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Arona 26 de Septiembre de 2013
Fuertes Ignorantes!!
Cuando tienes diecinueve años, o menos,
eres un ignorante, un enterado, un sabiondo,
a no ser que tengas una buena educación
como la que no tuve, pero todo tiene sus
ventajas y sus desventajas. No obstante,
siempre será mejor tener una buena educación
familiar, si es que tienes la suerte de poderla tener.

Todos los fines de semana de fiesta, harto de porros de mierda que cuando eres un ignorante, piensas que es la auténtica vida, estar todo el puto día colocado en otra dimensión, sin enterarte de nada en tu entorno, te importa una mierda ir ciego por la vida con los ojos achinados, y la sonrisa tonta escuchando música a toda hostia. Hoy me voy a desmadrar con las palabras mal sonantes, porque tengo mis razones y pido perdón por adelantado.
La vida es una caja de sorpresas día tras día, encontrándote con piedras en el camino, que te enseñan a rodar y rodar, como dice la canción. Toda la vida con la jodida guitarra a cuestas descargando la rabia, en montones de amanecidas y cuando digo montones, son más de miles. Viviendo una vida sin fundamento, sin control desde los responsables, porque ellos tampoco tuvieron esa educación para poder establecer charlas familiares en la mesa o en la sala de estar. Teníamos la obligación de estar en la mesa de una y media a dos, para comer todos juntos, pero las charlas eran muy limitadas, según la luna.

Papá se sienta en la mesa con los hijos, y la madre sirve la comida como la esclava, pero no diremos esclava, porque lo hacía con amor, pero tenía que habernos enseñado a fregar, aunque si limpiábamos el polvo de los muebles y de montón de figuras de porcelana que estaban de moda en los años sesenta a los setenta. Mi padre vino a enterarse que yo hacía un canuto antes de acostarme cada noche, para ir fumando mientras iba al Instituto de Formación Profesional, cuando publiqué un libro que está en la Universidad de La Laguna.

Esto ya lo escribí, pero siempre habrá algún lector nuevo, que querrá pasarse por dicha Universidad para hojear el libro si quiere. El título es Ilusiones y Verdades Compartidas, un libro que un periodista en su día quiso hacerme un homenaje, pero no se qué pasó, si es que se habrá olvidado o se le fueron las ganas, porque deseo que siga vivo y cumpla con dicho homenaje prometido, que te de olvidar. ¿Cómo son los jóvenes ahora con diecisiete años a veinte? ¿Beben más o igual? ¿Fuman más o menos porros y cigarros?

Espero y deseo que sean más sanos, para que no sean tan gilipollas como los de nuestra época, pero por nuestra ignorancia y digo esto sin ánimos de insultar. Amén.

Juan Santana