza ajena que se siga especulando con la desgracia de los demás. Hagan lo que quieran pero no se "choteen" anunciando lo que el ciudadano ve que por motivos que nunca esperaba en este país en donde todo estaba tan boyante y tan ricos que decían que eramos, han dejado a la gente bajo los puentes y comiendo en comedores públicos y en la más incruenta miseria. ¿Para cuándo las Elecciones?
Salvador Barnes
Periodista
