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Arona 10 de Diciembre de 2013
Manolo Picó
Les presento a Manolo y les cuento una historia
simpática del amigo, que hace tiempo que no veo,
pero al ver la foto, recordé el día aquel que estábamos
sentados frente a frente en una mesa y quise vacilar
un rato. Con mi teléfono móvil marcaba su número
y cuando sonaba y disponía a responder cortaba y
pude comprobar que no tenía mi número guardado
con mi nombre, es decir, pasaba de mí un kilo.
Seguía llamando y así hasta cuatro veces. La quinta vez fue Manolo, quién decide llamar a ver quién era el pesado, que lógicamente era yo. El llamó a mi número y decido responder recordando a usted querido lector, que estábamos frente a frente. Respondí a la llamada y él dijo, ¿Quién eres? y respondí que era una persona que estaba comprobando si usted era tonto. Entonces Manolo muy enfadado dice, ¿Como que usted está averiguando que soy tonto? Dije, si, y además usted es tonto porque estamos comprobando en vivo y en directo que usted es tonto.

Pueden imaginarse las personas que estaban en ese momento en el bar riéndose a carcajadas delante de él y él ni se enteraba. Manolo me dice, ¿Usted me llama a mí, para decirme tonto? Y le dije, usted perdone, me ha llamado usted a mí. Entonces se levanta de la mesa y comienza a caminar por el bar dando gritos y diciéndome barbaridades, hasta que por fin descubre que soy yo el de la llamada. Nos reímos todos.
Juan Santana